Comentario general
A pesar de la espectacular sesión del jueves pasado en la que el S&P500 subió un 5% desde los mínimos de la sesión tras conocerse el dato de la inflación del mes de septiembre de EE. UU., creemos que hay motivos para pensar que se trata de un mero rebote de un mercado bajista, más que un suelo de mercado.
En nuestra opinión, la subida se produjo fundamentalmente por el cierre de cortos a la altura de niveles técnicos importantes, que también se vieron beneficiados por la apertura de posiciones largas a través de la venta de puts y la compra de calls. La caída de los índices de riesgo produjo un efecto vanna que hizo que los algoritmos de volatilidad aumentaran sus posiciones largas, lo que provocó un impulso alcista aún más pronunciado. Sin embargo, no observamos cambios significativos en el posicionamiento de los inversores en los mercados de opciones ni en la estructura temporal de la volatilidad que hagan pensar que den por concluidas las correcciones de las últimas semanas.
Además, desde una perspectiva macroeconómica, nos encontramos desde el mes de agosto en régimen de deflación. Los lectores más habituales quizá recuerden que en el mes de abril planteamos la idea de que, a lo largo de 2022, pasaríamos del régimen de estanflación a deflación. Mientras que el primero de ellos se define por la ralentización del ritmo de crecimiento de la economía y una aceleración de la inflación, en el escenario de deflación, se produce una ralentización de ambas variables económicas. El performance de las bolsas no suele ser muy positivo en este régimen de mercado, por lo que no sería de extrañar que la debilidad continuase mientras los inversores no comiencen a descontar un cambio de escenario.
Por otro lado, la campaña de resultados del tercer trimestre no parece que vaya a ser tan positiva como las anteriores. FactSet preveía el menor crecimiento de los resultados desde la crisis por el COVID. Dada la alta correlación entre los beneficios empresariales y el S&P500, sería razonable pensar que el deterioro de los resultados de las compañías ejerza una presión a la baja en la cotización de los índices. La estimación del S&P500 que hemos realizado con los últimos datos de beneficios ajustados por la inflación se encuentra en 3.489 puntos, casi 100 puntos por debajo del cierre de la sesión del viernes.
Desde una perspectiva puramente técnica, no identificamos indicios ni señales confirmadas que hagan pensar que la tendencia bajista de los últimos meses vaya a cambiar por el momento.
Observamos también que las salidas netas de efectivo de la renta variable continúan produciéndose a un ritmo elevado, sin que por el momento parezca que vaya a parar el proceso de distribución. Los cálculos que hemos realizado estiman en más de 10.000 millones de dólares las entradas de efectivo que se necesitarían durante la semana para ponerle freno, al menos temporalmente.
Por todo lo anterior, tendemos a pensar que hemos visto un rebote de un mercado bajista, más que un suelo de mercado.
Flujos netos de efectivo
Hacemos todas las semanas seguimiento de las entradas y salidas efecto de ETFs y fondos de inversión. La razón es simple: son productos cada vez más demandados, y sus flujos de efectivo sirven como termómetro del interés o del miedo que perciben los inversores en cada momento.
Continúan las salidas de dinero en bolsa, por más de 13.200 millones de dólares, y superando ya la cifra de los 135.000 millones en el acumulado del año.
La renta fija también ha tenido salidas netas de efectivo de más de 7.600 millones de dólares.
Sin cambios significativos en la distribución de la cartera de institucionales. El porcentaje de cash sigue por debajo del 10%.
Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial
Este indicador es útil a la hora de determinar el peso relativo que debe asignarse a cada clase de activo en una cartera diversificada. Se diferencian cuatro tipos de tendencias (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista). Identificamos a continuación en qué punto se encuentra la FRT con datos de cierre del viernes y cómo ha evolucionado en el tiempo.
FRT por Clase de Activo
Seguimos con niveles de FRT muy deprimidos en la renta variable (-57) y en las cryptos (-58), claramente en zona bajista. Las materias primas (-10) siguen siendo la clase más estable, a pesar de que han vuelto a retroceder hasta la zona lateral-bajista.
Entre las familias de materias primas, Energía (+11) ha experimentado un fuerte retroceso como consecuencia de la caída del petróleo ante un escenario de recesión global, seguida de Alimentación (+2), en zona lateral-alcista. En la zona bajista nos encontramos con Metales Industriales (-22) y Metales Preciosos (-58).
Por regiones, los índices asiáticos (-39) presentan la FRT menos negativa, seguidos de los europeos (-56) y los americanos (-75). Estos últimos, continúan con la lectura más negativa de los últimos 18 meses.
Vuelven las caídas, aunque más leves, en la renta variable mundial. En el acumulado del año, la rentabilidad de Asia es un 7,6% mejor que la de Norteamérica.
Seguimiento de las señales semanales de la FRT sobre el S&P500
Desde hace algunas semanas, hemos añadido esta sección que pretende mostrar cómo puede utilizarse la FRT del S&P500 de forma práctica como herramienta de market timing.
¿Cuándo se producen las señales de compra o de venta? Deben cumplirse dos condiciones: que haya un movimiento previo en el que hayan participado la gran mayoría de los sectores del S&P500 —entendemos que esta condición se cumple cuando más de un 90% de los sectores del S&P500 muestran la misma tendencia (alcista o bajista)—, y que se produzca un cambio en la dirección de la FRT.
En el gráfico siguiente pueden ver las señales generadas en los últimos 15 meses. Las barras verticales representan el porcentaje de sectores que muestran una tendencia alcista. Por tanto, cuando se encuentra en 100%, quiere decir que todos los sectores del S&P500 tienen tendencia alcista, mientras que una lectura del 9% debe interpretarse como que el 91% de los sectores son bajistas. Por otro lado, la línea continua superior muestra el índice FRT. Verán que las señales de venta se producen cuando, con porcentajes superiores al 90%, la FRT comienza a descender. Por el contrario, las señales de compra se producen cuando el porcentaje de los sectores alcistas es inferior al 10% y la FRT comienza a mejorar.
Señales Basadas en la FRT del S&P500
Se mantiene abierta una semana más la señal de compra en el S&P500 al repetir lectura (-61) el índice FRT.
Hasta ahora, las cuatro señales de venta fueron seguidas por caídas medias del 8% con un drawdown del 0,4%, mientras que las tres señales de compra tuvieron una variación media del 4,8% y un drawdown máximo del 1,6%.
Órdenes y Resultados
La tabla anterior muestra el resultado de las operaciones cerradas que se han producido hasta ahora, así como la última orden de compra que presenta una caída del 1,6%. Acumula una rentabilidad bruta del 20,2% en 10 meses.
Actualización de los niveles de control de los inversores institucionales
Los niveles de control de los inversores institucionales guardan relación con su nivel de breakeven. Conocer su evolución en el tiempo permite identificar qué activos cuentan con el interés de estos inversores, así como el precio al que sería conveniente tomar posiciones. Son un método efectivo para tomar posiciones en la misma dirección que una de las fuerzas principales con más influencia en el movimiento del mercado.
Niveles de Control
Por regla general, debemos esperar una evolución positiva del precio de los activos cuando éste se encuentre por encima del nivel de control de los inversores institucionales, mientras que cuando se encuentra por debajo, denota mayor debilidad y/o falta de interés por este tipo de operadores. Asimismo, identificamos los niveles de precios en los que existe un posicionamiento corto que presione el precio a la baja, ya que puede ser indicativo de un potencial incremento de la volatilidad al alcanzarse esas referencias.
Por regla general, debemos esperar una evolución positiva del precio de los activos cuando éste se encuentre por encima del nivel de control de los inversores institucionales, mientras que cuando se encuentra por debajo, denota mayor debilidad y/o falta de interés por este tipo de operadores. Asimismo, identificamos los niveles de precios en los que existe un posicionamiento corto que presione el precio a la baja, ya que puede ser indicativo de un potencial incremento de la volatilidad al alcanzarse esas referencias.
La predisposición es bajista en los tres índices americanos. Tendría que superar los 3.953 puntos para que el S&P500 recuperase el sesgo positivo. En el caso del Dow Jones, este nivel se encuentra en 30.375, y en 11.535 en el tecnológico Nasdaq.
El Oro ha recuperado vuelve a perder el sesgo alcista al cerrar por debajo de 1.671 dólares que indicábamos en el artículo de la semana pasada. Lo mismo sucede con la Plata al perder los 19,8 dólares anteriores. El Brent mantiene su sesgo alcista mientras se mantenga por encima de los 86,4 dólares.
En el mundo crypto, no esperamos que el sesgo alcista vuelva al Bitcoin mientras no supere los 35.918 dólares. En el caso del Ether, necesitaría superar los 1.328 dólares.
¡Buenas semana y buenas inversiones!
El Oro ha recuperado vuelve a perder el sesgo alcista al cerrar por debajo de 1.671 dólares que indicábamos en el artículo de la semana pasada. Lo mismo sucede con la Plata al perder los 19,8 dólares anteriores. El Brent mantiene su sesgo alcista mientras se mantenga por encima de los 86,4 dólares.
En el mundo crypto, no esperamos que el sesgo alcista vuelva al Bitcoin mientras no supere los 35.918 dólares. En el caso del Ether, necesitaría superar los 1.328 dólares.
¡Buenas semana y buenas inversiones!