Nuestro valor de la semana pasada, Coinbase, ha seguido deslizándose a la baja estos días, hasta cerrar el pasado vienes a 291,6 dólares la acción, lejos de los 430 dólares que llegó a alcanzar el día de su estreno bursátil, y lejos por tanto también de la capitalización que alcanzó ese primer día en Bolsa, de más de cien mil millones de dólares.
Tampoco ha ido bien la semana, en lo que a comportamiento bursátil se refiere, para Netflix, que el pasado martes 20 de abril publicaba sus cuentas del primer trimestre tras el cierre de los mercados. Netflix superó con creces la estimación de beneficios de los analistas, al ganar 3,75 dólares por acción frente a los 2,97 esperados, y también estuvo por encima de las expectativas del mercado en lo que a ingresos se refiere.
Sin embargo, la multinacional decepcionó por el reducido aumento de sus abonados, no alcanzando el objetivo de superar los 210 millones de suscriptores, lo que llevó a la acción a caer hasta un 13% en el mercado fuera de hora (after hours), una caída que al final se amortiguó un poco pero que no ha evitado a Netflix dejarse casi un 8% en el conjunto de la semana, cerrando a 505 dólares por acción. El gráfico adjunto muestra muy bien esa evolución de la cotización.
La compañía ha culpado del reducido número de nuevos abonados al retraso en sacar novedades al mercado, por la prolongación de la pandemia, pero los inversores parecen pensar que los movimientos de los competidores (Disney, Apple, Amazon, Comcast...) y la progresiva reapertura de las economías, gracias a las vacunaciones, pueden estar llevando a Netflix a un perfil de crecimiento mucho más moderado.
Netflix, como otras compañías tecnológicas, ha sido valorada por el mercado descontando el mejor escenario posible, sin considerar posibles escenarios alternativos no tan optimistas. Tal vez eso explica la decepción del mercado al constatar que el crecimiento elevadísimo de abonados que Netflix tuvo durante los confinamientos tal vez nos sea extrapolable a un mundo futuro en el que la gente salga más y en el que los competidores ofrezcan contenidos atractivos.
Netflix abre el camino a las presentaciones de resultados que esta semana harán otras grandes tecnológicas, como Microsoft, Alphabet, Apple, Facebook, Amazon, o Tesla.
Cada una de estas compañías tiene su posicionamiento y su modelo de negocio, y por tanto no se puede hacer una consideración conjunta de todas ellas, pero todas comparten el hecho de haber transformado nuestras vidas a través de procesos disruptivos que han impactado de lleno a sus respectivos sectores.
Será sin duda importante conocer la evolución de estas empresas durante el primer trimestre, y más interesante aun ver la reacción de las Bolsas ante esas cifras. De momento, como decíamos, Netflix ha abierto el camino, y lo ha hecho mostrando una vez más que los inversores valoran más el futuro que el pasado, lo que les ha llevado en el caso de e Netflix a dudar de que su crecimiento sea sostenible.
Una duda que el mercado nos dirá esta semana si se puede o no aplicar a otras tecnológicas.
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