La gente (en general) es demasiado cándida, lo han sido, lo son, y lo seguirán siendo.
Yo también lo fui, pero ahora menos.
No sé por qué han de creer a personas (casi todos los políticos) que les han engañado una y otra y otra y otra vez, engañando con lo que dicen y con lo que hacen, para perseguir sus propios intereses y los de su partido en primer lugar.
No se puede confiar en lo que dice y hace una persona que te ha engañado una, dos, tres, cuatro, cinco veces, y que sabes que lo seguirá haciendo al dictado de sus propios intereses, y que no tienen espíritu de arrepentimiento, muy al contrario, volverán a mentir para justificar sus mentiras previas.
Esos animales son LOS POLITICOS, los que actualmente tenemos (por no entrar en cosas de la historia reciente ó lejana).
Así pues, de la versión que ELLOS cuentan yo no me creo nada.
Seguro que dicen algo de verdad (es necesario para que la gente crea la mentira global), pero ese poquito de verdad lo cocinan con una gran variedad de mentiras bien camufladas y con todos los ingredientes de la manipulación de las masas (la masa siempre será y estará idiotizada, por defecto).
Ya digo que de la versión de los políticos yo no me creo nada, pero hay mucha (demasiada) gente cándida que sí se la cree.
¡Qué le vamos a hacer!. Las sociedades siempre han sido así, y así están organizadas.
Esos políticos mentirosos (y delincuentes) se encargan de que así sea.
Ese trabajo lo saben hacer muy bien.
Nos cuentan que la democracia es el gobierno del pueblo, y que la soberanía nacional reside en el pueblo.
Son palabras bonitas escritas en la Constitución, pero es otro engaño más.
Yo ya yo tengo asumido.
Los políticos, al igual que los bancos (como creo que dice algún forero), no son nuestros amigos.
Ni son nuestros amigos ni buscan el bien de los ciudadanos.
Aunque alguna vez parezca que buscan el bien de los ciudadanos, es que entienden que alguna vez es necesario hacerlo así para ganarse la confianza de las personas.
Pero todos ellos mienten, y los ciudadanos de a pie les importamos menos que un pimiento mohoso.
Un saludo y muchas gracias por todo lo que escribes, Tomás, y por contribuir a darnos una visión diferente de la situación, haciendo resaltar una vez más las mentiras del poder (sea del signo que sea, pues todos tienen la misma mala madre).