Pero concretemos todo esto:
En primer lugar es preciso que pongamos nuestra mirada en los Estados Unidos, puesto que fue de allí de donde partió todo el montaje que dio lugar a la intervención que se produjo en Mayo del 2006.
Un fondo de alto riesgo norteamericano, Kingsford Capital, a través de Louis Corrigan
y del reportero de Barron´s Nell A. Martin estuvieron orquestando a lo largo de dos años una campaña contra Escala Group.
Esa campaña incluía artículos en una serie de publicaciones y la presentación de quejas ante agencias reguladoras de Estados Unidos y España. Esta actuación contra Escala Group, filial de AFINSA en USA, que cotizaba en el Nasdaq, se llevó a cabo con la intención de que su cotización cayese y de este modo poder lograr grandes beneficios económicos a través de sus apuestas en corto.
Cuando comprobaron que por este medio no lograban alcanzar el objetivo que se habían marcado optaron por actuar en España contra AFINSA bienes tangibles, que era poseedora de más del 70% de las acciones de Escala Group.
La actuación contra AFINSA en nuestro país no era otra cosa que un medio a través del cual hacer descender la cotización de Escala en la bolsa norteamericana.
Esta actuación contra AFINSA se concreto en Mayo de 2005 cuando Kingsford Capital por medio de Louis Corringan interpuso en España una denuncia ante la Fiscalía, en esta señalaba que AFINSA estaba estafando a sus clientes y que incurría en prácticas ilegales.
Desde Abril hasta Mayo del 2006 se vendieron millones de acciones de Escala a pesar de los excelentes resultados financieros que la compañía presentaba, este feroz hecho fue resultado de haberse llevado a cabo continuos y metódicos ataques a corto.
Uno de los temas centrales tanto de la denuncia de Corringan como de los artículos de Nell A. Martin fue señalar que AFINSA estaba engañando a sus clientes al venderles sellos con un valor muchísimo menor del que indicaba o mediante la acusación de que Afinas funcionaba como un negocio piramidal.
Acontece que la Fiscalía no pudo hacerse eco de la denuncia que Corringan había presentado dado que el señalado denunciante pertenecía a Kingsford Capital y tanto él como la empresa no tenían domicilio ni nacionalidad española. Lo que si hace la Fiscalía es dar traslado de la denuncia a sus superiores.
Estos superiores no la toman en consideración en un primer momento. Aunque tiempo después, sin citar nunca a Corringan, presenta como propios todos y cada uno de los puntos que este presentaba en su denuncia (funcionamiento piramidal, engaño respecto al valor de los sellos, etc.)
BBVA, Santander y City Group tratan de tomar contacto y mantener relaciones financieras con AFINSA, pero esta se niega. El poder de estos, sobre todo del Banco de Santander relacionado con la Banca Roschild, es muy fuerte.
Resultado de esta negativa es que la inspectora de la Agencia Tributaria María Teresa Yabar
lanza la tesis de que la actividad de AFINSA es financiera y no mercantil, aunque la CNMV, el Banco de España y los servicios de Hacienda se oponen a tal tesis.
El gobierno de Zapatero pasa por encima de tales informes y poco después se interviene AFINSA, lo que lleva a que Escala Group cayese en el índice bursátil Nasdaq más de un 50%.
Pero además de haber logrado su fin Kingsford Capital se lleva por delante los ahorros de 190000 inversores.
En la actualidad el robo parece continuar, puesto que hasta estos momentos, Junio de 2013, no se ha permitido que la filatelia adquirida por los inversores pueda pasar a manos de sus legítimos propietarios.
Ahora bien, con la destrucción de la empresa desaparece la posibilidad de comercializar la filatelia comprada y lograr el beneficio que los contratos estipulan, todo esto resultado de la intervención para "proteger los intereses de los que habían invertido". Cuanta mentira, ¿a quién se protegía realmente?
Todas y cada una de las acusaciones que se vertieron contra AFINSA se han ido demostrando falsas: su funcionamiento piramidal, la ausencia de sellos, la sobrevaloración de estos, el zulo donde los directivos escondían millones, etc.,. etc.
Como puede verse son muchos y demasiado fuertes los intereses que en el tema AFINSA convergen.