Entrevista a Mark Hepworth de The Good Economy

Mark, hace cinco años, confundó con Sarah Forster The Good Economy, una empresa líder en asesoría social especializada en medir y gestionar el impacto.

Me describiría como un economista y emprendedor multidisciplinar. Mis experiencias abarcan
en la academia, las políticas públicas y las empresas de consultoría. Con una licenciatura en economía, un doctorado en geografía económica, y años actuando como experto asesor del Consejo Económico de la ONU, la OCDE y la Comisión Europea, me he especializado en geografía corporativa, con el supuesto de las empresas actores clave en el desarrollo económico en todas las áreas geográficas del mundo. Sarah comenzó su carrera en el Banco Mundial, donde trabajó durante diez años combatiendo la pobreza a gran escala con proyectos de inversión en África, Asia meridional y los Balcanes, con especial atención a las microfinanzas y desarrollo liderado por la comunidad como parte del programa de reconstrucción de la posguerra de Bosnia-Herzegovina.

Sarah y yo nos conocimos cuando ella vino a mí como diputada. CEO de "Big issue Invest", el brazo de inversión social de The Big Issue. Dirigía The Local Futures Group,
una empresa de análisis cuyo objetivo era demostrar la interrelación a nivel local entre economía, condiciones sociales y ambientales.

Lo que nos unió a Sarah y a mí fue un interés común en cómo hacer inversión e innovación financiera una fuerza para el bien, es decir, un impulsor de las relaciones sociales y el desarrollo económico y la voluntad de construir un negocio impulsado por una misión que refleja nuestra sólidos valores sociales.

Lo que llamamos "la buena economía" - "una economía que funciona para todos ”- se refiere a un concepto lo suficientemente grande para incluir un crecimiento inclusivo, equilibrado y sostenible
y desarrollo. Nos inspiraron las ideas de J.K. Galbraith y E. Phelps, entre otros, el primero que describe la buena economía en su libro "La Buena Sociedad ”como una economía donde todos los que quiere un trabajo consiguen uno, el segundo demuestra que lo que importa en el trabajo también importa en casa.

Los cuatro pilares de la buena economía son:

Esto implica la creación de un tablero que muestre dirección y progreso medible, y por supuesto
un plan de acción de inversión inclusivo. Nuestro equipo busca desarrollar esta hoja de ruta con socios de ideas afines, incluidas empresas, formuladores de políticas, proveedores de servicios, inversores, profesionales, independientes expertos y defensores de la sociedad civil.

The Good Economy actúa como asesor social e impacto especialista en medición y gestión, abordando desafíos muy diversos tanto en el ámbito privado como en el público de mercados. Trabajamos con inversores de todo el espectro de capital - de gestores de activos socialmente responsables a inversores de impacto especializados, en todas las clases de activos - deuda, acciones, acciones públicas, renta fija y real estate - y en todos los sectores y geografías.
Las áreas de trabajo de enfoque incluyen servicios de impacto para inversores en viviendas asequibles y pymes, así como datos analíticos para inversores socialmente responsables que buscan evaluar la contribución del empleo de la empresa a la sociedad en general.

También colaboramos con los gobiernos, por ejemplo estando encargados por el gobierno escocés de realizar un informe que considere las necesidades del sector privado y el papel de las empresas en la conducción. El crecimiento inclusivo del empleo en las regiones, así como en organizaciones comerciales internacionales y con fines sociales como la OIT y el GIIN: los apoyamos en desarrollar definiciones consistentes y estandarizadas, métodos y herramientas para evaluar buenos trabajos, este concepto es muy poco fiable.

Nuestra experiencia de trabajo con inversores muestra que el mundo de las inversiones es una escena muy multidisciplinaria. La forma en que discutimos y construimos asociaciones no está necesariamente encaminada a una disciplina en particular.

 Al comienzo de cada una de nuestras asociaciones, hay personas que hablan el mismo "idioma". Esto es esencial para nosotros. Eso es lo que pasó cuando conocimos a Bertille ¡y el equipo de Sycomore ESG! En primera instancia, observe la integridad del equipo de inversión. Lo que quiero saber es si ese equipo de inversión comparte nuestros valores y quiere hacer las mismas cosas que nosotros. La calidad y el punto más fino de nuestro análisis también es el resultado de interacciones muy estrechas con nuestros socios.

El trabajo que hemos hecho con SycomoreAM es un buque insignia de nuestro proyecto, reflejando el modelo muy profundo de lo que que queríamos lograr cuando comenzamos esta empresa: considerar tanto el valor intrínseco de un buen trabajo, lo que se le paga, qué tan productivo es y es un valor extrínseco: con lo que significa para la sociedad.

Nuestra colaboración de dos años con SycomoreAM ha llevado a la creación de una nueva y poderosa herramienta de análisis de datos, que ofrece una perspectiva social sobre las empresas como empleadores, y la solución de cribado y análisis ideal para realizar un seguimiento del rendimiento de la inversión frente al objetivo de desarrollo 8.

Probando esta innovadora solución de investigación en una cartera del mundo real con un inversor responsable líder que se centra en el capital humano y los buenos trabajos tienen la calificación de funcionalidad y relevancia para todos los usuarios inversores.

The Good Jobs Rating es un buen ejemplo de cómo los inversores pueden utilizar la analítica espacial para mapear y medir el desempeño corporativo a nivel global. Estamos
ahora complementando este análisis espacial de arriba hacia abajo con un enfoque de abajo hacia arriba basado en el lugar: estamos perforando hasta las comunidades reales donde las empresas realmente operan y pueden conectarse con las comunidades como empleadores y actores económicos locales.

Estamos empezando a ver a los inversores hablar sobre el cambio climático y desigualdad al mismo tiempo. Esta podría impulsar el interés de los inversores en la dimensión social del ISR y la inversión de impacto. Nuestro negocio es actualmente viendo un impulso masivo de interés en las dimensiones sociales, tanto de los actores públicos como privados. Lo qué el COVID-19 ha demostrado es que todos deberíamos estar interesados en el bienestar de las personas al menos porque las empresas requieren un gasto de personas saludables ¡Gastando dinero!

El cambio climático y la desigualdad deben verse como dos lados de la misma moneda. Ahora necesitamos abordar tanto el desafío de la resiliencia y la sostenibilidad como el de desarrollar estrategias de inversión que puedan afrontar este desafío.

Cuando se trata de inversiones a largo plazo, el bienestar es fundamental. Ya estamos presenciando gobiernos y fondos de pensiones que se mueven en ese dirección. De hecho, cada vez más inversores quieren para tener este impacto.

¿Qué ha hecho que todos cambien de opinión? ¡El cambio climático! Ha amenazado tanto a las empresas como inversores sobre sus consecuencias sociales: si está interesado en proteger los activos a largo plazo, tienes que estar preocupado por el clima de cambio. El Covid-19 es definitivamente un catalizador para la consideración de los factores sociales porque ha expuesto la vulnerabilidad del sistema y la posibilidad de este tipo de crisis global ocurran cada vez más.