A 10.642 kilómetros de distancia, en Japón, la crisis es vista como una oportunidad de inversión.
En la lengua nipona, la palabra crisis (pronunciada kiki) está compuesta por 2 caracteres: uno que significa peligro y otro que significa oportunidad.
En la cultura japonesa siempre se intentan buscar formas de obtener beneficio ante situaciones adversas. De carácter resiliente, quizás el mejor ejemplo que nos muestran los nipones sea cómo resurgieron después de la guerra. ¿Por qué son capaces de ver el lado bueno de las cosas en situaciones de crisis? ¿Podemos nosotros, desde nuestra cultura occidental, tomar ejemplo y ver una oportunidad de inversión en un período bajista?
Crisis = Oportunidad
“Los japoneses no lloran”. O eso dicen. La mayor lección que podemos aprender de ellos es que ante tiempos de dificultad, intentan buscar una oportunidad o solución en lugar de caer en el pesimismo y la estática de que las cosas ya cambiarán.
Este pensamiento podemos llevárnoslo también al mundo económico y financiero. ¿Por qué no?
Una de las constantes de la economía de mercado, tanto en el ámbito de la producción de bienes y servicios como en el ámbito de los mercados financieros, es que es cíclica. Este ciclo conlleva que se sucedan los periodos de crecimiento seguidos de periodos de recesión y viceversa.
En el caso de las crisis económicas, la recurrencia de éstas se ha reducido gracias a las políticas monetarias acomodaticias que llevaron a cabo los bancos centrales, políticas destinadas a suavizar, precisamente, los ciclos económicos.
Podemos ver un ejemplo bastante claro en el caso de los ciclos económicos de Estados Unidos, pero es un fenómeno que se ha extendido a escala global tal y como muestran los datos recopilados por Maddison Project, (ver imagen).
Sin embargo la dinámica de las crisis económicas, no ha sido ni de lejos la misma que han tenido las crisis financieras. De hecho, la frecuencia con la que se suceden las crisis financieras ha crecido a lo largo de los últimos años, en buena parte gracias a la expansión y crecimiento tanto a nivel cuantitativo como cualitativo de los mercados financieros.
Así lo muestran varios estudios como este realizado desde Deutsche Bank (ver imagen).
Afrontar las crisis desde el ámbito de la inversión
Como hemos podido observar, las crisis financieras y bursátiles no son obstáculos que podamos eludir del todo si queremos invertir parte de nuestro capital en los mercados financieros, al igual que es imposible no afrontar periodos de pérdidas. Sin embargo, las crisis también son sinónimo de oportunidad desde la óptica de la llamada destrucción creativa. Esto es, en los periodos de crisis aquellos negocios o proyectos de inversión mal asentados o fallidos desaparecen y solo sobreviven aquellos que sí son verdaderamente rentables y exitosos.
Cuando una crisis financiera o bursátil se desata, las caídas generalizadas en la Bolsa se producen y el pánico hace que sea difícil distinguir aquellos valores que son una buena opción de inversión. No obstante, a medida que pasa el tiempo aquellas opciones de inversión que sí entrañan un verdadero valor añadido resisten mejor el embate de la crisis.
Es en estos momentos cuándo, si observamos que nuestra cartera de inversión tiene valores que no son los adecuados, deberíamos recomponer los fondos de nuestra cartera. ¿Cómo? Investigando y añadiendo aquellos valores que puedan robustecer y garantizar que la cartera pueda generarnos una mayor rentabilidad aún en un período bajista.
Cómo me ayuda Finanbest ante una oportunidad de inversión
Poder cubrir todo el mercado y seleccionar esos valores negociables requiere de una inversión en tiempo, ese activo tan cotizado en este siglo XXI. Además, se debe analizar correctamente un volumen enorme de información que un inversor humano no puede hacer.
Finanbest y su modelo de gestión automatizada recopila toda esta información a un coste muy reducido para cualquier inversor. Gracias a la aplicación de la tecnología de los roboadvisors y nuestro equipo de expertos, la crisis se convierte en oportunidades de inversión, con una cartera ajustada a tu nivel de riesgo, diversificada y con comisiones muy bajas.
Las crisis financieras son una prueba de fuego no solo para los activos financieros sino también para los inversores. Los roboadvisors también han llegado para crear oportunidades en situaciones adversas, una lección japonesa que conviene aprender para no desmoralizarnos con nuestras inversiones.
