La gestión indexada, canalizada a través de roboadvisors, ha llegado al escenario para quedarse. ¿En qué consiste?. Sigue leyendo y perderás el miedo a invertir con un roboadvisor. Principalmente podemos decir que es un servicio de asesoramiento financiero y de gestión de patrimonio automatizado. El proceso de gestión es sistemático, cuantitativo, y basado en algoritmos y modelos matemáticos. Tiene como principal meta ofrecer más rentabilidad con menos riesgo. ¿Cómo lo logra?
- Sus costes y comisiones son radicalmente bajos
- Seleccionando con total independencia los mejores fondos de inversión (fondos indexados en la mayoría de los casos)
- Con una diversificación global optimizada dinámicamente
- Toda acción humana que no aporte valor, incremente costes o pueda ser automatizada ha sido eliminada
Es este último concepto el que disuade a muchos inversores de apostar por vehículos de gestión automatizada, temerosos de que los procesos automáticos puedan reducir su nivel patrimonial, principalmente, en momentos de caídas en los mercados. Sin embargo, la realidad muestra que la tranquilidad acompaña más a estos productos que a otros, como son los fondos de inversión de gestión activa.
Y es que a 10 y 15 años los datos demuestran que en la gran mayoría de los casos los fondos de gestión activa no cumplen con lo prometido: sus rentabilidades netas son inferiores a la de los índices que ellos pretenden batir. En cambio, un fondo indexado dice lo que hace y hace lo que dice: replica la rentabilidad de un índice y con una comisión de gestión mínima.
Además, hay que destacar que ningún robot toma las decisiones de inversión. Un comité de inversión compuesto por expertos parametriza el modelo, analiza los datos y los resultados, y decide de los cambios de estrategia e inversiones concretas.
Otro apunte a tener en cuenta para quitarnos esa sensación de miedo es el de las comisiones. Nadie quiere pagar de más y los roboadvisors ofrecen un servicio de bajos costes y atraen sobre todo a aquellos inversores que han vivido en sus proprias carnes lo que significa pagar comisiones exageradas e indebidas en productos de inversión. En esta línea, gracias a su automatización los costes pueden llegar a ser hasta un 80% inferiores a los productos tradicionales: este ahorro en comisiones se traduce directamente en rentabilidad adicional.
A eso hay que añadirle la transparencia. Miedo se debe tener a la ocultación de determinados datos y las entidades tradicionales no han sido transparentes al comunicar costes de gestión o cancelación. Con este problema histórico en las espaldas, los roboadvisors se han centrado escrupulosamente en el usuario y comunican los costes de una forma nítida y clara. Sin nada que ocultar.
Por otra parte, precisamente al ser automáticos nos podemos olvidar de la ejecución de las órdenes de compra y venta de nuestras acciones o fondos de inversión. En resumen, esto permite no depender tanto de las emociones humanas a la hora de tomar decisiones.
El factor miedo debería desaparecer también por el grado de independencia que tienen las entidades que ofrecen una gestión automatizada. La banca tradicional la mayoría de las veces hará recomendaciones de sus propios fondos, aunque sus rentabilidades estén por debajo de la media del mercado. Un gestor automatizado no mostrará intereses particulares y buscará la mejor opción que se amolde a tus necesidades, sin ningún conflicto de interés.
Y aquí entramos en el terreno de la personalización. No todos los inversores tienen las mismas metas: algunos tienen un perfil más conservador y otros tienen una mayor tolerancia al riesgo. De ahí que estos productos financieros se ajusten a los objetivos particulares, realizando primero un perfilado del inversor. Nosotros en Finanbest definimos en 2 minutos los objetivos y el nivel de riesgo de tus inversiones, para luego enseñarte el plan de fondos de inversión que mejor te encaja y que puedes contratar con nosotros.
En resumidas cuentas, en Estados Unidos los roboadvisors cuentan ya con muchos años de experiencia y gestionan 256.000 millones de dólares de activos bajo gestión, según los datos de Statista. En Europa ya hay más de 100 gestores automatizados y la previsión de seguir creciendo.