Creo que se ha entendido perfectamente mi opinión respecto a estafabanca, aunque algunos malinterpreten, más que mis palabras, mis intenciones. Enhorabuena y agradecimiento al trabajo desinteresado y pertinaz de los que integran la plataforma. He hecho algunas consideraciones críticas sobre la estrategia y los modos en los que algunos casos han actuado, y aunque en mi primera intervención la crítica ha sido acerba, luego he rebajado el tono pues estaba cometiendo yo mismo uno de los pecados que a ellos les asignaba. En este caso, el de dejarse llevar por las emociones. Las pasiones, la"passio" griega , tiene la misma raíz etimológica que pasividad. Los griegos consideraban que si una persona se dejaba llevar por sus emociones, por sus pasiones, estaba siendo realmente un ser pasivo, estaba dejando de ser libre, esto es, estaba dejando de actuar con criterio.
Lo único que pido es que, en el sentido expuesto, hagamos verdadero uso de nuestra libertad y de nuestro criterio y que no nos olvidemos también de respetar la libertad de criterio de los que no piensan como nosotros.
Respecto al crédito y la quiebra un par de apuntes. Si la caixa quiebra y tengo las subordinadas, pierdo con casi toda seguridad todo mi dinero, pues como sabéis perfectamente sólo tenemos preferencia de cobro sobre preferentistas y accionistas. Sin embargo, si he pedido el crédito tengo el dinero conmigo, y hay que esperar a que un tercero acreedor de la caixa impugne mi préstamo, circunstancia esta de evidente dificultad pues es un tercero ajeno a la relación jurídica. Para que el juez lo anulara, tendría éste que considerar que el préstamo se signó para defraudar los derechos de los acreedores, y obviar, -doble dificultad por tanto-, que nosotros hemos actuado de buena fe y que por tanto las consecuencias jurídicas de la anulación sólo deberían repercutir en la caixa y sus administradores.
Por otro lado, la caixa no podria ir contra nuestros bienes personales, -por respeto a lo pactado y la doctrina de los actos propios- puesto que en el último borrador de préstamo que he leído aclara que bajo cualquier circunstancia la única garantía del préstamo serían las subordinadas, no existiendo por lo tanto garantía personal.
Ello no obsta para que siendo el derecho, para bien y para mal, extremadamente flexible, los jueces decidan interpretar el derecho de aquella manera - y no de "esta", la manera lógica-.
No tenemos por tanto la seguridad al 100% de que en caso de quiebra no tengamos que terminar, por advocación judicial, devolviendo el dinero, pero lo que sí es seguro prácticamente al 100% es que en caso de quiebra, si continuamos con las subordinadas, lo perderemos absolutamente todo.
Y una cuestión, aceptar el préstamo no implica tener que abandonar la lucha ni dejar de seguir exigiendo en la calle y en los foros donde haga falta la devolución de nuestro dinero, ni tampoco significa renunciar a reclamar judicialmente, pues precisamente con la contratación del préstamo se advera nuestra necesidad de liquidez. Por lo tanto lo del préstamo es una posibilidad que no hay que descartar salvo que uno la rechace radicalmente por cuestiones de principios, caso en el que, como ya dije en mi anterior post, debemos no sólo respetar esa decisión, sino también admirarla.
Respecto a lo que deslizabas en uno de tus comentarios sobre mi forma de escribir, sosteniendo que lo importante es el fondo, - no se si querías indicar de tal modo que mis comentarios adolecían de sustancia- estoy completamente de acuerdo contigo, si me dejas después añadir que también es importante no descuidar la forma. Un regalo es el mismo regalo ya venga envuelto en un papel arrugado de periódico o venga bien preparado y envuelto , pero convendrás conmigo en que, aún siendo en ambos casos el mismo regalo, no es en ambos casos lo mismo. Pero que nadie quiera extraer de esto que yo quiero despreciar a nadie por como escribe, pero también, lógicamente, pido, que nadie me desprecie por mi forma de escribir a mí.