Pablo Iglesia podía haber sido “El Mesías” esperado por la Izquierda…
……Pero ha sido un vulgar embaucador de almas cándidas
Pablo Iglesias y su troupe, surgió como agua clara de un puro manantial del que iban a beber millones de españoles que estaban bebiendo aguas contaminadas por el bipartidismo.
A los menos cándidos, les chocaron las formas y vestimentas de aquellos, les parecieron algo inadecuadas para predicar la verdad, ya que la verdad se debe predicar con la cara lavada, con el pelo suelto, y las ropas al igual que el alma, sin mácula ni manchas.
Se esperaba de ellos que predicaran “su evangelio” con amor y con humildad, como lo hizo Jesús de Nazaret hace dos mil años; pero no. “el Mesías” del siglo XXI, no estaba predispuesto a llevar una cruz a cuestas y se crucificado como aquel… ¡Qué va! ¡qué va! Porque éste, no es hijo de Dios, es hijo y nieto de activistas revolucionarios que en vez de un crucifijo portaban una hoz y un martillo.
Y “el Mesías” del siglo XXI, en poco más de cuatro años, dejó el “Portal” en donde humildemente vivía, para por arte de magia vivir en una mansión mas digna que “Herodes”. Un “Herodes” que como el otro, no mandó matar a todos los recién nacidos, porque no vieron ningún peligro en su proyecto de sociedad.
Y “este Mesías” en vez de dar de comer a los hambrientos, de beber a los sedientos, curar enfermos y resucitar a los muertos dijo: “estoy aquí para solucionar mis problemas y los de mi gente”, los demás que se busquen la vida como puedan.
Y bien que se la buscó… sólo cuatro años le bastaron para montarse en el burrito. ¡Pero qué digo! El que se montó en el burro fue el otro; éste se ha montado en el Euro.
Y muchos de esos cándidos que esperaban con la boca abierta, igual que “los pájaros de la vega” la solución a sus problemas, siguen igual de menesterosos, con la misma hambre, con la misa sed y con las mismas carencias.
Veremos cuanto dura en España el “timo del Mesías”. Como dure tanto como los de la estampita o el toco mocho, tenemos timo para rato.
¡Es que en España hay tanto timo-rato...!