Las Dictaduras y las Democracias
Quien no haya vivido y sentido la Dictadura Franquista y sobrellevando la Democracia Española durante los mismos años, no podrá entender mis reflexiones sobre ambos sistemas políticos por una razón muy simple: porque todo en la vida se mide por comparaciones, sin comparaciones, no se puede medir nada, ya que es imprescindible un punto de referencia para hacerlo. Pero en las mediciones se puede hacer trampas, ya que se pueden adulterar las medidas de comparación conforme a las ideas del que compara o quienes comparan, y esas trampas, se hacen mejor en las democracias, ya que éstas son proclives en nombre de la misma, ya que la libertad de expresión lo permite. En las dictaduras las trampas solamente las puede hacer uno: el dictador. Y aquí reside el gran problema de las democracias; que la masa ciudadana no tiene muy claro donde radica el bien del ciudadano, de ahí los bandazos que pegan los demócratas: hoy gobiernas tú, mañana yo. Los dos nos enriquecemos y los ciudadanos que paguen y se empobrezcan. El problema de la Dictadura Franquista, solo lo tenían los que lucharon contra el Régimen dando la cara. ¡Y claro! Franco se las partió. Los que se adaptamos al mismo, unos por convicción y otros por intereses ocultos, no tuvieron más problemas que el de no poder votar para elegir a sus gobernantes; pero libertad para desarrollarse profesionalmente la tuvieron sin más límites que aceptar las reglas del juego, reglas que consistían en el estudio, el trabajo y la honradez. Al ciudadano de a pie de la Democracia Española de hoy, le pueden llegar las hostias por todos los lados y sin enterarse. Al de ayer, en la Dictadura, sólo le podían venir las hostias en una dirección, y sabía muy bien a qué atenerse. La democracia es el sistema político más perfecto, cuando los pilares de la misma son entendidos por todos, al margen de las ideas. Pero cuando esos pilares son de cartón, entonces las democracias son más parecidas a “merienda de negros” que a un sistema en donde impera el respeto a las leyes que las rigen. Las dictaduras se imponen, cuando un pueblo es incapaz de desarrollarse dentro de una plataforma común. Por lo que hoy: noviembre de 2017, conforme está la situación, España está más cerca de otra dictadura que de una democracia moderna y desarrollada.