los trabajadores -tanto por cuenta ajena como autónomos- que acrediten que, antes de cumplir 52 años hayan pasado por una situación de incapacidad permanente total, absoluta o de gran invalidez y que, posteriormente, en un expediente de mejoría se les declare “plenamente capaces o incapacitados en grado de incapacidad permanente parcial”, tienen derecho a acceder a esta ayuda, siempre y cuando no cuenten con ingresos individuales por encima del 75% del SMI (Salario Mínimo Interprofesional), hayan cotizado por desempleo durante al menos seis años y estén inscritos como demandantes de empleo.