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El Gobierno elevó las perspectivas de crecimiento económico al 3,2% en 2016, pero éste podría escalar finalmente una décima más, hasta el 3,3%, según fuentes consultadas por LA RAZÓN. Se trata de una tasa que prácticamente duplica la de la media de la eurozona. Así, el avance en 2017 será superior al 2,5% previsto. Incluso a Manuel Alejandro Hidalgo, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Pablo de Olavide, no le extrañaría que fuera próximo al 3%.
Viento en popa, pero ¿a toda vela? La velocidad de crucero permitirá al PIB recuperar la riqueza perdida en la crisis –del 10%– durante la primera mitad del año. La economía rubricará su crecimiento, aunque se suavizará debido al menor impulso de factores extraordinarios como la bajada de impuestos, la caída de los tipos de interés o el abaratamiento de los productos energéticos. Mientras que el consumo privado no se debilite, las condiciones de financiación no se endurezcan y la recuperación de los salarios reales se consolide, el avance continuará siendo significativamente superior al de las principales potencias económicas, a no ser que se materialicen determinados riesgos que acechan sobre el contexto internacional o que se reviertan las reformas efectuadas, advierte Almudena Semur, gerente del Instituto de Estudios Económicos.
Empleo
La creación de empleo en 2016 será cercana al 3%, aunque la incertidumbre en la política económica ha podido restar dos o tres décimas. El ritmo medio anual se mantendrá en torno al 2,5% durante los tres siguientes ejercicios, por lo que en el periodo 2016-2019 se podrían generar casi dos millones de puestos de trabajo, que permitirían alcanzar en 2020 los 20 millones de ocupados. En términos anuales, la última EPA muestra que se han conseguido 478.800 nuevos empleos y que el pasado trimestre fue el mejor en los últimos 11 años. Lejos de la complacencia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, priorizará en 2017 la creación de medio millón de nuevos empleos.
Rafael Doménech, economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, asevera que en 2017 podrán generarse más de 400.000 puestos de trabajo. «Con una tasa de paro del 18,9%, una tasa de temporalidad del 27% y una elevada tasa de paro de larga duración, España no puede permitirse derogar las reformas realizadas, sino que tiene que seguir profundizando en ellas». Doménech sostiene que la tasa de paro a cierre de 2015 fue del 20,9% y que, si se cumplen las previsiones, ésta se situará a finales de 2017 por debajo del 18%.
Déficit
El déficit público cayó al 2,78% del PIB hasta septiembre. Y todo parece indicar que en 2016 rondará el 4,4%, dos décimas inferior al 4,6% comprometido con Bruselas. Completar el saneamiento de las cuentas públicas representa otra de las máximas prioridades, ya que el desfase presupuestario debe seguir reduciéndose hasta el 3,1% en 2017. Sin embargo, hay quien vaticina que superará en unas cinco décimas el objetivo marcado. La deuda, por su parte, se estabilizará en torno al 100% del PIB.
Se aleja el fantasma de la deflación. El IPC se disparó ocho décimas en diciembre y cierra el año en el 1,5%, su nivel más alto desde agosto de 2013. Pero el próximo año, la subida del petróleo y el encarecimiento de las importaciones –como consecuencia de la depreciación del euro– auparán todavía más el índice de precios. Santiago Carbó, investigador de Funcas, no descarta que se acerque al 2% durante algunos meses, lo que supondrá un desafío para la política monetaria del BCE.
Mercado bursátil
El Ibex 35 arrancó el año por encima de los 9.500 puntos y lo cerrará en la zona de los 9.300. El azote de comienzos de 2016 lo lastró hasta los 7.746 puntos. Posteriormente, cuando parecía que llegaba la calma, el Brexit hundió el selectivo español más de un 12% en la peor sesión de su historia y lo llevó a mínimos anuales, que registró el 27 de junio, en 7.645 puntos. Carlos Fernández, analista de XTB, explica que el hecho de que el Ibex deje de marcar mínimos cada vez más bajos y comience a marcar máximos crecientes invita al optimismo. «Con el escenario actual, podríamos fijar objetivos para 2017 en torno a los 10.000 puntos», remarca.
Prima de riesgo
La prima de riesgo, en cambio, ha tenido un año bastante tranquilo gracias a las compras de deuda del BCE, que han constituido un bálsamo para los mercados. Hoy en día, tanto España como Alemania se financian a costes desmesuradamente bajos por las políticas expansivas de Mario Draghi. Por ello, la prima de riesgo podría haber tocado suelo. Aunque la tendencia debería ser alcista para el coste de financiación y pese a que la retirada progresiva de los estímulos monetarios debiera presionar al alza los tipos de interés, no supone irrefutablemente un incremento en la prima de riesgo, ya que los tipos alemanes también tendrían que subir, por lo que el diferencial podría mantenerse estable en torno a los 120 puntos básicos.
Comercio exterior
El comercio exterior ya supera el 33% del PIB, y éste será el quinto año consecutivo de saldo positivo. Las exportaciones españolas de mercancías subieron un 0,9% entre enero y octubre de 2016 respecto al mismo periodo del año anterior. Las importaciones, por su parte, cayeron un 1,6%. Como resultado, el déficit comercial de los diez primeros meses se situó en los 15.060 millones de euros, un 26,6% menos que en el mismo periodo de 2015.
Semur asegura que este año las exportaciones españolas volverán a ganar cuota de mercado y que la aportación del comercio exterior al crecimiento será positiva en el conjunto del año. De cara a 2017, de algunos informes se desprende que el porcentaje de empresas españolas que esperan incrementar la cifra duplica al de las compañías europeas y aumenta 10 puntos respecto a los resultados de 2016.
Si las exportaciones se encuentran en la actualidad en niveles récord se debe, sobre todo, a la mayor competitividad de la economía española. En 2016 las ventas de bienes y servicios al exterior crecerán cerca del 6%, al igual que las importaciones, que evolucionarán en consonancia con la demanda interna. Por otra parte, las últimas previsiones efectuadas por la OCDE señalan que España registrará un superávit por cuenta corriente del 1,7% sobre el PIB durante 2017.
Pese a la buena marcha de las exportaciones, la demanda interna continuará propulsando el crecimiento. La caída del endeudamiento neto de las familias y la mejora del empleo pueden sostener el consumo en tasas elevadas. Es más, el avance del consumo privado será del 3,3% en 2016 y del 2,3% en 2017.
Si otro de los principales puntales de la economía española es el turismo, que ya representa el 11,1% del PIB y el 13% del empleo, España recibió hasta noviembre 71,6 millones de turistas extranjeros, batiendo un nuevo récord. Y las perspectivas para 2017 son bastante halagüeñas, debido al flujo de turistas que nuestro país podría recibir de destinos, como Túnez o Turquía, que han perdido buena parte de su atractivo por las amenazas terroristas. No obstante, el Brexit y la consecuente devaluación de la libra podrían reducir la llegada de británicos, que en el acumulado del año han supuesto más del 20% del total.
La inversión
La inversión extranjera productiva en España, la que genera empleo, cayó un 32,6% entre enero y septiembre de 2016, hasta situarse en 11.199 millones de euros. Estos son datos cada vez más variables, lo que dificulta enormemente realizar estimaciones para el cierre del ejercicio. Pero Javier Flores, responsable de Asinver, no cree que en 2017 mejore sustancialmente la cifra, sin perjuicio de que la apreciación del dólar hace más atractiva la zona euro.