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Me he perdido

2 respuestas
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#1

Me he perdido

Vamos a ver si me aclaro, los remedios Keynesianos de toda la vida nos dicen que en una crisis el gobierno debe invertir y endeudarse para incentivar el empleo y el consumo. Los Neocon dirían que hay dejar al mercado tranquilito que ya se recuperará el solito y que para facilitarselo abaratemos el despido.
Zapatero dice haber disminuido el gasto en 2500 millones de euros con una mano mientras con la otra ha incremntado el gasto de los Ayuntamientos en 8.000 millones de Euros (me siguen saliendo 6.500 millones de incremento de gasto) y en vez de presumir de estar invirtiendo en salir de esta crisis, presume de hacer un ejercicio de austeridad , justo lo contrario a su teótico ideario político......me parece que no tenemos las ideas muy claras.

#2

Re: Me he perdido

La clave supongo que estará en la diferencia entre gasto e inversión. No todo incremento del gasto supone un estímulo en el sentido keynesiano, y dentro de los últimos será cuestión de grados. Si por ejemplo se invierten X millones en pintar una cúpula en un edificio oficial, cierto artista se sentirá muy estimulado, pero la economía general se queda como estaba (al menos en un primer momento, puede ser que el artista sea un derrochón y acabe gastándoselo todo en caviar, champán y los dvds de la filmografía de González-Sinde). Si en cambio esos mismos millones se invierten en comprar ordenadores y contratar informáticos mileuristas para que pongan al día la red informática judicial, habrá estímulo en el corto plazo, además de efectos positivos en el medio y largo plazo.
El alardear de reducir el gasto público en 2500 millones supone en la práctica reconocer por ZP que gran parte de ese gasto es improductivo o directamente un derroche, pues si no lo fuera no tendría sentido reducirlo.
Saludos

#3

Re: Me he perdido

Al final todos los caminos conducen a Roma, a la deuda del Estado hasta los límites que permitan nuestros vecinos. El Estado nos protege a todos con dinero creado de la nada y que no se sabe quien va a pagar en el futuro o si se va a pagar. Y ni siquiera es dinero, sino pulsaciones en una pantalla electrónica. Seguirá financiando el Estado todo lo que preocupe a la opinión pública, seguirán los malabares de los bancos centrales comprando deuda de dinero que no existe y todo esto no dejará de ser un espectáculo cirquense porque la clase media y trabajadora, no pueden colaborar más que como espectadores hasta que de una vez por todas se amplíe ese cuello de botella que no permite llevar el dinero a la economía productiva, que además tampoco existe.