Donde nos llevan?
- Nuestros jóvenes se van al extranjero, no por el abandono en que viven, sino por espíritu aventurero.
- La gente se suicida porque quieren vivir en palacios y no se conforman con dos habitaciones, baño y cocina y una hipoteca que perdura hasta que el desahucio los separe.
- Seis millones de parados prefieren el televisor de plasma al pan de cada día.
- El infartado se muere porque no podía pagarse la ambulancia que le trasladara el corazón a un hospital.
- Los despedidos de larga duración se han acostumbrado a vivir sin trabajar y en consecuencia no deben ser contratados, dice el secretario infame de la OCDE.
- Le pagan quinientos euros al viejo para que alimente a su hijo de cuarenta, su nuera y sus nietos.
- Hay que inyectar dinero a los bancos porque se han venido abajo.
- A los que viven en el INEM se les usurpa el subsidio que se han ganado cotizando mientras trabajaban. A los viejos se les escatima una pensión decente que se han ganado con nóminas de cuarenta años. A unos y otros se les roba lo que fueron amontonando para un presente sin empleo o una vejez de petanca. Todo para que los bancos compren alfombras donde pisen los usureros de corbata de seda y zapatos italianos.
- Que los dependientes se arrastren.
- Que las mujeres maltratadas pongan la otra mejilla. Lo recomienda Ana Botella.
- Que esperemos al cielo de un dios fin de trayecto, recomienda Rouco.
- Nos quitan las viviendas en connivencia con los bancos y nos aseguran que las estrellas son hermosas para hacer el amor los sábados por la noche.
- Ponen precio a la justicia y aseguran que es para conseguir una justicia gratuita.
- Nos reducen la sanidad, subastan la agonía y nos aseguran que es para alejarnos de una afición hospitalaria.
- Nos mandan al INEM y quieren que vayamos cantando.
- Nos arrodillan ante los Bancos y nos mantienen a latigazos y nos hacen creer que es la adoración sincera porque no se puede hundir el sistema sin que nos ahoguemos todos.
- Hay que elegir entre el pan y el ventolín que te alivie el enfisema, entre respirar o comer.
Pues que se jodan.
Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.