España no debe reflotar Bankia, debe eliminarla
Tanto hablar del rescate de Bankia, de cómo se va a hacer y de cómo se financiará que se ha perdido lo que se debe hacer con Bankia, que es eliminarla del panorama financiero.
Bankia no debe recibir dinero público, ni de España ni de Europa, para luego competir con los bancos que están peleando en el mercado. Empresas privadas deben ganar o perder ellas solas, sus accionistas y prestatarios también y sus ejecutivos y empleados también. Lo que hay que hacer con Bankia es lo siguiente:
El Estado debe tomar el control del 100% del capital de Bankia.
Los accionistas existentes verán el valor de sus acciones reducidas a zero, una operación acordeón ajustará la contabilidad. Así es el capitalismo, inversiones implican riesgo.
Todas las obligaciones interbancarias serán respetadas.
Los acreedores del banco, excepto los interbancarios, verán el valor de lo que se les debe reducido a zero. Así es el capitalismo, préstamos e inversiones implican riesgo.
Los depósitos estarán garantizados hasta el nivel estipulado por el Fondo de Garantía de Depósitos (hasta 100.000 euros).
Anunciar que los depositantes no verán interrupción alguna en el acceso a su dinero y que Bankia continuará haciendo los pagos que sus clientes tienen contratados, por ejemplo, a través de sus domiciliaciones.
Los activos y negocios inmobiliarios se separarán y depositarán en una empresa independiente. Esta empresa gestionará los activos y venderá lo que pueda, en el tiempo que se estime oportuno, etc.
Esta empresa iniciará su vida siendo financiada al 100% por Bankia pero diversificará sus fuentes de financiación y operará como empresa inmobiliaria independiente.
El objetivo es estabilizar esta empresa inmobiliaria y, con el tiempo, saldrá a bolsa o se venderá.
Los nuevos gestores de Bankia reducirán las actividades del banco, cerrarán o venderán las sucursales que puedan y reducirán el negocio al puramente bancario, toma de depósitos y suministro de préstamos al secto privado.
El objetivo sería subastar esta entidad saneada o, si no hay forma de conseguirlo, completar su cierre.
Añadido a estos, las medidas que ya he comentado en estas páginas también deben seguirse, algunos ya hemos visto pero no todos:
Que los accionistas del banco ayudado pierdan, o se toma su banco y pierden todo, o se inyecta liquidez a cambio de capital barato, donde pierden en dilución.
Que el consejo y los altos directivos del banco ayudado son destituídos.
Que el consejo y los altos directivos del banco ayudado que se marchan no trabajen más en el sector financiero regulado.
Que el consejo y los altos directivos del banco ayudado devuelvan el 100% de la compensación recibida del banco, en cualquier forma que sea, sueldos, sobresueldos, bonus, pagos a sus planes de pensiones, acciones, casas, aviones, todo, durante los anteriores cinco años, quedándose sólo con el sueldo mínimo para esos años, no es excusa que tienen una alta hipoteca que pagar.
Organizar el cierre de un banco es posible y no hay que tener pánico en hacerlo. Para muchos, sólo hay que mencionar la palabra Lehman para espantarles y hacer que estén dispuestos a pagar lo que sea para salvar a un banco. Pues no, ya he hablado en estas páginas de que es posible desarticular un banco y cerrarlo.
No tengo muchas esperanzas de que se siga el camino justo, el que comento. El Ministro de Finanzas hasta alardeó ayer mismo de que el Estado tendría la mayoría de Bankia. La mayoría no, Sr. Ministro, la totalidad y los accionistas y los acreedores deben perder todo. Así funciona el capitalismo, ¡se puede perder también!