Como local anexo a un establecimiento de hostelería el éxito está asegurado y si no al tiempo.
Como club totalmente independiente sin posibilidad de abastecerse de servicios externos (ya que la existencia de servicios intrnos es imposible), es totalmente inviable, porque no tiene ningún interés para los fumadores.
El inconvenientes es que los fumadores tendrán que practicar el autoservicio. Pedir las consumiciones en la barra y transportarlas al club.
Queda por solventar el problema de la limpieza. Se supone que se encargará de ello el camarero fumador socio del club fuera de su jornada laboral.
Lo de nuestros fabulosos legisladores es de descojone.