De acuerdo.
No obstante este es nuestro caso:
Mi frutero, no se a vosotros, pero a mi me cuida. Me guarda la fruta que me gusta. Me recomienda un melón y si me ha salido malo, que me pasó el verano pasado, me regala dos y me pide disculpas.
El ferretero, de toda la vida, amigo de mis padres, nos ha hecho apaños en casa a veces cobrandonos en ocasiones solo la pieza. El carro de los nenes lo arregĺó él. Se negó a cobrarlo, insistimos y le hicimos un regalo para navidades. Poca cosa, un detallito.
El de los seguros donde teníamos los coches, un corredor de seguros nos ayudó incluso a cambiar de compañía cuando nos salía más rentable. Lo divulgamos por la familia y amigos que no creian que existiera gente tan tan honrada. Hoy muchos de nuestros amigos trabajan con ellos, nos saludan y nos aprecian. El día que tengan una franquicia más favorable, ellos saben que en nosotros tendrán unos clientes seguros y agradecidos.
De nuestro médico de cabecera, ni hablemos. Es amigo de la familia desde siempre. Nos ha cuidado y procura darnos remedios caseros como las limpiezas nasales, la cebolla partida en la habitación para la tos de los nenes, los vahos, etc. Se preocupa más allá de si estamos bien de salud.
El mecánico de confianza, cielos para que hablar. En ocasiones nos ha arreglado el aire y "ya de paso" gratuitamente te cambia alguna cosa o te advierte de algun problema en el coche. Si la avería le rebasa te envía a sitios donde te sale bien de precio con todas las garantías.
El cartero, la de cerbecillas que nos hemos hecho en esos días de verano insoportables.
En telefonía movil nos metimos mi mujer en Vodafote yo en Eroskimovil. Ella en Vodafote, pues puede aguantar hasta una hora y media al aparato y la tarifa vitamina se le adapta como un guante. Y yo. Yo hablo poco, digo cuatro palabras; " estoy bien cariño, no te preocupes llego a tal hora y corto. Con esta gente no pago ni establecimiento de llamada ni penalización ni chuminadas. Me considero cuidadísimo, vamos, no nos podemos quejar, nos engañaron en Timofónica, pero ahora hemos encontrado compañias amigas que se nos adaptan.
En cuanto a bancos.... no se... hasta ahora no hemos tenido suerte... y lo peor... me da la sensación, la terrible sensación que no los hay buenos. Algunos que pensaba que se libraban va y me entero que de eso nada. Ahora bien, los que teníamos, ladribankia, esos si que no los quiero.
Un fuerte abrazo, campeón.