La vivienda será prohibitiva en 2024: precios altos e hipotecas caras dejan a la clase media fuera del mercado
En 2023, las familias españolas que fantaseaban con comprarse un piso se dieron de bruces con la realidad. El
mercado inmobiliario les cerró las puertas en la cara a medida que el
Banco Central Europeo (BCE) iba subiendo los tipos de interés.
Comprarse un piso, el hito aspiracional por antonomasia de la clase media española, se ha vuelto casi un imposible para decenas de miles de hogares. Y todo apunta a que así seguirá siendo también en 2024, un año en el que el sector inmobiliario se verá atravesado por las mismas dinámicas que han marcado 2023:
hipotecas caras, menos compraventas, pero precios todavía elevados que apenas se moverán.
Los cambios en el mercado inmobiliario se han sucedido a gran velocidad. Pongámonos en la piel de una familia que se lanzaba a comprar un piso en enero de 2022. En ese momento el inmobiliario iba viento en popa. Se cerraron 52.902 compraventas de vivienda y se concedieron más de 36.000 hipotecas. El interés los nuevos préstamos concedidos rondaba el 1,44% y un hogar promedio formado por dos adultos podía contratar una hipoteca media variable (150.000 euros a 25 años) destinando a ella un 20% de su renta.
el encarecimiento de las hipotecas y el cierre del grifo crediticio de los bancos han borrado a la clase media de la ecuación inmobiliaria. Las compraventas de vivienda se han desplomado un 17% frente a enero del año pasado y la concesión de hipotecas ha retrocedido un 22%. En este panorama, podría esperarse que los precios se hubieran reducido, lo que suele ocurrir cuando cae la demanda. Nada más lejos de la realidad. Aunque las subidas de precios se han moderado, en el segundo trimestre de 2023 el precio de la vivienda era un 3,6% más elevado que en 2022.
Más de lo mismo en 2024
En 2024, obtener un préstamo para comprar vivienda seguirá resultando muy caro, cuando no imposible para los hogares de clase media. Los mercados dan por descontado que el BCE empezará a bajar los tipos de interés a mitad de año, pero hasta que esto se traslade a las condiciones de financiación de las familias pasará tiempo. Además, no hay que olvidar que el contexto económico incierto, con una Europa en la que el PIB lleva un año estancado, disuadirán a los bancos de abrir de nuevo el grifo de los préstamos.
Más tensión en el mercado del alquiler
Otra de las derivadas de la expulsión de las clases medias del mercado inmobiliario se da en el mercado del alquiler. Los hogares que en circunstancias normales podrían haberse permitido comprar, pero que ahora no pueden por los elevados costes financieros tendrán que recurrir al alquiler. Un mercado que ya está muy saturado de por sí ante la falta de oferta y a una enorme demanda, sobre todo en las grandes ciudades.
Esto no hace más que añadir más presión a los precios, que parece todavía menos probable que se puedan reducir a corto plazo. "Es muy difícil que veamos alquileres con reducciones de precios. Tendríamos que ir a una situación económica muy mala. Lo normal es que sigamos con tensiones importantes de precios", concluye Josep Maria Raya.