Llevo muchísimos años invirtiendo en Bolsa, he especulado con acciones, divisas, materias primas, largo, corto, cfd´s, futuros, etc. Gané rápidamente pastizales que luego perdí igual de rápido. Seguí leyenendo y aprendiendo. Después de más de 15 años mi balance era negativo (muy negativo). Seguí leyendo, operando y aprendiendo. Conociéndome a mi mismo, a los demás y al mercado. El poso iba siendo cada vez mayor.
Un día de repente se produjo un click. Sigo aprendiendo cada día y doy gracias por eso y por todo.
2013 fue mi año de florecimiento, todo lo que estaba latente se concretó, se organizó, ahora tiene sentido.
He pasado de hacer varias operaciones a la semana (o al día) a no hacer operaciones en absoluto. Larguísimo plazo (años)
He pasado de estar todo el día mirando la cotización a disfrutar de la vida y de la bolsa.
He pasado del análisis técnico puro al Value Investing y el gráfico como mero apoyo.
De la diversificación a la concentración.
He pasado del gusanillo en el estómago en las bajadas a la calma total (e incluso alegría si tenía
liquidez).
Una Cita:
"Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores. No es necesario hacer cosas extraordinarias para obtener resultados extraordinarios" (Warren Buffet)
Un cuento real:
Después de plantar la semilla de esta increíble gramínea, no se ve nada durante cinco años, excepto un lento desarrollo de un diminuto brote a partir del bulbo. Durante cinco años, todo el crecimiento es subterráneo, invisible a simple vista, pero una maciza y fibrosa estructura de raíz que se extiende vertical y horizontalmente por la tierra está siendo construida.
Entonces, al final del quinto año, el bambú chino crece hasta alcanzar una altura de veinticinco metros.
“Muchas cosas en la vida personal y profesional son iguales al bambú chino. Trabajas, inviertes tiempo, esfuerzo, haces todo lo que puedes para nutrir tu conocimiento y algunas veces no se ve nada durante semanas, meses o años. Pero si tienes paciencia para continuar trabajando, persistiendo y alimentando, tu quinto año llegará, y con él vendrá un crecimiento y cambios que tu jamás esperabas…El bambú chino nos enseña que no debemos fácilmente desistir de nuestros proyectos y de nuestros sueños…En nuestro trabajo o misión, especialmente, que es un proyecto fabuloso que envuelve cambios de comportamiento, de pensamiento, de cultura y de sensibilización, debemos siempre acordarnos del bambú chino para no desistir fácilmente delante de las dificultades que surgirán. Trata de cultivar siempre dos buenos hábitos en tu vida: la persistencia y la paciencia,¡pues mereces alcanzar todos tus sueños!”
Covey, “Más cuentos con Alma”
Banbú Chino