Lo que a mi me parezca no es significativo, simplemente doy mi punto de vista, porque me asombra la situación.
En el fondo, solo reivindico respeto para el pequeño inversor.
Respeto, ni más ni menos.
Y en caso de responder a algo, creo que la pregunta sería: ¿Quién pierde y quién gana con esta posible fusión/absorción?
Pierde el aldeanismo paleto y miope, que se niega a adaptarse a la realidad de los tiempos, que pretende luchar contra la evolución natural del sistema económico libremente aceptado , como si su país fuera una isla inmune a lo que le rodea.
Y que por evitar un teórico mal menor ahora, puede conseguir otro mal mucho mayor mañana.
Pierde el pequeño accionista. Ese que es el dueño real en su parte alícuota, de los bancos en litigio, el que pone la pasta y paga la fiesta, para entendernos.
Pierde si las fuerzas políticas se alinean y coordinan en contra de los intereses de los propios dueños, les acogotan mediáticamente y les amenazan con pasar su rodillo por encima sin ni siquira pedirles su opinión... e incluso si es favorable .
Así no tiene sentido invertir.
Mejor que decidan ellos por nosotros y que sean ellos los que hagan las inversiones y pongan y quiten gestores, que a su vez rindan cuentas a los que les han colocado digitalmente.
En definitiva, así pierde una sociedad su libertad.
Y a mi me dijeron que vivía en un país libre y democrático... y me lo creí.
¿Y quién gana?
Pue si el acuerdo llega, gana el accionista.
El de Sabadell a corto plazo y el de ambos bancos a largo plazo.
Esos que como dueños, han de ser los primeros en la lista de invitados... y resulta que están siendo los últimos.
Y gana el país.
El argumento de la concentración bancaria es evidente que es falso; primero por sentido común, puesto que España es un país más de la UE y todos los europeos podemos elegir el banco que nos da la gana, no entre 3, sino entre 5000.
Y segundo porque según la propia regulación europea, menos del un 30% regional no se considera monopolio y la fusión no llega a eso ni de lejos.
Un banco fuerte y potente que puede serlo aún más por la gran divesificación que presentaría, por la sinergia de los dos bancos juntos y por la potencia de sus activos; sería la envidia de cualquier país de nuestro entorno... pero aquí se le ponen palos en las ruedas en su propia casa. Es mortificante para el sentido común.