Aquí está todo el meollo del asunto. Toda irregularidad o estafa posterior proviene de un origen delictivo primero: el falseamiento de las cuentas por el anterior Consejo con la connivencia de los auditores que causa engaño a los inversores. Lo posterior, aparte de difícilmente demostrable ante la Justicia, no es más que una consecuencia de un delito primero cometido.
Gracias, Rodrulio, por poner este enlace, que les puede esclarecer a algunos por dónde han de ir los tiros, y no de otra manera, por vía judicial.
Saludos.