Lo dice LA CAIXA,
ARTÍCULO DE el c onfidencial
La Caixa pone en duda que el Estado vaya a tener superávit este año y sugiere que hace contabilidad creativa
http://www.elconfidencial.com/economia/noticia.asp?id=848&edicion=07/12/2005&pass=
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Oficialmente, el conjunto de las administraciones públicas tendrán este año un superávit cercano al 1% del Producto Interior Bruto (PIB). Pero hay quien duda de que el saldo presupuestario final refleje fielmente la salud de las cuentas públicas. En su último informe mensual de coyuntura, la Caixa llama la atención sobre la utilización sistemática de un truco contable –que ya se utilizó en tiempos del Partido Popular- que consiste en sacar del presupuesto miles de millones de euros camuflados bajo la figura de ‘activos financieros’.
Esta fórmula de elusión del déficit –aceptada por Eurostat- fue denunciada por el Partido Socialista en tiempos de la oposición, pero sigue operando con plena eficacia en los Presupuestos de 2006. Consiste en considerar como activos financieros determinadas inversiones que corren a cargo de organismos como el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (1.851 millones de euros), el Ministerio de Industria (2.773 millones) –a través de los programas de Investigación y Desarrollo- o los préstamos a promotores de infraestructuras de carreteras (679 millones).
Según la Caixa, todas estas partidas “se asimilarían más a un gasto de inversión real” que a un mero activo financiero, por lo que deberían tenerse a cuenta a la hora de la contabilización el déficit público. En palabras de la caja de ahorros catalana, las aportaciones que hace el Estado a esos organismos “más parecen una inversión a fondo perdido que una inversión financieramente recuperable”, ya que el dinero se destina a infraestructuras.
Aportaciones a fondo perdido
Nadie espera, por ejemplo, que la entidad que se invierte en la construcción de vías ferroviarias pueda algún día devolverse, por lo que la conclusión de la Caixa es clara: “Estas operaciones tienen una naturaleza más cercana al gasto que a la inversión financiera”. Hay que tener en cuenta que junto a las operaciones citadas, el Estado tiene previstas varias dotaciones: 404 millones de euros para Renfe-Operadora, 400 millones para la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte Terrestre o 215 millones para políticas de reindustrialización de zonas desfavorecidas.
La contabilidad creativa a la hora de presentar las cuentas públicas, desde luego, no es un monopolio del Gobierno central, ya que muchas comunidades autónomas –principalmente la de Madrid- ocultan su verdadero déficit acudiendo a las financiación de sus inversiones mediante el llamado peaje en la sombra (modelo británico), consistente en ejecutar la inversión y pagarla luego como una especie de alquiler en función del número de usuarios. El llamado modelo alemán –pagar al acabar la obra- se ha utilizado menos en los últimos años.
Estos modelos de financiación público-privados han sido bendecidos por Eurostat y son, por lo tanto, legales, pero ocultan la realidad del déficit. Hasta el comisario de Asuntos Monetarios, Joaquín Almunia, llamó la atención hace algunas semanas sobre la generalización de trucos contables por parte de los estados miembros. Algo verdaderamente paradójico teniendo en cuenta que Eurostat depende directamente del departamento que él representa.
El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, criticó habitualmente al PP por la utilización de los activos financieros de forma fraudulenta. En un artículo publicado en el diario Cinco Días el 4 de enero de 2003 decía textualmente: “El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) reconviene al Gobierno español y le advierte de que no debería ocultar por más tiempo los gastos públicos que tiene escondidos en distintas empresas públicas (GIF, Sociedades de Aguas, etcétera) y de los que no da cuenta a los ciudadanos”.
Los activos financieros no