Mis mejores deseos para el 2005
Parafraseando el conocido "por motivos ajenos a nuestra voluntad...", diversas incidencias técnicas que afectan a mi trabajo desde el nada inocente día 28, me impiden asomarme por aquí y probablemente se prolongue hasta pasado Reyes.
Ochodoce, Antonio, espero me disculpeis hasta entonces.
Por tanto, prefiero pecar por anticipación y ahora que puedo, desearos a todos una feliz entrada al 2005 y si cabe una mejor continuación.
Un abrazo para todos.