Los bonos convertibles contingentes, más conocidos como CoCos, son bonos normalmente emitidos por las entidades financieras para capitalizarse. Su función es que, en un determinado momento, el poseedor de los CoCos se convierta en accionista de la compañía, con las condiciones previamente establecidas por el emisor. Esto implica que si durante el tiempo desde que se contrata el Bono Convertible, hasta que llega la conversión o vencimiento, la acción cae, podemos sufrir una pérdida de nuestra inversión.
Los Bonos CoCo computarán como capital de nivel 1 adicional según la normativa europea de recursos propios Basilea III. Éstos instrumentos deberán estar emitidos con carácter perpetuo cuyo cupón de pagos sea discrecional y pueda ser cancelado en cualquier momento por cualquier razón.
Según la estructura de los CoCos, éstos pueden canjearse por acciones o amortizarse si los niveles de capitalización de un banco caen por debajo de determinados umbrales. Los reguladores también tienen potestad para convertir o reducir temporalmente el valor de los bonos si creen que un banco está en dificultades, incluso si la entidad no ha violado técnicamente los umbrales establecidos en los documentos de la emisión, afirma Stephen Thariyan.
Riesgos de los CoCos
En este activo existen dos tipos de riesgos, los que se conocen previamente (nivel de activación, frecuencia de cupones, apalancamiento, diferencial de crédito del emisor, calificación de instrumento) y los que son difíciles de evaluar, a priori desconocidos (requisitos reguladores individuales en relación con el colchón de capital, futura posición del emisor de capital, comportamiento de los emisores en relación al pago de cupones, riesgo de contagio).
Si la entidad financiera en algún momento no cumple con el ratio de capital TIER 1 puede canejar los bonos. Si en ese momento las acciones están por debajo del precio pactado, el poseedor de bonos verá mermada su inversión. Pasará a ser accionista de la entidad, con sus correspondientes derechos políticos y económicos (dividendos).
Uno de los riesgos potenciales que podemos sufrir consiste en el momento del canje. Cuando se produce el canje de los bonos a las acciones, nosotros seremos accionistas de la entidad a un precio determinado en el folleto al contratar el bono convertible. Si el precio de mercado en ese momento es inferior al precio pactado, tendremos una pérdida, si en cambio en el momento del canje, el precio de mercado es superior al pactado, tendríamos un beneficio adicional.
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