Al igual que la ley básica e indiscutible de la física que dice que “la energía ni se crea ni se destruye, solamente se trasforma”, con el dinero ocurre algo similar. En este caso, “el dinero ni se crea ni se destruye, solamente cambia de manos”. Pero en el caso del dinero no ocurrió lo mismo que con la ley física, ya que esta se cumple a rajatabla. Llego un momento en el que quisimos crear más dinero (lógicamente sin poner la maquina que hace dinero en marcha) y la manera más lógica rápida que se nos ocurrió fueron los prestamos financieros. Pero esta creación era totalmente irreal ya que al igual que la ley física no se equivoca nunca, la económica tampoco. Tuvimos unos años en que pareció que el dinero se creara de la nada, cada vez éramos más ricos, había menos paro, crecíamos sin para trimestre a trimestre…pero nada más lejos de estas ideas. El dinero solamente cambiaba de manos, con la condición añadida de que ese dinero debía de ser devuelto y con intereses. Nos equivocamos todos (o nos quisimos equivocar), era tan bonito. Ahora nos damos cuenta de que realmente el dinero no se creo, son que vinos de otras manos a parar a las nuestras y que ahora debemos de devolverlo. El problema es que aquel dinero que nos dejaron se ha esfumado, o mejor dicho, ha vuelto a cambiar de manos. Ahora están en manos de promotores inmobiliarios, de casas de coches de semilujo, en agencias de viajes, en tiendas de ropa, etc.…y en muchos otros lugares donde decidimos gastarlos. Por lo tanto, ahora no podemos devolverlo a aquellos que nos los prestaron porque ya no están en nuestras manos, y en la situación actual tampoco vamos a conseguir que el dinero vuelva a nuestras manos, al menos en las cantidades con que los recibimos. Los que nos dejaron el dinero no meten prisa para que lo devolvamos, pero no podemos porque ni lo tenemos ni sabemos de dónde sacarlo. La solución se plantea algo complicada ¿no? La primera que se me ocurre es que se ponga en marcha la máquina de hacer dinero para podérselo devolver a quien corresponda. Pero el problema es que esta máquina ya no es nuestra, sino que está en poder de los mismos que nos dejaron el dinero, y que ahora hay que devolver. Pues que ellos mismos pongan la maquina en marcha y recuperen su dinero. Esto sería lo más lógico, pero es que aquellos que nos dejaron el dinero no lo obtuvieron de la maquina, les costó ganárselo, y ahora no quieren que nosotros solucionemos el tema de una manera tan fácil. Con lo que nos encontramos en un callejón sin salida, nosotros sin el dinero que nos prestaron, aquellos que no los prestaron también si el dinero que nos dejaron, y la maquina sin ponerse en marcha. Con lo cual la solución está muy complicada (si es que la hay).
En mi opinión solo hay una: que a los que debemos nos perdonen alguna parte, que los que debemos paguemos religiosamente y no malgastemos más , y que la máquina de hacer dinero se ponga en marcha.
Es decir , voluntad por las partes implicadas. Sino , nos vamos al carajo.