Luego de tanto batallar, las economías desarrolladas, y principalmente, los Estados Unidos, han logrado el objetivo de hacer que China permita la apreciación de su tipo de cambio nominal. El fortalecimiento de la moneda china alimenta las esperanzas que ello ayude a reducir los desbalances globales. ¿Alcanzará esta medida para que la economía global evite una nueva crisis con su consecuente impacto en el ciclo económico?
Durante el último sábado, el Banco Central de China dijo que pondrá fin al control sobre el yuan frente al dólar pero de forma gradual. Para el Banco Central: “(No existen) bases para grandes fluctuaciones o modificaciones (cambiarias)”. Vale recordar que China ha mantenido al yuan fijo desde julio del 2008 en casi 6,83 unidades por dólar.
La noticia proveniente del oriente fue tomada de muy buena manera por los mercados, principalmente el Wall Street. Obama por su parte, consideró la decisión como muy constructiva para la economía global. La decisión de China mejora las perspectivas de gran cantidad de compañías americanas vinculadas con China (al igual que lo hace con compañías de otros países.
Desde el Fondo Monetario Internacional (IMF), Strauss-Kahn afirmaba: “El FMI siguen pensando que el yuan está sustancialmente devaluada pero que las cosas se pueden arreglar”. Desde el FMI existe una plena confianza en que el yuan observará una revaluación progresiva respecto al dólar estadounidense.
La motivación principal de las autoridades chinas, tiene que ver con el generar un gesto de apoyo a la recuperación y consolidación del crecimiento global en un contexto de crisis generalizada y en donde la continuidad de desbalances globales amenazan con transformar a la economía mundial en un terreno minado de riesgos de nuevos episodios de crisis.
Si bien la apreciación nominal de la moneda china genera optimismo, no habría que apresurarse a esperar un fuerte impacto en la competitividad relativa del resto de las economías ya que el ritmo de apreciación cambiaria, será muy suave. De hecho, varios expertos calculan que en el largo plazo, el yuan se irá revaluando a un ritmo del 2,7% cada 12 meses.
Para China, no todo es negativo en la nueva estrategia cambiaria. Es que si bien la apreciación del tipo de cambio les produce a los productores chinos una pérdida de competitividad, también tendrá sus beneficios en otros aspectos. Uno de ellos, es la cuestión inflacionaria. Actualmente, la tasa de inflación minorista en China asciende al 3,1% interanual. Un tipo de cambio más apreciado se traduce en menores precios de productos importados lo cual además, limita el alza de los productos internos, contribuyendo de este modo a mantener sujetas las expectativas en la dinámica de precios.
Otro aspecto positivo de la apreciación del yuan para la economía China es que produce un aumento del poder adquisitivo de las familias chinas, lo cual contribuirá al aumento de la demanda interna. Este es un tema no menor para la fortaleza de la economía china, dado que la crisis financiera internacional desnudó la fragilidad de la estrategia de crecimiento del gigante asiático, apoyada fundamentalmente en la fuerza del sector externo. Cuando la crisis golpeó fuertemente la demanda externa del país, el intento desesperado de las autoridades asiáticas por despertar la demanda interna, terminó en burbujas en el mercado crediticio e hipotecario que le han puesto una señal de alarma sobre los riesgos de intentar un rápido y descontrolado crecimiento de la demanda interna.
La mayor demanda interna de productos importados y la menor demanda externa de productos chinos, le quita presión al crecimiento económico en China, lo cual es positivo ya que limita las tensiones a las que la economía se encontraba expuesta y que podrías disparar situaciones de crisis.
La estrategia de dejar apreciar al yuan puede además tener otro objetivo que se vincula a la intención de imponer a la divisa china como moneda internacional. Si China pretende hacer que el yuan se imponga como divisa internacional, debe permitir que se comporte con mayor libertad, movida por la acción de los mercados.
Por otra parte, las expectativas de una apreciación cambiaria en China aumentará el flujo de capitales hacia el país, lo cual se va a traducir en un aumento de las reservas de divisas del Banco Central que a su vez puede traducirse en una mayor demanda de bonos del Tesoro estadounidense
Para los principales socios comerciales de China, la apreciación del yuan representa una noticia más que positiva ya que mejora las perspectivas de crecimiento a través del sector externo.
Si se quiere, un aspecto negativo que se puede encontrar en la apreciación cambiaria de China es el que remarca el ministro de Economía de Chile, Juan Andrés Fontaine, para quien la flexibilización del yuan podría aumentar la inflación en el mundo
Si bien la apreciación cambiaria china es positiva, en términos generales, para economía global ¿Ayudará a evitar alguna posible situación de crisis? La respuesta a esta pregunta puede hallarse en varios frentes.
El primer frente se vincula a la situación de cuenta corriente estadounidense que observa un déficit cuasi crónico. La apreciación del yuan, la moneda del principal socio comercial de EEUU, sin dudas ayudará a reducir el rojo de las cuentas externas. La otra parte del esfuerzo se está haciendo en EEUU en donde se está observando un incremento en la tasa de ahorro. Durante varios años, la economía estadounidense ha traccionado a la economía china. En estos momentos de crisis, es tiempo que China le devuelva algo de los favores recibidos por parte de los EEUU.
Otro foco de crisis se puede hallar en Europa. Las economías europeas necesitan imperiosamente fortalecer su recuperación económica para comenzar a recomponer sus ingresos fiscales que les permitan reducir sus rojos y para mejorar la situación de familias y empresas que a su vez implicará una mejora en las carteras crediticias de los bancos europeos. En este contexto, la demanda proveniente de China, puede servir para llevar a las economías europeas a consolidar la recuperación y evitar el temible colapso generalizado.
No cabe dudas que China es un jugador cada vez más importante en el contexto global, y su importancia se incrementó por el debilitamiento del mundo desarrollado. La apreciación del yuan, aunque suave y gradual, puede ser el impulso que la economía mundial necesitaba para comenzar a contener sus riesgos ¿Alcanzará?