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A pesar de que la competencia en los distintos mercados es la base para el desarrollo de un sistema basado en el libre mercado, todos somos conscientes de que existen numerosos mercados en los que esta se caracteriza por su total inexistencia práctica.

Una situación de monopolio, oligopolio o cualquier situación con un elevado poder de mercado, surge por los incentivos para las empresas participantes de la empresa que de esta forma logran obtener unos beneficios superiores respecto a un contexto de un mercado de competencia. Esos beneficios, salen de unos costes extraordinarios para los clientes de estos mercados.

Los incentivos se concentran por tanto en un número de agentes económicos reducidos, mientras que las distorsiones se propagan entre toda la economía de tal forma que en una visión cortoplacista y simplista, simplemente desaparecen.

Sin embargo la realidad es que el sobrecoste que pagamos derivado de una situación de poder de mercado en mano de la oferta, se acaba propagando incrementando los gastos de las personas y empresas, de forma que se reducen las rentas disponibles y los márgenes, lo cual afecta a otros sectores vía contracción de la demanda y por supuesto a la competitividad de las empresas.

Las administraciones públicas tienen entre sus funciones esenciales luchar contra estas situaciones o promover la competencia en los mercados y la protección al consumidor. Es la administración pública, la que debe velar por el cumplimiento y a través de su procedimiento sancionador, imponer sanciones en cuantía y frecuencia tales que las empresas tengan que asumir un coste superior al beneficio obtenido en caso de que ignoren las reglas. Sea por intereses creados, sea por incompetencia o bien sea una combinación está meridianamente claro que actualmente no están cumpliendo lo que se espera de ellas.

Por tanto y dado que no existen perspectivas de que las administraciones vayan a intervenir, es hora de que seamos los ciudadanos los que comencemos a desarrollar medidas para corregir estas situaciones de abuso en distintos mercados.

Y para esto el primer paso está en entender y desmontar ciertas creencias alrededor de estos mercados. En particular me gustar comentar un error, que no sé hasta qué punto está extendido, que es el de tratar de identificar los mercados en los que existe una situación de poder de la oferta con un precio único. Quizás pueda ser que el hecho de que la existencia de acuerdos nos lleve a pensar en que los precios van a ser pactados, enlazando con cierta simplificación que nos lleva a pensar que los acuerdos son todos de precios. Quizás pueda ser el hecho de que cuando nos encontramos con una situación monopolística cada uno de nosotros nos encontramos con que hagamos lo que hagamos, vamos a tener que pagar lo mismo por los bienes.

El caso es que en este caso tenemos un error grave. Me gustaría explicarlo con un ejemplo ilustrativo que seguro que nos ha pasado. Resulta que cuando buscamos comprar una play station III en cualquier centro comercial de España, nos encontramos con el mismo precio en todas y cada una de las tiendas. Esto podría significar un acuerdo monopolístico, pero en realidad es uno de los ejemplos más claros de un mercado de competencia. En el momento en que las empresas no tienen capacidad de diferenciación del producto, su poder se debilita de forma que cualquiera que quiera la consola buscará el sitio más económico, de forma que al final por un proceso lógico y dado que existen catálogos, los precios se igualan. En competencia perfecta los precios tienden a igualarse siempre, y lo que es más importante, cada una de las personas que compre en el mismo tiempo una consola pagará lo mismo, (con muy raras excepciones como puede ser el comercio on-line o determinadas promociones en algún sitio en particular). Evidentemente la perfección no existe pero en síntesis, lo curioso es que debemos identificar precios iguales con un entorno de competencia. Si nos preguntan, creo que nadie mencionará a una cadena de distribución de estas consolas como monopolio, a pesar de que todas apliquen precios con muy pocas diferencias, (cuando no iguales). La razón es que los precios tienden a bajar, (que es otro de las consecuencias de la competencia).

Sin embargo, en aquellos sectores donde la oferta tiene un gran poder, la realidad es que los precios difieren y mucho. Pero se da una circunstancia curiosa. Podemos pensar en el precio de las gasolinas al público. Supongo que será otro de los casos más claros de poder de mercado, o incluso el precio de los servicios bancarios. En estos dos casos, que son ejemplos claros de poder de mercado, la realidad es que existe una multitud de precios. El litro de gasoil que sale de una refinería determinada (pongamos la de Coruña, por la cercanía), tiene una venta al público distinta en distintas zonas. En la zona de Coruña tenemos unos precios, en la zona de Ourense tenemos otros precios, en el medio del camino nos encontramos con poblaciones con otro precio. Si nos damos cuenta tenemos una diversidad de precios elevada entre las distintas zonas, que se exagera si tenemos en cuenta a toda España.

Según los precios recogidos por industria el 20 de octubre de 2010 el precio mínimo de gasolina 95 en España (Península) en ese día era de 1,093 céntimos el litro, mientras que el máximo ascendió a 1,30 euros el litro. Esto supone que el precio máximo es casi un 30% superior al precio mínimo, lo cual es una diferencia salvaje. Si nos damos cuenta, lo mismo ocurre en los precios del sector bancario, donde existen distintos precios para cada una de las personas, de tal forma, que bien sea un préstamo, bien sean las comisiones o el precio de la imposición a plazo fijo, las condiciones varían sustancialmente de unos casos a otros.

Claro que la existencia de los distintos precios, se ve acompañada de otra cosa curiosa, que no es más que la sensación de que cada uno de nosotros sólo puede acceder a un precio determinado. Es decir, yo tengo la sensación de que haga lo que haga, voy a pagar lo mismo (o casi) en cualquier gasolinera, a la vez que tendré las mismas condiciones en cualquier banco al que acuda. La gran diferencia es que mientras si pretendo comprar una consola, tengo la sensación que pagaré lo mismo por un gaditano, con la gasolina pagaré más que una persona de Tarragona.

Es aquí donde entran las segmentaciones de mercado. De esta forma todos los de mi zona, (lo mismo podemos decir para todos los lectores), difícilmente pueden escapar de pagar el mismo precio, de tal forma que Repsol tiene distintos precios en distintas zonas de España, (para el mismo producto y similares costes), pero a su vez resulta que tiene los mismos precios (o muy similares que CEPSA) en cada una de las zonas.

Otra forma de segmentar, es el precio de las estaciones de las autopistas, (de las autopistas cuesta salir, de forma que forman una isla). Por supuesto, en el caso de las entidades financieras, el criterio no es geográfico sino que es por el grupo. Por ejemplo, si hablamos del grupo de los “subasteros de Rankia”, nos encontraremos que las imposiciones a plazo fijo estarán a un precio completamente distinto al de jubilados de un entorno rural.

En cualquier master, curso o charla de cualquier gurú empresarial, oiremos las palabras de que conocer y segmentar a los clientes incrementa el poder de la empresa, de forma que si se incrementan el poder de las empresas, lo que nos encontramos es con un problema desde el punto de vista económico, porque debemos recordar que no se pueden aplicar las técnicas de un sistema de libre mercado, cuando el mercado no es libre, y jamás lo será si existe poder.

Por supuesto, la paradoja de los precios, (iguales en el caso de competencia y distintos en el caso de poder de mercado en manos de la oferta), estriba en que, salvo en casos muy exagerados, no se fijan precios en acuerdos, sino que se establecen las condiciones para que las competencias se realicen en segmentos determinados de mercado, de forma que las empresas logran conseguir unos beneficios extraordinarios, apropiándose del llamado “excedente del consumidor”, (explicado hace tiempo).

Por tanto, y dado que los precios recogen las situaciones de los mercados, la realidad es que tenemos un criterio objetivo para determinar la competencia en los mercados. El poder de la oferta implica una estructura de precios que nunca se encontraría en un mercado de competencia.

Como ya he dicho, las autoridades no están atajando los problemas, porque todos podemos poner mil ejemplos de esta situación en España y además se están incrementando. Por tanto nos queda a nosotros organizarnos y creo que en esto tenemos que hacer algo.

Creo que tengo casi a punto una propuesta para que pasemos a la acción en el sentido obvio. A las empresas siempre les va a interesar conseguir el poder de los mercados, a menos que los costes derivados de actividades ilegitimas o contrarias a lo que se supone la libertad de mercado sean castigadas con severidad por las autoridades o bien incluso que seamos los consumidores los que reaccionemos para igualar el poder respondiendo.

La idea básica es la del boicot y creo que he conseguido resolver bastantes de los problemas que limitan el funcionamiento de estas campañas. Me falta escribirlo y ordenarlo todo un poco y sobre todo voluntarios para ir constituyendo un sistema de sucesivos grupos de presión que vayan sirviendo de vasos comunicación, fuera de un sistema tradicional y organizado.

Prometo en breve tener la propuesta. (en todo caso la semana que viene será tarde). En todo caso, no está cerrado el cupo de ideas para incorporarlas. ¡Algo tenemos que hacer!.

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  1. en respuesta a Fercanarias
    -
    #40
    01/11/10 00:46

    ¿de verdad te crees que las petroleras trabajan a precios mínimos? ¿como podemos tener los mismos precios de combustibles que cuando el petroleo estaba a 150$/barril?

  2. en respuesta a Feinmann
    -
    #39
    31/10/10 23:51

    Cierto, da para mucho, pero no veo porque romper la concentración de precios, porque según se expone en el artículo los precios iguales suelen significar precios mínimos de mercado y es entonces cuando se compra no por precio sino por servicio, calidad y otros argumentos. En realidad pienso que deberían existir esos precios mínimos fijados que hagan viable cualquier empresa que se quiera dedicar a lo que quiera, sin que nadie con una capacidad económica mayor le haga dumping y se convierta en monopolio.

    No todo es cuestión de precio en esta vida, y tanto pretender ajustar precios puede ser un deseo convertido en pesadilla.

  3. en respuesta a Fercanarias
    -
    #38
    31/10/10 11:35

    Iba a responderte dos páginas, pero creo que nos estaríamos yendo por los cerros de Úbeda.

    La cuestión es romper la concertación de precios. Si tienes una idea mejor de cómo hacerlo, exponla.

  4. en respuesta a Feinmann
    -
    #37
    31/10/10 10:40

    Multinacional si, somos números, etc, etc, pero.... ¿Dónde paga impuestos? ¿Dónde tiene sede social y hace las juntas? ¿Dónde está su base?. Son apátridas, pero.... entre BA e IBERIA se lucha para que la sede fiscal esté en España y la Social en GB, porque lógicamente al no ser ninguna dominante se lo tienen que repartir.

    Todos queremos ganar más, pero todos decimos que le dueño de la cafetería abusa, que un café a 1,50 es caro, etc, etc, sin embargo para que el camarero de esa cafetería cobrara lo que el considera un sueldo digno, quizás el café tendría quqe costar 2 euros, y todos diríamos que es un abuso y que lo vamos a boicotear.

    El problema o uno de ellos, es que casi nada hoy en día tiene su valor real. Si abrir un negocio, exponer todo tu patrimonio, trabajar 16 horas al día muchos años, y si cierras estar arruinado y no tienes derecho ni a un bocadillo de chorizo a través de ningún sistema de protección, pues creo que nadie hará nada salvo que tenga un importante colchón familiar debajo, porque asumir determinados riesgos para ganar 1.000 euros, creo que no compensa, se gana más pidiendo en la calle creo.

    Siempre parece que estemos valorando el producto adquirido por precio, sin valorar como por ahí indican el compromiso con el medio ambientes de su fabricante, la no explotación de niños, la calidad del producto, el asesoramiento, la atención, motivos por los cuales no necesariamente todo tiene que tener el mismo precio. Se de muchas gasolineras que son más caras, pero te siguen poniendo gasolina sin tu bajarte del coche, están llenas porque hay quien valora ese servicio, y es normal que cueste más porque es mano de obra que hay que pagar, no todo en esta vida es el precio, y por la vía de rebajar y ajustar precios, estamos rebajando y ajustando nuestros sueldos indefinidamente hasta que cobremos lo mismos que los asiáticos.

    Las deslocalizaciones para conseguir esos ahorros de costes que todos queremos, son gran parte del problema para mi gusto, y lo artificialmente barato del petróleo y del transporte, es incompresible que cueste menos un cepillo de dientes traído de China o una manzana traída de Chile, que esos mismos productos siendo de aquí, y todo ello es por la desigualdad a eliminar del coste de la mano de obra y por lo barato del transporte, es decir, deberíamos empezar por ayudar a los asiáticos y a aquellos países de los que nos hemos aprovechado hasta ahora, pero....... ¿ellos querrán que les ayuden si cada día son más autosuficientes?. Lo dudo mucho, a ellos les viene bien como están, creando 40 millones de chinos multimillonarios, con el resto de población oprimida y sin capacidad de nada, y cuanto más dure eso, más protagonismo tomarán en el mundo hasta que finalmente nos pongamos nosotros a trabajar para ellos y bajo sus condiciones.

  5. en respuesta a Fercanarias
    -
    #36
    31/10/10 02:34

    No es los productos nacionales, sino os productos dominantes en sectores en que no haya competencia real. La nacionalidad es intranscendente, lo de Repsol es solo un ejemplo, y las multinacioneles son apátridas.

  6. en respuesta a Feinmann
    -
    #35
    30/10/10 19:45

    Que manía con boicotear lso productos nacionales.

    Si estamos de acuerdo en la exposicíón, y se quiere boicotear a las petroleras, ¿porqué no empezar por una no nacional y que no genere empleo aquí? En lugar de empezar por una nacional, que genera empleo aquí y paga impuestos. Boicoteen primero lo de fuero y lo de dentro tendrá que adaptarse a los cambios, pero parece que tenemos querencia por tirar piedras contra nuestro tejado.

    Por otro lado creo que hay que tener cuidado con lo que se desea no se vaya a hacer realidad. A la vista de los cometnarios interpreto a las emrpesas como malas, y que hay que ajustar beneficios. La empresa como todo ser vivo, se ajustará o morira, para ello, ajustara sus costes, bajará sueldos, despedirá y si aún así no llega se irá a fabricar a Asia o similares.

    Al final en lugar de repartir mejor las ganancias, lo que hacemos es empbrecer a los que se creían ricos a costa de seguir explotando a los pobres, cuando a mi entender debería ser justo lo contrario, deberíamos mejorar a esos paíse pobres y evitar las deslocalizaciones con ello.

  7. #34
    25/10/10 13:55

    Siempre he pensado que la solución venía por la unión de consumidores. La única forma de que nos entiendan (o nos quieran oir) es hablando su lenguaje: el consumo. Es la mejor arma que tenemos, pero debemos estar muy organizados para que surja efecto y no sea otro de los varios apagones que cada X tiempo se hacen para concienciar a los políticos sobre el cambio climático... pero que no han servido para nada.

    Una idea que tuve hace un tiempo, era el crear una web para el consumidor responsable, para los que queremos ser conscientes de a quien beneficiamos consumiendo determinados productos. De forma que se pueda tener en el punto de mira empresas que explotan mano de obra barata o infantil, que deforestan selvas vírgenes o que comercian con armas. (Por decir algunos temas que a mi personalmente me preocupan) El esquema con las empresas que se apropian descaradamente del excedente del consumidor es el mismo. Por lo tanto cuenta conmigo también.

    Hay una conferencia de un directivo de Triodos Bank (Banca ética) que me gustó mucho por el mensaje que transmitía, y venía a enlazar con lo que hablamos: el poder del consumidor. El resumen podría ser algo así como empezar en ti el cambio que te gustaría ver en el mundo. Si extrapolamos esto a una mayor escala, con una masa de consumidores bien organizada, con objetivos claros y comunes, creo que sí se pueden empezar a cambiar las cosas.

    La conferencia es larga pero recomendable, aqui te la dejo:
    http://www.eoi.es/mediateca/video.php?PHPSESSID=248be24797ccbc8c9b1e63b743d9bdcc&videoid=308

  8. en respuesta a Yo mismo
    -
    #32
    25/10/10 05:15
  9. Top 100
    #31
    25/10/10 01:09

    Gracias por vuestras aportaciones....

    me van a ser muy utiles para redactar la propuesta finalmente, de forma que se anticipen los problemas, buscar soluciones para los efectos secundarios e introducir alguna cosa que no se me había ocurrido...

    espero tenerla en un par de dias o tres y lanzarla ya...¡a ver que pasa!.

    aunque sea un fracaso, mejor arrepentirse de lo que se haga, en lugar de arrepentirse de no haber hecho.

    saludos

  10. en respuesta a Feinmann
    -
    Top 100
    #30
    25/10/10 01:07

    está claro que ha sido el divide y vencerás....

    y estaba clarisimo que la bajada de sueldo era para bajar el sueldo a los demás....

    https://www.rankia.com/blog/nuevasreglaseconomia/491157-bajada-sueldos-funcionarios-busca-solo-ahorro

    Es que se veía venir de muy lejos...

  11. en respuesta a Ramon13
    -
    Top 100
    #29
    25/10/10 01:04

    Verás.

    Los trabajadores estamos siendo machacados de forma sistemática y sistemica, y curiosamente cada vez que alguien propone algo, (desde una normativa, a pagar impuestos), todo va para los trabajadores. De hecho hasta para abaratar el despido se usa el esquema de los trabajadores.

    Los trabajadores sólo ganarán si logramos que el sistema cumpla unas determinadas reglas, en todo caso todos al final tenemos problemas.

    Respecto a lo de los costes, lo que está claro es que tendremos que hacer que a las compañías les suponga un coste la acción que deseamos evitar.

    Este es un problema actual. Cargarse todas las reglas del mercado les sale gratis de forma que al final todo es gratis. Tenemos que contravenir esto.

    Respecto a la concienzación la realidad es que esta no es un fin, sino que es un instrumento. Yo creo que debemos concienzarnos para actuar, para reclamar, para premiar y para castigar...

    Tenemos que entender que existen problemas, que existen malfunciones y todo eso, pero esto nos ha de servir para hacer algo. y la concienzación es un paso necesario para esto.. pero por si sola no sirve de nada.

  12. en respuesta a Manu oquendo
    -
    Top 100
    #28
    25/10/10 00:58

    muy apropiado...

    y comparto plenamente lo de las cajas, en el que te has olvidado de mencionar que aun por encima lo subvencionamos.

    está claro que esto no es lo que opinaba Adam Smith, ni mucho menos.

    Respecto a lo de Pareto... pues este trataba de buscar optimos, en el sentido de que en esta posicion nadie podía mejorar sino empeoraba otro grupo. Por supuesto, este se olvidaba del progreso, pero vamos.. yo creo que si aplicamos cualquier técnica de analisis coste beneficio, o analisis de pareto, con un mínimo de seriedad se cae el chiringuito.

  13. en respuesta a Martin
    -
    Top 100
    #27
    25/10/10 00:53

    bueno.-.. gracias...

    en realidad yo soy pesimista, pero tampoco espero resultados inmediatos y desde luego sencillos.

    esto se trata de una carrera de fondo y vamos... no creo que sea tan importante una propuesta en particular, como el mero hecho de que mucha gente se ponga a buscar ideas y propuestas para salir de esta, (más allá de las que nos dictan, claro).

  14. en respuesta a Pagano
    -
    Top 100
    #26
    25/10/10 00:49

    Lo que tengo en mente va muy en la linea de ese hoax, pero corrigiendo algunos de los efectos que tu dices...

    Y no se trata de hundir a nadie... pero resulta que si unas personas son beneficiadas de unas circunstancias extraordinarias, ese empresario tendrá que renunciar a esas circunstancias o sufrir las consecuencias.

    Es decir. Me da mucha pena el pequeño empresario que desde luego no dirige la situación generada, (va para muchos sectores), pero lo que no puede ser es que la aprovecha y hunda a otros pequeños empresarios.

    Por ejemplo, En las gasolinas. LA concertación de precios está hundiendo a muchos pequeños transportistas (aparte de todos los que podrían ofrecernos algo que no compramos porque ajustamos para pagar los precios). ¿A quien valoramos?.

  15. en respuesta a Feinmann
    -
    Top 100
    #25
    25/10/10 00:46

    es algo parecido...

    realmente es una forma de ir variando.

    Creo que elegir una petrolera en particular plantea bastantes problemas por lo que se trataría de variaciones y además a sorteo para que no pueda depender de nadie la elección de estas.

  16. #24
    25/10/10 00:35

    Hace tiempo que no escribo, pero te sigo casi casi a diario. Aquí tienes a otro que se suma a tu lucha, que es la de todos. Un abrazo, a todos.

  17. #23
    24/10/10 22:00

    Tomas , aqui tienes dos manos.

    Saludos.

  18. #22
    24/10/10 21:00

    Hablando sobre la huelga general con unos amigos, y vistos los efectos con cierta perspectiva se ha visto el fenómeno de como los políticos han dividido a los trabajadores.

    Tras una campaña mediática contra los funcionarios en que prácticamente ningún funcionario se atrevía a reconocer que lo era, por el peligro de ser linchado en el acto, como para que se atreviesen a hacer huelga. Curiosamente, tras la bajada a los funcionarios, los empresarios han planteado la aplicación de la misma al resto de trabajadores.

    Naturalmente, tras ese linchamiento mediático, a ver que funcionario se adhiere a una huelga general en la que, en un principio, los afectados se encuentran entre sus linchadores.

    También se las ha arreglado los políticos para que la huelga no interese a los pensionistas: al fin y al cabo, la modificación de las condiciones laborales no les afectan, y las de las bases de cotización tampoco. No han tenido en cuenta que los afectados serán sus hijos y nietos.

    También han desmotivado a quienes tienen contratos precarios: que precaricen a los demás, a ellos no les afecta, ya están en precario. No se dan cuenta que de esta forma nunca dejarán de ser trabajadores precarios, y que los beneficiados son los mismos que se benefician de la precariedad de su trabajo. Además, no ha considerado que toda mala situación es susceptible de empeorar. Así ahora están ofreciendo salarios de 400 € a quienes antes ofrecían 800 €, porque siempre habrá alguien suficientemente desesperado para coger la oferta.

    Curiosamente ni los estudiantes medios ni universitarios se han dado por aludidos, como si no pensasen entrar nunca en el mercado de trabajo.

    Visto desde esa perspectiva, casi uno llega a entender porqué nosotros estamos abajo y ellos arriba. Nos dan 100.000 vueltas.

    Otra conclusión: cualquier daño que reciba tu vecino puedes sufrirlo tu posteriormente. Protegiéndole te proteges.

  19. en respuesta a Parlotides
    -
    Top 100
    #21
    24/10/10 20:42

    Si hablamos de TODOS es claro que las medidas de ajuste van a perjudicar a alguien. hay varios actores:
    -Gobierno
    -Empresas
    -Bancos
    -Consumidores
    ¿Quien pagará la factura?


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