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A pesar de que la competencia en los distintos mercados es la base para el desarrollo de un sistema basado en el libre mercado, todos somos conscientes de que existen numerosos mercados en los que esta se caracteriza por su total inexistencia práctica.

Una situación de monopolio, oligopolio o cualquier situación con un elevado poder de mercado, surge por los incentivos para las empresas participantes de la empresa que de esta forma logran obtener unos beneficios superiores respecto a un contexto de un mercado de competencia. Esos beneficios, salen de unos costes extraordinarios para los clientes de estos mercados.

Los incentivos se concentran por tanto en un número de agentes económicos reducidos, mientras que las distorsiones se propagan entre toda la economía de tal forma que en una visión cortoplacista y simplista, simplemente desaparecen.

Sin embargo la realidad es que el sobrecoste que pagamos derivado de una situación de poder de mercado en mano de la oferta, se acaba propagando incrementando los gastos de las personas y empresas, de forma que se reducen las rentas disponibles y los márgenes, lo cual afecta a otros sectores vía contracción de la demanda y por supuesto a la competitividad de las empresas.

Las administraciones públicas tienen entre sus funciones esenciales luchar contra estas situaciones o promover la competencia en los mercados y la protección al consumidor. Es la administración pública, la que debe velar por el cumplimiento y a través de su procedimiento sancionador, imponer sanciones en cuantía y frecuencia tales que las empresas tengan que asumir un coste superior al beneficio obtenido en caso de que ignoren las reglas. Sea por intereses creados, sea por incompetencia o bien sea una combinación está meridianamente claro que actualmente no están cumpliendo lo que se espera de ellas.

Por tanto y dado que no existen perspectivas de que las administraciones vayan a intervenir, es hora de que seamos los ciudadanos los que comencemos a desarrollar medidas para corregir estas situaciones de abuso en distintos mercados.

Y para esto el primer paso está en entender y desmontar ciertas creencias alrededor de estos mercados. En particular me gustar comentar un error, que no sé hasta qué punto está extendido, que es el de tratar de identificar los mercados en los que existe una situación de poder de la oferta con un precio único. Quizás pueda ser que el hecho de que la existencia de acuerdos nos lleve a pensar en que los precios van a ser pactados, enlazando con cierta simplificación que nos lleva a pensar que los acuerdos son todos de precios. Quizás pueda ser el hecho de que cuando nos encontramos con una situación monopolística cada uno de nosotros nos encontramos con que hagamos lo que hagamos, vamos a tener que pagar lo mismo por los bienes.

El caso es que en este caso tenemos un error grave. Me gustaría explicarlo con un ejemplo ilustrativo que seguro que nos ha pasado. Resulta que cuando buscamos comprar una play station III en cualquier centro comercial de España, nos encontramos con el mismo precio en todas y cada una de las tiendas. Esto podría significar un acuerdo monopolístico, pero en realidad es uno de los ejemplos más claros de un mercado de competencia. En el momento en que las empresas no tienen capacidad de diferenciación del producto, su poder se debilita de forma que cualquiera que quiera la consola buscará el sitio más económico, de forma que al final por un proceso lógico y dado que existen catálogos, los precios se igualan. En competencia perfecta los precios tienden a igualarse siempre, y lo que es más importante, cada una de las personas que compre en el mismo tiempo una consola pagará lo mismo, (con muy raras excepciones como puede ser el comercio on-line o determinadas promociones en algún sitio en particular). Evidentemente la perfección no existe pero en síntesis, lo curioso es que debemos identificar precios iguales con un entorno de competencia. Si nos preguntan, creo que nadie mencionará a una cadena de distribución de estas consolas como monopolio, a pesar de que todas apliquen precios con muy pocas diferencias, (cuando no iguales). La razón es que los precios tienden a bajar, (que es otro de las consecuencias de la competencia).

Sin embargo, en aquellos sectores donde la oferta tiene un gran poder, la realidad es que los precios difieren y mucho. Pero se da una circunstancia curiosa. Podemos pensar en el precio de las gasolinas al público. Supongo que será otro de los casos más claros de poder de mercado, o incluso el precio de los servicios bancarios. En estos dos casos, que son ejemplos claros de poder de mercado, la realidad es que existe una multitud de precios. El litro de gasoil que sale de una refinería determinada (pongamos la de Coruña, por la cercanía), tiene una venta al público distinta en distintas zonas. En la zona de Coruña tenemos unos precios, en la zona de Ourense tenemos otros precios, en el medio del camino nos encontramos con poblaciones con otro precio. Si nos damos cuenta tenemos una diversidad de precios elevada entre las distintas zonas, que se exagera si tenemos en cuenta a toda España.

Según los precios recogidos por industria el 20 de octubre de 2010 el precio mínimo de gasolina 95 en España (Península) en ese día era de 1,093 céntimos el litro, mientras que el máximo ascendió a 1,30 euros el litro. Esto supone que el precio máximo es casi un 30% superior al precio mínimo, lo cual es una diferencia salvaje. Si nos damos cuenta, lo mismo ocurre en los precios del sector bancario, donde existen distintos precios para cada una de las personas, de tal forma, que bien sea un préstamo, bien sean las comisiones o el precio de la imposición a plazo fijo, las condiciones varían sustancialmente de unos casos a otros.

Claro que la existencia de los distintos precios, se ve acompañada de otra cosa curiosa, que no es más que la sensación de que cada uno de nosotros sólo puede acceder a un precio determinado. Es decir, yo tengo la sensación de que haga lo que haga, voy a pagar lo mismo (o casi) en cualquier gasolinera, a la vez que tendré las mismas condiciones en cualquier banco al que acuda. La gran diferencia es que mientras si pretendo comprar una consola, tengo la sensación que pagaré lo mismo por un gaditano, con la gasolina pagaré más que una persona de Tarragona.

Es aquí donde entran las segmentaciones de mercado. De esta forma todos los de mi zona, (lo mismo podemos decir para todos los lectores), difícilmente pueden escapar de pagar el mismo precio, de tal forma que Repsol tiene distintos precios en distintas zonas de España, (para el mismo producto y similares costes), pero a su vez resulta que tiene los mismos precios (o muy similares que CEPSA) en cada una de las zonas.

Otra forma de segmentar, es el precio de las estaciones de las autopistas, (de las autopistas cuesta salir, de forma que forman una isla). Por supuesto, en el caso de las entidades financieras, el criterio no es geográfico sino que es por el grupo. Por ejemplo, si hablamos del grupo de los “subasteros de Rankia”, nos encontraremos que las imposiciones a plazo fijo estarán a un precio completamente distinto al de jubilados de un entorno rural.

En cualquier master, curso o charla de cualquier gurú empresarial, oiremos las palabras de que conocer y segmentar a los clientes incrementa el poder de la empresa, de forma que si se incrementan el poder de las empresas, lo que nos encontramos es con un problema desde el punto de vista económico, porque debemos recordar que no se pueden aplicar las técnicas de un sistema de libre mercado, cuando el mercado no es libre, y jamás lo será si existe poder.

Por supuesto, la paradoja de los precios, (iguales en el caso de competencia y distintos en el caso de poder de mercado en manos de la oferta), estriba en que, salvo en casos muy exagerados, no se fijan precios en acuerdos, sino que se establecen las condiciones para que las competencias se realicen en segmentos determinados de mercado, de forma que las empresas logran conseguir unos beneficios extraordinarios, apropiándose del llamado “excedente del consumidor”, (explicado hace tiempo).

Por tanto, y dado que los precios recogen las situaciones de los mercados, la realidad es que tenemos un criterio objetivo para determinar la competencia en los mercados. El poder de la oferta implica una estructura de precios que nunca se encontraría en un mercado de competencia.

Como ya he dicho, las autoridades no están atajando los problemas, porque todos podemos poner mil ejemplos de esta situación en España y además se están incrementando. Por tanto nos queda a nosotros organizarnos y creo que en esto tenemos que hacer algo.

Creo que tengo casi a punto una propuesta para que pasemos a la acción en el sentido obvio. A las empresas siempre les va a interesar conseguir el poder de los mercados, a menos que los costes derivados de actividades ilegitimas o contrarias a lo que se supone la libertad de mercado sean castigadas con severidad por las autoridades o bien incluso que seamos los consumidores los que reaccionemos para igualar el poder respondiendo.

La idea básica es la del boicot y creo que he conseguido resolver bastantes de los problemas que limitan el funcionamiento de estas campañas. Me falta escribirlo y ordenarlo todo un poco y sobre todo voluntarios para ir constituyendo un sistema de sucesivos grupos de presión que vayan sirviendo de vasos comunicación, fuera de un sistema tradicional y organizado.

Prometo en breve tener la propuesta. (en todo caso la semana que viene será tarde). En todo caso, no está cerrado el cupo de ideas para incorporarlas. ¡Algo tenemos que hacer!.

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  1. en respuesta a Parlotides
    -
    #20
    24/10/10 20:33

    Me temo que si hay un Olimpo, en el que están la gente VIP del país. Ellas no viven en pisos, sino en chalets dentro de urbanizaciones cerradas, con seguridad propia, mezclándose solo entre ellas, en las que gente como tu y yo solo entra para servirlas, y está el tiempo justo de prestar el servicio.

    Ellos no tendrán problemas de que los atraquen, pues siempre llevan cerca a su guardaespaldas. A ellas no les van a ocupar el piso, o no les van a quemar el coche, pues en el perímetro exterior de su finca no falta nunca policía nacional o guardia civil que les asegure sus bienes.

    Si, el Olimpo existe, y tú y yo estamos fuera. Seremos nosotros los atracados, nuestros pisos los ocupados, nuestros coches los quemados. Pero eso a los poderosos, les da igual.

  2. en respuesta a Comstar
    -
    Joaquin Gaspar
    #19
    24/10/10 19:51

    Totalmente de acuerdo contigo, los países desarrollados con su ambición se han endeudado mas de la cuenta y están muy cerca de lo que paso en latino-américa en los 80´s crisis tras crisis por exceso de dinero, malos manejos de los déficits e inflación. Como dijo Ferguson:

    "Debt Has Taken Down Empires Before, There Is No Reason Why It Won't Happen Again"

  3. en respuesta a Parlotides
    -
    #18
    24/10/10 18:03

    La "cancion" estamos en el mismo barco les funciona cuando ya no tienen mas remedio, entonces si que bajan a la sala de maquinas a decir que todos debemos remar en la misma direcion, mientras puedan seguiran con sus esquemas unilaterales...y asi nos va.

  4. en respuesta a Manu oquendo
    -
    #17
    24/10/10 17:54

    Manu asi es, seguramente por este motivo este blog se podria llamar "las reglas no son iguales para todos" y seguramente siempre ha sido asi, pero no en las proporciones actuales.
    Un ejemplo es la concetracion de las grandes superficies distribuidoras, un comercio nunca puede competir con distribuidoras que tambien son financieras y que cuando se pasan de sus fronteras les sale a cuenta pagar la multa, porque les compensa.
    El " alineamiento entre poder político y económico" se ve muy bien reflejado en la simbiosis de
    1-Bancos-politicos
    2-Bancos-politicos-promotores de ob. privada y ob.pub.
    3-Acciones Fed- B. Centrales y politicos
    4-Relacion de lobbies-politicos-bancos (s.financiero) principalmente en la industria financiera, armamentistica, alimentaria y farmaceutica y cada vez mas en la energetica.

    ¿son cuestiones geoestrategicas o son cuestiones de puro poder y negocio particular ?

    y si alguien conoce bien como funcionan los bancos chinos, la relacion burocratas-politicos- como nuevos emprendedores...seria interesante que me explicara como se puede competir contra este modelo dual...

  5. en respuesta a Comstar
    -
    #16
    24/10/10 14:30

    Saludos:

    Aquí no se trata de quien gana o pierde, sino de como nos lo hacemos para ganar todos, al final las empresas y los goviernos hasta donde yo sé los integran ciudadanos, personas que en un momento determinado en beneficio de unos intereses cortoplacistas olvidan que sus decisiones tambien les afectarán, mas o menos pero que no van ha escapar de los efectos de sus acciones.

    Evidentemente, no se encontraran con problemas para pagar la hipoteca o la luz, pero si se pueden encontrar que la sociedad en la que viven se convierta en inestable y peligrosa, en que los atraquen o maten por unos cuantos billetes o que les ocupen su casa de veraneo.

    Es una cuestión que parecen o parecemos olvidar, TODOS estamos en la sociedad, aquí no hay un Olimpo donde moran los dioses ajenos al resto de los mortales, creo que a veces olvidan que sus decisiones les pueden llevar a tener que llevar media docena de guardaespaldas, no poder pasearse por la calle o llevar a sus hijos un domingo por la tarde al cine y tomar un helado sin miedo a tener un mal tropiezo.

    Pienso por tanto, que es más positivo plantearselo como un beneficio para TODOS, no vamos en contra de nadie sino a favor de todos en cuanto personas o ciudadanos. Es el tópico de que todos estamos en el mismo barco y si se abren brechas en la proa se hunde todo el barco no sólo la proa.

    No sé si consigo hacerme entender....

    Muy atentamente. Parlótides

  6. #15
    24/10/10 14:01

    Hola Yourself, hola a todos.

    Este es uno de los asuntos que me afectan, digamos, emocionalmente. Es una mezcla de sentido de la equidad herido y de la frustración que produce la impotencia. Cada vez que alguien lo suscita se me sube el cabreo a la cabeza y ganas me dan de tirarme al monte.

    Esto de la concentración de poder económico es uno de los motores que en los ratos libres me han impulsado a estudiar algo el fenómeno del comportamiento de la sociedad y de sus instituciones a la hora de ocuparse de ese "derecho al trabajo" que ahora dicen que no existe. Ese derecho que, como todo lo escaso, cuesta dinero.
    Al hablar de la concentración de poder de mercado en seguida se nos viene Pareto a la mente aunque no la tengamos como una ley universal a la cual hayamos de someternos inevitablemente.

    La lucha contra este fenómeno es uno de los principales papeles asignados al Estado por Adam Smith, --creo que en el capítulo 2, libro IV--, y por ello me parece de sentido común preservar la regla de que los intercambios sean voluntarios y que no predomine uno de los actores para que el mercado pueda ejercer su función.

    Desde luego no creo que Galbraith, padre, ignore a Pareto cuando repetidamente a lo largo de su obra y de su vida nos alerta de ese hecho que desequilibra cualquier contienda y que protege a unos, poderosos, a expensas de otros, ciudadanía sin distinción, y para mayor escarnio con la colaboración del propio Estado que debiera proteger por igual a todos.

    Frecuentemente no somos conscientes del grado real de concentración de poder económico. De que no estamos ante ejemplos de la conocida como ley del 20/80. Ni mucho menos.

    En una de las economías con menor concentración de poder, la de Estados Unidos de América, se dan situaciones como las que siguen:

    1. El uno por mil controla el 42% del sector industrial.
    2. Un sector bancario en el cual el 0.4%, el cuatro por mil, controla el 48% y
    3. El 3% de las aseguradoras es titular del 82% de los activos.

    Estas magnitudes son dos o tres órdenes de magnitud superiores a lo que debiéramos esperar por la simple aplicación de la susodicha ley de Pareto.

    La concentración de poder económico es una de las patas cancerígenas de nuestro sistema y no es debida al azar si no a la confluencia de intereses que siempre se produce entre poderosos. Esa sí que es una ley niversal. De su alineamiento estratégico siempre se deriva su función de utilidad óptima. La inversa de su función de utilidad es la nuestra de desutilidad.

    Ahora mismo estamos presenciando otra operación, las fusiones de Cajas, otra más, en la que se acelera la concentración de poder, bancario, en este caso ante el silencio estupefacto de millones de pequeños clientes que ven reducirse más aún su poder de elegir y su capacidad negociadora.

    Una ciudadanía con un mínimo de formación que observa esa conducta se siente despreciada, insultada, violada y víctima de un gobierno indigno de ese nombre especialmente al ver cómo, en paralelo, se cuela de rondón el regalito de "la enmienda del ladrillo" o, según El País, la "enmienda Florentino". Ese alinemiento tan delicioso nos gustaría a todos.

    El divorcio y el desprecio profundo están servidos. Si este es el sistema no merece sobrevivir.

    Cuando bajé al sur desde el norte por primera vez en mi vida comencé a ver fincas inmensas al sur de Despeñaperros. Para entonces ya había leido a Tamames y su explicación de nuestra estructura económica. Tenía una idea mental de qué era un latifundio pero no había visto ninguno. Mi imagen de una propiedad agraria era un pinar pequeño de un abuelo y una huerta de otro.

    En cierto momento, en medio de una llanura inmensa, vi a lo lejos un pueblo blanco bastante grande y otro pasajero me explicó que el pueblo había pertenecido históricamente a los dueños de la finca.
    Han pasado cuarenta años desde entonces pero recuerdo perfectamente la imagen que me hice de un chico o chica como yo planteándose su futuro desde aquel pueblo. Su distancia con los dueños de la finca. Luego los comparé conmigo que sólo tenía vivencias de gentes parecidas a mi en posibilidades y bienes. Nuestras huertas eran todas pequeñas y no muy diferentes. Valía la pena hacer un esfuerzo. Tenía posibilidades.

    En ese momento comprendí los efectos de la igualdad de oportunidades. El primer requisito para que valga la pena hacer algo de esfuerzo es tener alguna probabilidad de éxito. Los chicos del cortijo no tenían ninguna.

    Este es un asunto peliagudo. Ha ido a peor y es una de las causas del declive.
    En este momento el número de "chicos nacidos en un cortijo" ha crecido mucho y ya no vale la pena esforzarse. Demasiada distancia.
    Las culturas nacen y mueren por las actitudes y el vigor de los más pequeños y nuestra forma de organización social y económica, el perfecto alineamiento entre poder político y económico, las está destrozando.

    ¿O no?

  7. en respuesta a Feinmann
    -
    #14
    24/10/10 05:38

    No esta hablando de Repsol, hablaba del caso de mayoristas a minoristas (compra /transporte/refinado/mayoristas/distribucion)

    Creo que los margenes son estos 4 céntimos en 2006 a 10 céntimos en 2010, hay una subida de margenes, es verdad que hay márgenes disparados y falta de competencia como causa principal....pero sobre estos margenes pequeños-me refiero solo a las distribuidoras-,en el caso de las 4 grandes que controlan todo el proceso, no se sus margenes.. en todo caso tal como decias ,lo que si tiene mas peso es lo que cito en este ejemplo...

    En 1999, de las 140 en ptas,que cuesta la sin plomo, 48 pesetas van para la petrolera, Hacienda se queda con 62 pesetas en concepto de impuesto especial de hidrocarburos (impuesto fijo) y el 16% se va también a las arcas públicas en concepto de IVA (a este precio serían 22,4 pesetas).
    La diferencia astronómica existente entre el combustible más caro, la gasolina súper (150 pesetas) y el más barato, el gasóleo para pescadores (60 pesetas) se explica exclusivamente por la diferencia fiscal

    En todo caso todo esto que expones lo deberian resolver los tribunales de Bruselas ? Se de un caso de concertacion de precios con las parafinas que les supuso un buen palo desde Bruselas.

  8. en respuesta a Ramon13
    -
    #13
    24/10/10 03:17

    ¿Repsol no extrae petroleo?¿no lo compra directamente en el mercado? Con el tamaño de una petrolera, me parece que eso de las 5 manos no me encaja, no lo veo.

    lo del 60-70% de impuestos, lo se, pero estos operan de forma proporcional a los precios que fijen las petroleras, de forma que si la petrolera rebaja su margen comercial, automáticamente tambien bajan los impuestos.
    El boicot a una distribuidora perjudica a la distribuidora, el boicot a todas las distribuidoras de una petrolera perjudica a la petrolera.

    La cuestión es romper la concertación. Si es perjudicial para las distribuidoras o petroleras un boicot, tambien es muy perjudicial para todos los consumidores la concertación de precios. ¿como puede ser que tengamos los mismos precios de los productos petrolíferos que cuando el petroleo estaba a 150$/barril? ¿no aliviaria a los consumidores (personas y empresas) que los derivados petroliferos hubiesen bajado de precio?¿no habria permitido suavizar la crisis?
    Los beneficios de unos, via concertación, son perjuicios a otros. Y sin romper huevos no se hace tortilla.

  9. en respuesta a Feinmann
    -
    #12
    24/10/10 02:25

    Creo que los problemas de los precios del petroleo, vienen de raiz, cambiar precios seria ir hacia el punto de partida no al punto final, si el petroleo se encarece es porque primero pasa por 5 manos antes de llegar, y despues viene entre un 60-70 % de carga de impuestos. Las distribuidoras o concesionarias finales son la parte mas debil. Un boicot contra la parte final no es la solución. En todo caso estoy en contra de boicot a cualquier empresa sea cual sea su posicion.
    Es como el caso de una chica que salia de Francia hoy en informe semanal,de que sirve que le quemen el coche, de que sirve la huelga contra la rotura de luna a un comerciante.

    Es primero concienciar, educar a la gente, y si se quiere creo que la solucion es ir hacia otros circuitos, es decir buscarse otras vias, un ejemplo hay empresas que tienen problemas con las polizas y los bancos, se unen entre ellas y se apoyan con sus tesorerias. Ahora misma no se que medidas se podrian tomar contra la concertacion de precios, solo tengo claro que boicots no es una buena solucion.

  10. en respuesta a Ramon13
    -
    #11
    24/10/10 00:47

    Puesto que el problema es la concertación de precios, la única forma de romper esa concertación es el tratamiento diferenciado. No se trata de ir "a muerte" contra una empresa en concreto, sino contra la que en cada momento esté en primera posición en el ranking de ventas y opere concertadamente. Si quiere retomar la clientela ha de romper la concertación. Y así, una tras otra.

    ¿La concienciación?, pues explica más, porque no creo que pueda mucho contra la concertación de precios.

  11. en respuesta a Pagano
    -
    #10
    23/10/10 23:38

    asi es una historia es concienciar y otro el boicot puro y duro que acaba con efectos colaterales. El boicot no es la solucion

  12. en respuesta a Feinmann
    -
    #9
    23/10/10 23:37

    No creo que sea la solucion, ir contra nadie en particular solo perjudicas a los trabajadores de esta empresa, porque al ir a la competencia, echarian los trabajadores de las concesionarias, solo complicarias la vida al trabajador.

    Estoy en contra del boicot.
    Estoy a favor de la concienciación

  13. Nuevo
    #8
    23/10/10 23:25

    Hace ya algún tiempo que vengo leyendo tus artículos, y comparto plenamente su contenido. Creo que la sociedad esta harta, tarde o temprano estoy seguro de que habrá una brusca reacción, porque llegará el momento en que se verá claro que vamos hacía un precipicio.
    Cuando se producirá este cambio brusco es la incógnita,y si no se ha producido todavía es por la desorganización que existe entre los ciudadanos, y la "imposibilidad" de comunicarnos a nivel global de una forma eficaz y rápida, dado que los medios salvo contadas excepciones están en manos del sistema, quien a su vez los utiliza para manipular las masas, y mantener tranquilos a los ciudadanos a base de promesas falsas.
    En cuanto a tú prouesta ( esa es la razón por la que me he animado a escribir ), creo que tendrás muchos mas apoyos de los que te imaginas, y por supuesto el mio.
    Un saludo

  14. en respuesta a Rsoros
    -
    Top 100
    #7
    23/10/10 21:37

    Prescinde de aquello donde exista monopolio o oligopolio. Si las cosas no funcionan, pásate a un sistema alterno.

  15. #6
    23/10/10 21:37

    Estimado Tomas:

    Muy buena reflexión, habria que hacer una web, dodne bajo unos criterios sociales, ambientales y economicos se retratasen las empresas de forma que los consumidores puedan ser conscientes, que adquieren a quien se lo adquieren y a que precios se adquieren los productos.
    La mayoria de las veces lo desconocemsos.

    Seria una forma publica de control empresarial y permitiria aumentar la conciencia ciudadana.

    Hace años en un pais europeo echaban un program televisivo, en dodne se analizaban los productos y las empresas de servicios, este programa a través de una camara oculta llevaba a arrelgar electrodomesticos, previamente estropeados y comprobaba la diferente calidad, honestidad y precio de las reparaciones.

    Lo importatne de esto es mantener la veracidad y honestidad ya que cuando se denuncia, la realidad, se entra en conflicto con el poder.

    Cada vez veo más dificil en Internet, ser imparcial y no ser engañadao por personas que aparentan decir la verdad.

    Esto que propones hizo mucho daño al Cava catalan, a raiz de aquellas declaraciones politicas. Por eso ha yque tener cuidado. El poder en el mercado pervierte a quienes lo ostentan. pero al igua lque en el futbol es necesario un arbitro, para que el partido sea justo.

    Tambien hubo un hoax, que proponia a todos no comprar en repsol, esto hizo daño y luego se evio un post que proponia consumir el menor consbustible posible ya que repsol era practicamente el unic suministrador de españa, por lo que le daba igual.

    Aqui hay que andar con cuidado ya que al pobre empresario que tenga una inversion en una gasolinera si enciama se le hace boicot a la marca lo hunden auqneu la gasolina sea la misma.

    http://rentabasica.blogspot.com/2006/05/evolucin-de-ideas.html

    Un saludo

  16. Top 100
    #5
    23/10/10 21:35

    Hay 4 actores que pueden hacer algo al respecto:
    1.Gobierno: Con el lobby, se convierten en sucursal de las empresas
    2.Bancos: No les interesa
    3.Empresas: Quieren ganar más a costa de los consumidores
    4.Consumidores

    Adivina quién va a tener que defender al consumidor.
    Bienvenidos a la segunda latinoamericanización de la historia: La latinoamericanización de Europa y EUA.

    Si los consumidores ganan, que es posible porque los europeos y estadounidenses son duros de pelar, alguien va a tener que pagar la cuenta de la crisis, y no serán los consumidores. Se recupera la soberanía.

    Si pierden, se repite la historia de los años 1980s. Y europeos y estadounidenses serán los nuevos latinoamericanos.

  17. #4
    23/10/10 20:32

    No olvidemos que tenemos una poderosa herramienta: I N T E R N E T!.

    Que podemos usar todos y cada uno de nosotros con un simple "copy-paste" allá donde vallamos.

    Me apunto.

  18. #3
    23/10/10 04:14

    Creo que el boicot funcionaria si se aplica sobre una única empresa por sector de activiadas, de forma que rompa la unidad de criterio entre las empresas. Por ejemplo, en petroleras, la primera candidata a ser boicoteada sería Repsol.

  19. en respuesta a Rsoros
    -
    Top 100
    #2
    23/10/10 03:46

    no, se trata de que no nos engañen en lo necesario...

    en lo superfluo ya quien mas, quien menos, lo ha solucionado...

    y las empresas de lo superfluo ya están tirando los precios...

  20. #1
    23/10/10 03:17

    Adelante, ese es el camino.La única arma disponible para el consumidor, es no consumir. Prescindamos de lo superfluo, sólo así conseguiremos imponer cierta cordura en este mundo miserable.U/S.

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