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Ayer el Bernabéu me recordó por qué tantos traders no ganan

Ayer estuve en el Bernabéu viendo el Madrid-Sevilla.


Y salí con una de esas lecciones que no te da un libro,pero que cuando la ves, ya no puedes dejar de verla.


Porque el trading y la vida funcionan igual.


Nada más entrar al estadio lo pensé:


"Esto no es un campo de fútbol. Es un templo."


Una catedral moderna, diseñada no para un partido concreto,sino para resistir años, errores, derrotas y domingos grises.


Y ahí está la primera capa de la lección.


En trading, eso es tu sistema.


No el trade de hoy.

No la operación que “parece que tiene buena pinta”.

La estructura.
Las reglas.

El plan que sigue en pie cuando encadenas dos stops.

La mayoría quiere jugar finales…sin estadio.


Luego empezó el partido.


Y el Madrid, con todo ese templo detrás,salió sin actitud.

Ritmo bajo.
Poca tensión.

Gestos de “esto ya caerá porque somos el Madrid”.

Ganar sólo con la camiseta.


Y ahí viene la segunda capa.


Tener sistema no basta.


Hay traders con experiencia, con horas, con método… que operan con pereza mental.

Entran sin foco.

Gestionan a medias.

Se saltan reglas “solo por esta vez. Ya mañana opero bien”.

Tienen estadio.

Pero juegan andando.
Y el mercado, como el fútbol, no perdona la falta de actitud.


Luego, el Sevilla...

¿ Qué han hecho con el Grande de Andalucía?

Y eso que ayer, al menos, dió la cara.


Buen partido.
Orden.
Disciplina.
Llegadas claras.


Pero arriba… nada.


Faltaba calidad para matar el gol.


Y aquí está la tercera capa, la más incómoda.


Jugar bien no basta.


En trading hay gente muy aplicada, muy trabajadora, muy correcta.


Pero cuando llega el momento clave…


Dudan.
Cierran antes.
No dejan correr.
No ejecutan con decisión.


Hacen todo bien…y fallan a puerta vacía.


Y entonces entiendes algo importante:

La consistencia no es solo disciplina.
También es saber culminar.


Por último, estaba el árbitro.


Sin errores groseros.
Sin escándalos.
Pero condicionado.


Las grises caían del mismo lado.


Pequeños detalles que iban inclinando el campo.


El contexto pesaba.


Y esta es la capa que casi nadie quiere aceptar.


En trading, el contexto también juega.


Noticias.
Sesgos.
Volatilidad artificial.
Mercados torcidos.


El trader amateur se queja del árbitro.
El profesional lo tiene en cuenta.


Sabe cuándo el partido está raro.
Cuándo no es día de apretar.
Cuándo toca esperar… y cuándo retirarse.



Y aquí está la lección completa:



Para ganar en trading necesitas cuatro cosas, no una:


  • Estructura para no romperte.
  • Actitud para ejecutarla bien.
  • Calidad para culminar cuando toca.
  • Y lectura de contexto para no jugar partidos imposibles.


Si te falta una,el mercado te pasa factura.



Y casi nadie pierde por no saber trading.



Pierde porque juega cada día un partido distinto… sin darse cuenta.


PD: "Jugamos como nunca, perdimos como siempre"


(D. Alfredo Di Stéfano- La Saeta)


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