En la actualidad, los seguros son una herramienta fundamental para proteger nuestros bienes y patrimonio ante cualquier imprevisto que pueda surgir. Desde un accidente de tráfico hasta una enfermedad grave, contar con un seguro puede marcar la diferencia entre afrontar una situación difícil con tranquilidad o tener que hacer frente a grandes gastos y preocupaciones.
Si estás considerando contratar un seguro o simplemente quieres ampliar tus conocimientos sobre este tema, este artículo te será de gran ayuda. ¡Comencemos!
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¿Qué es un seguro?
El seguro es un instrumento útil para que las personas se protejan de los efectos de los riesgos y peligros. Consiste en transferir la responsabilidad a un asegurador que pagará o reparará los daños causados por determinados imprevistos. Supone el pago de una cuota (prima de seguro) a cambio de una prestación económica o un servicio cuando se dan las circunstancias previstas en la póliza.
El pago de la prima vendrá determinado por el riesgo a cubrir y la probabilidad de que se produzca en el tiempo. En los casos en que los riesgos se aseguran por grandes sumas de dinero, se recurre a la figura de la empresa de reaseguros, que cubre la totalidad o parte de los riesgos repartiendo un porcentaje con el asegurador.
Hay ciertos seguros que son obligatorios por ley, como el seguro de automóvil, el seguro de responsabilidad civil, el seguro de perro de riesgo y el seguro de hogar para una propiedad sin hipoteca.
¿Qué es una póliza de seguro?
La póliza de seguro es el documento que detalla el Contrato de Seguro en el cual se encuentran todas las coberturas pactadas entre la persona o empresa asegurada y la compañía de seguros. La póliza del seguro se caracteriza por contar con todos los derechos y obligaciones que hay entre las partes. A continuación podemos observar la información básica que aporta la póliza de seguro:
- Datos personales del asegurado y la compañía de seguros.
- Descripción detallada del seguro contratado, así como posibles detalles a tener en cuenta.
- Cantidad de la prima a pagar y la periodicidad de su pago.
- Vigencia del seguro: duración y fecha a partir de la cual es efectivo.
- Suma asegurada.
- Beneficios y endosos, es decir, las coberturas adicionales contratadas o modificaciones realizadas.
- Beneficiarios del seguro en el caso de que los hayan, que serán los que recibirán la indemnización.
¿Qué riesgos se pueden asegurar?
El mercado de los seguros es muy amplio y, según las necesidades de los consumidores, puedes escoger el que te convenga. Sin embargo, no todos los riesgos se pueden asegurar. Se pueden asegurar los riesgos que:
- Es imposible predecir cuándo o si se producirán.
- Son posibles de suceder y han ocurrido antes.
- Están fuera del alcance de la voluntad humana.
- Tienen un enfoque económico.
- Se consideran legales y no infringen los derechos de terceros .
¿Quién interviene en un contrato de seguro?
En un contrato de seguro, intervienen varios sujetos cuyas responsabilidades y derechos están claramente definidos por la legislación y las disposiciones contractuales. Cada uno de estos actores desempeña un rol fundamental en la estructura del seguro, asegurando el cumplimiento de las obligaciones y la ejecución adecuada del contrato.
- Compañía aseguradora: Es la entidad financiera que asume el riesgo especificado en el contrato y se compromete a indemnizar al asegurado en caso de ocurrencia del siniestro cubierto. Su función es esencial para garantizar la transferencia de riesgos que constituye la base del seguro.
- Asegurado: Es la persona física o jurídica titular del contrato que se encuentra expuesta al riesgo cubierto por la póliza. Es sobre quien recaen los efectos económicos adversos que el seguro busca mitigar.
- Contratante: Este es el sujeto que suscribe la póliza de seguro y se obliga al pago de la prima, calculada en función de la probabilidad del siniestro y el perfil de riesgo del asegurado. Cabe destacar que el contratante y el asegurado pueden o no ser la misma persona.
- Beneficiario: Es la persona designada en el contrato para recibir la indemnización pactada en caso de que se materialice el riesgo asegurado. El beneficiario puede ser el propio asegurado u otra persona indicada en la póliza.
Plazos a tener en cuenta en el contrato de seguro
El contrato de seguro se rige por una serie de plazos que son fundamentales para la ejecución de las obligaciones y el mantenimiento de las coberturas. Estos plazos regulan aspectos críticos del contrato, desde la aceptación de la oferta hasta la entrada en vigor de las coberturas y el mantenimiento de la protección en casos de retraso en el pago de la prima:
- Período de aceptación: Este plazo se refiere al intervalo temporal durante el cual la oferta de seguro emitida por la compañía aseguradora puede ser aceptada por el contratante. Generalmente, este período tiene una duración estándar de quince días, tiempo durante el cual la propuesta se mantiene vigente.
- Carencia de cobertura: Denomina al período comprendido entre la formalización del contrato de seguro y la activación efectiva de las coberturas pactadas. Durante este tiempo, el asegurado no cuenta con protección, lo que implica que los siniestros ocurridos en este lapso no serán indemnizables.
- Período de gracia: Se refiere al plazo adicional de 30 días otorgado tras el vencimiento del pago de la prima, durante el cual el asegurado sigue disfrutando de la cobertura. Este plazo permite al asegurado regularizar su situación de pago sin perder las protecciones contratadas.
¿Qué tipos de seguros existen?
A la hora de contratar un seguro, hay que tener en cuenta qué tipo de seguro deseamos contratar en función de nuestras necesidades personales o profesionales. Los s tipos de seguros pueden agruparse entre seguros personales, seguros de bienes y seguros de servicios.
Seguros personales
Seguros de daños o patrimoniales
- Seguros de ingeniería.
- Seguros multirriesgo.
- Seguros de crédito y caución.
- Seguros de pérdidas pecuniarias diversas.
- Seguros de robo.
- Seguros de transportes.
- Seguros de incendios.
- Seguros de responsabilidad civil.
- Seguros de automóvil.
Seguros de prestación de servicios
- Seguros de asistencia en viaje.
- Seguros de decesos.
- Seguros de defensa jurídica.
A pesar de todos los seguros mencionados anteriormente, existen una gran variedad de seguros dentro de cada tipología a los cuales podemos acceder en función de nuestras necesidades. Es importante conocer sobre todo a qué riesgos nos encontramos expuestos y comparar lo que nos costaría hacer frente a cada uno de esos riesgos y por otro lado, lo que nos ahorraríamos si contratamos un seguro.
Finalmente, destacar el hecho de que cada vez los seguros se ajustan más a nuestras necesidades. Así, podemos contratar un seguro personalizado en el cual se encuentren solo las coberturas que nos convienen.
