El objetivo de la teoría de gestión de carteras es maximizar el retorno dado un perfil de riesgo o minimizar el riesgo con respecto a un retorno requerido. Creo que este es el objetivo de todas las corrientes dentro de la inversión, ganar lo máximo arriesgando lo mínimo posible. Veamos en qué se diferencia de otros métodos de inversión.
La aportación de la teoría moderna de carteras es la cuantificación de todos los factores. Gracias a esto podemos crear mediante métodos matemáticos y estadísticos la “frontera eficiente”, en las que están situadas todas las carteras que maximizan el retorno dado un nivel de riego. Aquí tenemos un ejemplo de frontera eficiente.
Dependiendo del perfil del inversor, escogerá la composición de la cartera que mejor se adapte a su capacidad de asumir riesgos. En el gráfico podemos ver 3 posibilidades.
Por lo tanto, gracias a la teoría moderna de carteras se puede optimizar de una manera eficiente las carteras utilizando solamente métodos numéricos. La verdad es que todo esto suena muy bien en teoría, pero es importante analizar cada uno de sus componentes para darse cuenta de las importantes deficiencias de este modelo de inversión. Vamos a ver lo que hay detrás de los conceptos de retorno esperado, riesgo y diversificación en la teoría moderna de carteras.
Retorno esperado
El retorno esperado de nuestra cartera es la media ponderada de los retornos de cada uno de los componentes de nuestra cartera. Esto tiene sentido. El problema está en el cálculo del retorno esperado. La técnica principal para el cálculo del retorno esperado es la utilización de la media de los retornos previos. Este método es muy peligroso, ya sólo se tiene en consideración el pasado a la hora de predecir el futuro.
También existen métodos más complejos a la hora de predecir el retorno futuro de un activo. Para ello se usan modelos matemáticos y estadísticos que computan diferentes datos mediante los cuales hacen un pronóstico de la evolución del activo. El problema de estos modelos econométricos es que es su mayoría están basados en datos pasados para obtener sus estimaciones. Además, sólo pueden tener en cuenta datos cuantitativos y no datos cualitativos, como por ejemplo las mejoras esperadas debido a la puesta en marcha de un nuevo plan estratégico o cambios en la directiva.
Riesgo
La forma de cuantificar el riesgo en la teoría moderna de carteras, es mediante la desviación del precio del retorno esperado. En otras palabras, el riego es la volatilidad de la acción. Esta volatilidad se mide mediante la varianza o la desviación estándar, que son formas similares de medir la volatilidad (la desviación típica es la raíz cuadrada de la varianza).
No comparto en absoluto esta percepción del riesgo. Si compramos una acción a buen precio, ¿nos importa la volatilidad? De hecho, la volatilidad puede ser más un beneficio que un riesgo. Una alta volatilidad hace que el precio oscile con mayor agresividad. Gracias a estas oscilaciones agresivas se pueden conseguir esas mismas acciones a un precio más barato si caen o venderlas en poco tiempo si superan su precio objetivo.
Diversificación
La diversificación es un factor clave a la hora de reducir riesgo en la inversión. Esta teoría toma la diversificación como encontrar la combinación de activos que minimicen el riesgo para un retorno esperado. Una vez más volvemos al problema sobre la cuantificación del riesgo.
Si tomamos la volatilidad como riesgo, la diversificación en este caso lo que busca es minimizar la volatilidad. Por lo tanto, volvemos a tener este mismo problema de nuevo.
Conclusión
Esta teoría supuso un gran avance, ya que introdujo la gestión cuantitativa a la gestión de carteras. Sin embargo, como hemos visto, muchos de los factores que componen la base de la teoría moderna de carteras no son fiables, o son, como mucho, muy cuestionables aunque éstas se den por ciertas. ¿De qué vale tener una teoría fantástica si las premisas de las que parte son falsas? Así que lo siento, pero yo de momento me quedo con el Value Investing.
Me gustaría finalizar con una frase del genial Warren Buffett sobre todas estas teorías de inversión que se enseñan en las universidades y en las escuelas de negocios.
“The business schools reward difficult complex behavior more than simple behavior, but simple behavior is more effective.”
“Las escuelas de negocios recompensan el pensamiento difícil y complejo sobre el pensamiento siemple, pero el pensamiento simple es más efectivo.”