El Value Investing se basa en que todo active tiene un valor. Una buena inversión sucede cuando pagamos menos por un activo que su valor real (o valor intrínseco). En palabras de Warren Buffett, “Precio es lo que pagas, Valor es lo que obtienes”.
Value Investing contra la Teoría del Mercado Eficiente
La Teoría del Mercado Eficiente dice que los precios de las acciones reflejan toda la información disponible de cada acción. Por lo tanto, es imposible predecir la rentabilidad futura de una acción porque nadie tiene acceso a información a la que no haya tenido acceso alguien antes.
Esta teoría es muy interesante en la teoría, pero en la práctica no es cierta. Se puede demostrar que ha habido y hay muchas señales claras que demuestran que el mercado no es eficiente. Por ejemplo, el hecho de que inversores value, como Warren Buffett, John Templeton o Joel Greenblatt, pudieran batir al mercado repetidas veces es una evidencia clara de la ineficiencia del mercado. Analizaré el tema de las ineficiencias del mercado más a fondo en próximos artículos.
Value investing contra la Teoría del “Bigger Fool”
La teoría del “Bigger Fool” (que viene a significar más tonto o más idiota) argumenta que el valor de un activo no es importante mientras exista alguien más tonto (el “Bigger Fool”) que quiera comprarles ese activo. Se puede lograr grandes beneficios usando este método, pero su problema es el peligro que conlleva que no haya una garantía de que haya alguien más tonto que tu a un precio desorbitado cuando quieras vender y te conviertas tú en el más tonto de todos.
Un buen ejemplo de cómo se puede ganar y perder un montón de dinero con la misma facilidad es el caso de Infospace.com. Durante la burbuja punto-com, hubo gente que pudo ganar mucho dinero con esta compañía usando el método del “Bigger Fool”. La compañía salió a bolsa en Diciembre de 1998 cerrando a un precio de 20$. En Marzo de 2000 alcanzó un precio máximo de 1.305$. Actualmente, su precio está por debajo de 11$. Aquí tenéis un gráfico de su evolución en bolsa.
La compañía era la misma, sus fundamentales eran los mismos, pero el precio fluctuaba sin parar movido por los “Bigger Fools” que pagaban cientos de dólares por acciones cuyo valor era muchas veces inferior al precio. Mucha gente perdió millones por culpa de esta burbuja y el método del “Bigger Fool”. Sin embargo, a los verdaderos inversores inteligentes no les ocurrió lo mismo.
¿Podemos valorar a una compañía objetivamente?
He leído algunos argumentos en contra de la valoración de empresas donde se decía que el valor se encuentra en el ojo de la persona que lo valora y que, por lo tanto, las valoraciones siempre son subjetivas. Este argumento equipara la valoración de las compañías con la valoración de obras de arte, sin embargo son tipos de valoración completamente diferentes. El valor de una empresa viene dado por el valor presente de los flujos de caja que la empresa generará en el futuro, por lo tanto el valor de una compañía es algo objetivo.
Otro argumento en contra de la objetividad de la valoración de empresas es que no sabemos con certeza los futuros flujos de caja que la empresa va a generar. En este caso, ¿podemos valorar objetivamente estas empresas? La respuesta es sí. Hay algunos métodos para valorar objetivamente empresas con este problema, pero os hablaré más sobre este tema en futuros artículos.