LA SOBERBIA DE RASKOLNIKOV O FELIPE GONZÁLEZ
11-11-10
Hace tiempo que seguimos a un gran columnista de El Mundo que no conocíamos, Pedro G. Cuartango. Titula su columna de forma genérica como Tiempo recobrado, algo muy proustiano. Y en general sus columnas son muy proustianas y líricas, excepto la de ayer, que trababa sobre un tema político y de actualidad: las increíbles e insólitas declaraciones del ex Presidente de Gobierno, Felipe González (FG) sobre el terrorismo de Estado, los infaustos GAL. Infaustos no porque mataron terroristas, sino porque los mataron mal y poco.
Apela Cuartango a una de las grandes novelas de todos los tiempos: Crimen y Castigo, de Fiódor Dostoievski (FD), aunque nosotros siempre hemos preferido Los hermanos Karamázov, por ser una novela más compleja y más completa.
Recordamos que En Crimen y Castigo, el protagonista Raskolnikov es un estudiante universitario tan pobre que tiene que empeñar un reloj (o algo así, ahora no recordamos bien) a una vieja usurera. Con el tiempo, y después de una maduración y transformación interior magistralmente descrita por FD, Raskolnikov termina matando a la usurera, en la creencia que la vieja codiciosa se lo merecía, debido a su muy repugnante actividad: el enriquecimiento a costa de la pobreza y miserias ajenas.
Finalmente ante el juez, Raskolnikov confiesa, pero de alguna manera no se arrepiente, porque todavía cree en su superioridad moral y en la justicia última de su acto homicida.
Ingeniosa y originalmente, Cuartango establece el paralelismo entre el estudiante asesino y FG, en relación a sus declaraciones sobre los GAL.
Nadie esperaba estas declaraciones de FG. En un principio, casi todos pensamos que se trataba de una temprana senilidad, vamos, que estaba chocheando. O quizás hablaba después de una copiosa comida, bien regada por buenos caldos y rematada con enajenantes licores.
Da igual que sea senilidad o la brutal sinceridad que a veces otorga el alcohol bebido en demasía. Esas palabras quedarán para siempre en las hemerotecas.
Nosotros votamos a FG siempre que se presentó como candidato a presidente de gobierno, incluso en 1996, después de Roldán, los GAL, Filesa y demás tropelías. No digamos en 1982, cuando teníamos veinte años. Nos costó una bronca con nuestra madre, que casi nos dejó de hablar (sólo un día), y nos amenazó con no llevarnos más de compras, cuando entonces (ya no) nos gustaba la ropa buena, cara y pija. Y a nuestra madre, obviamente, le gustaba que siempre fuéramos bien vestidos. A las dos semanas, nos volvió a llevar de compras, ya desenfadada. Madre sólo hay una.
Ahora miramos a FG, en fotos claro. No nos gustaría estar muy cerca de él. Pues no.
Oscar Wilde decía que, a partir de cierta edad, uno tiene la cara que se merece.U otra variante, en dependiendo de la traducción: A partir de cierta edad, uno es responsable de su propia cara.
Hasta entonces, interviene la genética. Después, la maldad o bondad del espíritu, conforman de forma irremediable y cierta el aspecto exterior de la persona.
Si comparamos a un verdadero hombre de izquierdas recientemente fallecido, Marcelino Camacho (polvo, más polvo enamorado), con FG, el capitalista sevillano no sale muy parado.
Camacho es un ejemplo de honradez y austeridad, de verdadero hombre solidario y que gracias al auténtico sindicalismo, todos los que alguna vez hemos trabajado por cuenta ajena, le debemos tanto, y no a esta panda de parásitos ociosos en que se ha convertido el sindicalismo actual.
Nos enterneció leer las declaraciones de su viuda. Que todas las noches dormían cogidos de la mano, y vimos una foto donde la viuda posaba sentada en una silla, de perfil. Y la foto sugería un piso muy modesto de Madrid, de auténtico trabajador, obrero, nada de mansiones ni charlés.
Así, FG, cada día más rico y, amigo del hombre más rico del mundo, Carlos Slim (como dijo Balzac, detrás de una gran fortuna siempre hay algún tipo de crimen), cada día más gordo, con casas y mansiones e islas en varios continentes, encima en Marruecos, autores intelectuales del 11 M, es el revés miserable y putrefacto de un hombre honesto y bueno como fue Marcelino Camacho.
Perdido el sentido de la realidad; instaurado en su muy riqueza muy burguesa; ebrio de un mesianismo que considera que es una persona que ha pasado a la Historia con todos sus derechos, ahora resulta que FG habla sobre los GAL, y decide como un Dios pagano e idiota que él estaba por encima del Bien y del Mal, y que si no mató a más gente, es porque no quiso, porque no le dio la gana.
En todos estos años de democracia, no hemos escuchado declaraciones más miserables, soberbias y autosuficiente, insufladas por un ego desmedido y por una Ética inexistente.
FG: deberías ser encarcelado, pero no en Madrid, sino en Siberia, como Raskolnikov.
Muchos te ríen la gracias y miran para otro lado, con vergüenza ajena. Nosotros no.
Todavía no lo sabes, pero serás el más rico del cementerio del pueblo, y no serás polvo enamorado.
En tus grandes pecados, llevarás tu segura condena.