LAS FUERZAS ARMADAS Y ZP
12-10-10
El título de esta columna es como mínimo un pleonasmo. Pues vale.
Hoy es un martes con aspecto de domingo por la tarde.
Ya escribimos una columna sobre el síndrome del domingo por la tarde. Decíamos que es el peor momento de la semana, ya que el lunes por la mañana a uno no le queda más remedio que levantarse y empezar el trabajo. Y encima con prisas y sin casi tiempo para hacerse una paja mañanera, que uno siempre amanece empalmado como un adolescente.
El martes ya uno ha cogido la inercia de la semana, como un robot bien engranado.
El miércoles siempre lo hemos asociado al mes de abril (uno de nuestros favoritos), y ya uno olfatea, a lo lejos y como un fino perro de caza con sus vientos alzados e hinchados, la sugerencia y futura presencia del fin de semana.
El jueves es ya casi celebración, y cuando uno era más joven y más irresponsable, salía de la oficina con sus compañeros para tomar unas copas, y resultaba que acaba de madrugada en algún garito y con el móvil apagado a sabiendas.
Y el viernes, en el que ya no se trabaja por las tardes en la mayoría de las oficinas (eso sí que es Estado de Bienestar), y encima puedes ir en vaqueros y sin traje (casual Friday) por esa manía que tenemos de importar todo de yanquilandia, es un puro desparrame de feromonas, endorfinas, dopaminas y serotinas o como se diga, de lo contenta que está toda la peña.
Los sábados son áureos y plenos, así como los domingos hasta la comida. Después de ella, sobreviene el citado síndrome, que es una mierda. Y vuelta al empezar.
Hoy es festivo nacional, que esto es un lío de tanta fiesta local autonómica y hasta de cada pueblo en concreto.
Para nosotros es el día del Pilar, y aunque no vayamos a misa ni felicitemos a las escasas Pilares que conocemos. Pues felicidades a todas.
No sabemos quién rayos inventó eso de la Día de Hispanidad, que ya sólo el nombre nos parece una cursilada. Nosotros inventaríamos el Día de la Humanidad, que por cierto deberían ser los 365 días del año. Los años bisiestos también, aunque nunca hemos sabido qué es un año bisiesto por eso de que somos de letras.
Y también es el Día de las Fuerzas Armadas. Esto quizás nos parezca más serio, pero igualmente prescindible. No creemos eso de que por organizar un desfile anual el pueblo esté más cerca de su ejército o viceversa. No conocemos oficio más entregado, austero y honrado que el oficio militar. Maltratadas desde tiempo de Franco (tenemos la teoría que Franco siempre tuvo miedo a un golpe de Estado, y por eso maltrató tanto a los ejércitos) y durante la democracia por todos los partidos (viviendo de sueldos muy escasos, debido a una vocación militar muy fuerte, en muchos casos heredada como en el caso de nuestra admirada –y temida, si hay controles de alcoholemia- Guardia Civil), nuestras Fuerzas Armadas siguen cumpliendo con su misión de paz (Bosnia o por ahí cerca) o de guerra (Afganistán). Hacen pero que muy bien.
Todos los años, y da igual en qué ciudad se celebra el desfile militar, ZP recibe sonoros (y sonrojantes) abucheos.
La izquierdona suele decir que ese personal abucheante son sólo grupos de fachas organizados, y que algunos llevan la bandera de Franco, esa del águila. Pues vale lo que digan ellos, que todo lo que dicen van a misa. Faltaría más.
No hay nada más necio que no oír o ver lo que a uno no le gusta que sea oído o visto.
Un señor que en su día cometió el infantilismo de no levantarse ante el paso de una bandera de un país (USA), no puede copresidir jamás un desfile militar. Hay ciertas usos y costumbres que uno debe respetar, y sobre todo si se tiene algún cargo público determinado (líder de la oposición entonces). No observar esos usos y costumbres teniendo tal condición, sería como si una persona se estuviera tirando pedos toda una tarde en compañía de otros en una reunión de trabajo. Si al menos fuera en un avión, que siempre es más anónimo y se nota menos, dado el buen sistema de ventilación de las modernas aeronaves (nosotros lo hemos hecho, y funciona, nadie te regaña).
No. Los abucheos a ZP no son de un pequeño grupo de fachas. No.
Son el clamor de mucha gente, y hasta de verdadera izquierda (no la falsa y mercantil izquierdona) que ahora están los lunes al sol en la cola del INEM.
El problema de ZP es que él mismo se ha convertido en un pleonasmo. A ver quién se lo dice. Nosotros ya lo hemos hecho.
Pero qué cruz: hasta cuándo tendremos que aguantar a este incapaz?