Llevamos casi dos semanas de Reforma Laboral, y después de varios días de equívocos intencionados por parte de muchos, ya se está en disposición de efectuar según que tipo de conclusiones sobre la misma.
Entre otras, una es obvia y evidente; se mire por donde se mire, por mucho que queramos marear la perdiz, esta Reforma Laboral sí que supone un abaratamiento del despido. Y esto es así por mucho que ZP, Pajín, Blanco & friends nos tomen por imbéciles y nieguen la mayor, por mucho que la patronal y banqueros se haga los ofendidos porque esta Reforma Laboral presuntamente no colma sus expectativas (sólo el despido gratis lo conseguiría), …, todo es una farsa, una pura patraña; …, se quiera o no reconocer a partir de ahora en España hemos inaugurado una nueva era de despidos “low cost”.
Para ir sin más rodeos, esta Reforma Laboral ha acometido el abaratamiento del despido desde una doble vertiente:
- Se han flexibilizado enormemente las causas motivadoras del despido objetivo, esto es, aquel que da derecho a percibir una indemnización reducida de 20 días de salario por año trabajado con tope de 12 meses en vez de la del despido improcedente de 45 días/año con tope de 42 mensualidades. Un ejemplo para no marear al personal, antes de la Reforma para despedir alegando causas económicas se venía exigiendo que la empresa hubiera incurrido en pérdidas a lo largo de los tres últimos ejercicios y que estos despidos contribuyesen a superar la situación negativa de la empresa. Ahora con la Reforma, borrón y cuenta nueva, la empresa tan sólo deberá probar “mínimamente la razonablilidad” del despido, desligándola de la viabilidad futura de la empresa (algo chupado en tiempos de crisis). Moraleja?, pues fácil, no?, vista la birriosa redacción que se desprende de la justificación de las causas objetivas, cualquier empresa del montón que eche mano de la contabilidad creativa para maquillar sus cuentas y que se aplique en la redacción de la carta de despido podrá largar, por ejemplo, al personal más antiguo por una anualidad de salario en vez de las 3,5 anualidades que les hubiera tocado antes de la Reforma.
- Se universaliza a prácticamente todo el colectivo de trabajadores un nuevo tipo de Contrato, el de Fomento de la Contratación Indefinida (CFCI) que genera una nueva modalidad de “despido improcedente por razones objetivas” más rápido, totalmente acausal, sin abono de salarios de tramitación y con una indemnización más barata de 33 días/año con tope de 24 mensualidades en lugar de los 45 días/año con tope de 42 mesualidades del “despido disciplinario exprés" que instauró el PP. Esto será aplicable en aquellos despidos objetivos individuales en que el empresario “reconozca” como no fundamentadas sus propias razones esgrimidas en la carta de despido y consigne en el juzgado de turno la indemnización hasta los preceptivos 33 días/año trabajado con tope de 24 mensualidades sin esperarse que ello lo dicte el juez (como se venía haciendo hasta la fecha). Para mayor abundamiento se reduce a la mitad el periodo de preaviso (de 1 mes a 15 días), y lo ya nunca visto, y es que a pesar de reconocer la empresa que no puede probar las causas económicas alegadas en su propia carta de despido, va el Estado (o sea, todos nosotros) y le devolverá de la indemnización pagada al trabajador la parte correspondiente a 8 días de salario/año tbjado. Este tipo de contrato, si cabe, terciarizará nuestras relaciones laborales (hasta día de hoy se hablaba de dualización) entre “presuntos indefinidos ordinarios”, “presuntos indefinidos precarios” (los CFCI) y los contratos temporales de toda la vida.
En resumidas cuentas, esto es lo que lleva ímplicita esta Reforma Laboral en el apartado de despidos (que no es poca cosa). Si hay tiempo y ganas tocaré otros apartados que también tienen su miga y que hasta el momento han pasado bastante desapercibidos para la opinión pública. Lo más fuerte de todo es que estamos frente a un Proyecto de Ley que no verá la luz hasta Octubre, por lo que las cosas pueden ir a bastante peor. Para ello, solo hará falta que PP, CIU y PNV acaben por incorporar sus propuestas.