Leyendo estas declaraciones uno entiende muchas cosas, entre ellas, que al sector le vaya como le va cuando está capitaneado por este estereotipo de señorito cacique de la construcción, impresentable, chulo, soez, patán, cutre y vacilón donde los haya. Si bien, sus declaraciones no hay más que tomárselas como una pataleta de niño malcriado que se pone a rabiar cuando ve que no le dan de mamar, aún asumiendo eso, se puede ser acaso más caradura?. Llevan años forrándose con precios desorbitados para unas viviendas cada vez más pésimas y ahora que viene mal dadas no aceptan ni el más mínimo ajuste de mercado.
No han tenido bastante que han sobreendeudado y arruinado a muchas familias que ahora pretenden seguir chupando de todos nuestros impuestos. Me resulta muy claro que este señor no está en sus cabales, en todo caso, si sigue en sus trece que vaya envolviendo en papel de regalo o de water, lo que prefiera, sus pisos a los bancos, que ya cuando apetezca comprar, acudiremos a las subastas de los bancos.