El Euribor sigue con su particular locura alcista, alcanzando hoy, la tan psicológica y temida cota del 5%, nivel que no registraba desde diciembre de 2000. Parece que en nada le haya afectado al Euribor los muchos mensajes supuestamente tranquilizadores provenientes de distintas instituciones sobre la suavización del impacto de la crisis crediticia y de las subprime. Y con el Euribor en máximos es cuando toca preguntarse dónde están ahora los que predicaban que el Euribor bajaría entorno al 3,5%, o los que decían que el precio del petróleo o la inflación se moderarían, o el por qué sólo se predicen escenarios positivos, y pocos, salvo honrosas excepciones, dicen la verdad de lo que está todavía por caernos encima. Si bien es cierto que respecto a anteriores subidas del Euribor, los mass media esta vez se han abstenido de sacar el pseudoespecialista de Euribores que aseguraba que lo peor ya había pasado. En definitiva, es obvio que el Euribor seguirá en fase expansiva largo tiempo empujado por la crisis crediticia y de solvencia, pero que nadie se lleva a engaño, un Euribor al 5% no es para tanto. Tan solo cabe recordar que a mediados de los 90 los tipos llegaron al 15%, si bien es justo reconocer que es una situación difícilmente repetible porque abocaría a la mitad de este país a la bancarrota. En todo caso tampoco hay que olvidar que lo que es mala noticia para los hipotecados, es a la vez una buena nueva para los que se esperan agazapados a comprar o para los ahorradores. Ya lo dice el dicho, nunca llueve a gusto de todos