Vamos a ser inteligentes, una de las primeras veces y que vaya en aumento. España, nuestro Gobierno, puede ayudar a nuestros trabajadores y en general a toda la población a ser financieramente más saludables y resistentes. De esta forma nuestra población estaría más protegida ante futuros desastres como el COVID-19, y para ello, en vez pagar a la Seguridad Social pensando en la jubilación como un sueldo fijo en función de lo apartado, crear un plan de ahorro sistemático de emergencia y otro de inversión para aquellos que trabajen.
El Gobierno puede cambiar mi idea, tal y como la describo, pero ello no implica que no pueda darse forma a lo que planteo y tener un mecanismo que permita al trabajador poder ahorrar e invertir. Sería para todos los trabajadores sin mirar en qué actividad están.
El coronavirus nos está permitiendo ver como de frágiles somos financieramente como país, y no sólo trabajadores, sino también empresas. Vamos a perder muchos empleos y empresas que serán muy difíciles de volver a recuperar dada las estructuras de país que tenemos. Todos se encuentran luchando por pagar sus gastos de primera necesidad (hipoteca, alquiler, comida, agua, ...) y mientras esperan el pago de los ERTEs o que salga la paga de Papá Estado o renta vital o universal. Y es que muchos se encuentran con que tienen poca o nula liquidez en estos momentos.
La población está volviendo a ver como una crisis sanitaria nos lleva a la posible ruina de país nuevamente después de cuarenta años de que gobiernen unos u otros y no se hagan las medidas necesarias para poner unas estructuras sólidas que nos ayuden a vivir situaciones de este calado algo menos apurados.
Está claro que la crisis no se puede ver venir, es lo que se llama un Cisne Negro, pero distintos estudios nos demuestran que somos un país que no ahorra prácticamente nada. Las personas no tienen ahorrado para cubrir simplemente tres meses de su sueldo.
Por eso, debemos hacer entender a las personas que la riqueza de ellos como las del país empieza por el ahorro. En gastar menos de lo que realmente se puede y vivir algo por debajo de sus posibilidades para que parte de ese dinero ahorrado se pueda invertir correctamente.
Mucha gente se encuentra en la situación que entre el día 1 y 5 de cada mes han pagado todas las facturas y no les queda dinero para pagarse ellos y mucho menos para ahorrar.
Para ello ese dinero que va a la Seguridad Social se debería destinar simplemente a dos cuestiones claras:
1º que se invierta en productos de bajo o escaso riesgo para emergencias exclusivamente.
2º el resto para la jubilación, pero no como renta fija. Si no buscar devolver el principal aportado más la rentabilidad obtenida y muy importante, sin tener que tributar por ello.
Sería una de las buenas noticias que sacaríamos de esta dramática situación que es el COVID19.
Si el Gobierno muestra interés por este tipo de políticas, el ciudadano empezaría a trabajar con su dinero de forma distinta. La realidad es que tendría que ser al revés, desde el individuo hacia el colectivo. Pero de alguna forma hay que romper el círculo de no ahorrar, y alguien debe hacerlo. El Político español que sea capaz de hacer una medida tan innovadora deberá tener mucho valor y afrontar las críticas de una parte de la sociedad. Porque no sólo debería el Estado realizar esta labor, sino que debería fiscalmente dar beneficios fiscales a particulares y empresas por contratar productos tanto de ahorro como de inversión.
De esta forma se interesarían más por su dinero, buscarían formas de rentabilizarlo y por tanto de formarse o contratar expertos que les ayudará a mejorar su patrimonio. Tener que afrontar situaciones de contratar un seguro médico privado, una pérdida de empleo, el arreglo del coche, o cualquier otra situación, no se convertiría en una odisea tan grande para los ciudadanos.
Es por esto que la parte que se queda el Gobierno está en torno a un 40% destinado a ese ahorro de bajo riesgo y el 60% a la inversión para su jubilación.
Se que una pregunta te está rondando, ¿si me quedo sin trabajo, tendría derecho a paro?, Si, pero no en las circunstancias actuales, el Estado te pagaría una cantidad de 800€ durante 6 meses. Es la forma de incentivar a las personas a que tengan que espabilar y no dormirse por buscar un empleo, y como mucho complementarlo con ese porcentaje de emergencia del que hemos hablado, pero nada más. Para ello el Estado debería subcontratar con el sector privado la búsqueda de empleo aliviando así al estado de una estructura ineficiente y dejando al sector privado la mejora constante de este servicio.
De esta forma también el Estado se quitaría la responsabilidad de las pensiones y sería el ciudadano el que tendría que preocuparse por ello. Bien es verdad que recibirá como mencione anteriormente su aportación más la rentabilidad alcanzada, pero todo de una vez y sin tener que tributar por ello. De esta forma cambia la idea de que “yo pago tanto a la seguridad social y luego ganó de jubilación 1200€” por ejemplo. Esto no cuadra y así vemos cómo la Tesorería está en números rojos, porque la aportación de cada persona y luego tener que estar pagándole una cantidad no cuadran.
De esta forma, no habría que estar cuadrando cuentas y el Estado tendría una estructura menos que alimentar y poder destinar ese dinero a otras actividades, o quizás bajar impuestos ya que necesita menos dinero para mantenerse.
Como digo, no se trata simplemente de una idea, sino que conlleva una cualidad importante, que es la de los buenos hábitos en finanzas personales. Y con ello que veamos una sociedad financieramente fuerte y saludable capaz de afrontar situaciones de crisis de forma más consistente.