Vivimos en un mundo cada vez más rápido e impaciente, gracias principalmente a las mejoras tecnológicas.
Los tiempos cambian, y con ellos las personas.
Estas mejoras, venidas de la mano de la tecnología, hacen que el comportamiento de una sociedad actual sea muy distinto a la de hace 10 ó 15 años.
Nos hemos vuelto más impacientes. Queremos todo para ya. Que nos contesten los emails inmediatamente. Que nos contesten los wasaps ya mismo.
La sociedad de hoy en día podríamos definirla como muy cercana a la locura.
Y este tipo de comportamientos se refleja en todo, incluido la forma de invertir. De ahí la proliferación de cada vez más formas de especulación, todas enfocadas al corto plazo. La misma tecnología, con algoritmos de alta frecuencia, se han unido a esta locura de la inmediatez.
Cuando uno está estresado en una gran ciudad y necesita despresurizar, se va al campo o a la montaña, a respirar aire fresco, a escuchar nada, a buscar esa paz interior.
Con las inversiones, esa misma paz interior se encuentra enfocándonos en el más largo plazo. Y esto no sólo es una afirmación "espiritual", sino contrastada con datos. Las probabilidades de obtener beneficio aumentan con el tiempo (ver detalle en "La Bolsa mejor a largo plazo").
¿A dónde quiero llegar?
Nunca es tarde para comenzar a invertir, sin esperar que dichas inversiones nos salgan bien en el corto plazo (1-3 años).
Un inversor, que no especulador, debería tener enfoques de largo plazo (de 5 años en adelante).
Como padre, mi enfoque en la inversión va a 20 años, y es que ese es uno de mis proyectos personales, un proyecto de inversión para mis hijos.
Creo que todo padre coincidirá conmigo. El objetivo no es solucionarles la vida, pero sí darles libertad de elección, para que cuando lleguen a una edad madura puedan hacer lo que quieran, sin necesidad de seguir un camino marcado por la sociedad.
Por ejemplo, si mi padre hubiera invertido 10.000€ en el S&P500 cuando nací, con 20 años esos 10k se habría convertido en 150.000€, sin contar inflación. Sin duda, una cifra muy interesante para iniciar cualquier actividad empresarial, formación o el sueño que cada uno quiera perseguir.
Con aportaciones periódicas, el resultado, tanto de rendimiento como de volatilidad, habría sido muchísimo mejor.
Por supuesto, si alguien hubiera hecho lo mismo en el año 2000, el resultado habría sido muy diferente.
De ahí la gran oportunidad que, bajo mi punto de vista, nos ofrece el momento actual.
Para mí, el futuro siempre será mejor. Los mejores avances tecnológicos están aún por llegar, y todo eso se verá reflejado en las economías y bolsas de países desarrollados.
En el corto plazo, todo es posible en los mercados, pero si uno intenta buscar un momento óptimo de entrada, nunca lo encontrará.
Además, estamos saliendo de un gran lateral de más de 10 años. Un super ciclo alcista está a la vuelta de la esquina, si es que no estamos ya en él...
Para mí, el mejor momento de invertir es YA. Como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena.
@sergionozal