Creo que eso se llama empatía, que es la habilidad de comprender al cliente y de hablar cuando mucho la mitad del tiempo que se pasa escuchando. Cuando un cliente se vuelve muy hablador contigo, puedes tener la seguridad de que te será más fácil la venta.
A ello se agrega una buena autoestima que es importante para transmitir "vibraciones positivas" que se transmiten por comunicación averbal.
Y falta el último detalle que es no alargar mucho la interacción, sino saber cortar en un momento para cerrar el trato. La mayoría de los clientes apreciarán que hagas esa interrupcion (si la haces con diplomacia) para no empantanarse en una interminable conversación que hace perder el tiempo a ambos.