Johan Cruyff es uno de los personajes más geniales de la historia del fútbol, y también uno de los más influyentes. Basta con ver el legado que ha dejado en el F. C. Barcelona. Si alguien alberga dudas al respecto sólo debe comparar el palmarés del Barcelona antes y después de su llegada en 1988 como entrenador y responsable del equipo. Su influencia, sin embargo, no es sólo cuantificable en títulos sino que va mucho más allá e incide en el estilo, el modelo de juego, el carácter y el nivel de exigencia. Su criterio y sus ideas han arraigado en el club y han permitido que de su cantera salgan jugadores que son referencia de un modo de ver y entender el juego y de una manera de ser y estar en el campo como Milla, Guardiola, Arteta, Xavi, Iniesta, Fábregas y otros. Ha favorecido, en definitiva, que lo que era un club segundón ejemplifique ahora mismo la búsqueda de la excelencia.
Las siguientes líneas están tomadas de su libro "Mis futbolistas y yo" y pueden servir como muestra de algunas de sus ideas:
"Personalmente creo que todo es educación. De quién se la ha dado y cómo se la ha dado.
De hecho, esto es el origen del fútbol y buena parte del futuro de los futbolistas se decide en la niñez. Por ejemplo, hablando de Romário, resulta obvio que este hombre ya sabía jugar al fútbol cuando era un niño. Hay calidades básicas que no se las puede enseñar nadie y Romário, seguro, con diez o doce años era el mejor de su equipo. Un equipo que probablemente ganaba todos los partidos por goleada y el tal Romário metía la mitad de esos goles.
De hecho, esto es el origen del fútbol y buena parte del futuro de los futbolistas se decide en la niñez. Por ejemplo, hablando de Romário, resulta obvio que este hombre ya sabía jugar al fútbol cuando era un niño. Hay calidades básicas que no se las puede enseñar nadie y Romário, seguro, con diez o doce años era el mejor de su equipo. Un equipo que probablemente ganaba todos los partidos por goleada y el tal Romário metía la mitad de esos goles.
A partir de ese instante, al acabar los partidos, entra en juego el entrenador y, desgraciadamente, los entrenadores de los chicos se conforman con muy poco. Todo está enfocado a correr y ganar. Si sus jugadores lo hacen, ya tienen bastante. Y ahí nace el problema que luego, los chicos, arrastrarán en su carrera profesional. Me explico. Cuando el niño Romário acababa su entrenador le decía: “Muy bien, chaval. Estarás contento con los goles que has marcado.” Y no es así. Lo primero que hay que hacer es corregir errores aunque, con errores incluidos, el chico te haya solventado la papeleta.
Lo normal, lo procedente, es casi pegarle el chorreo al chico y decirle: “Oye, has metido tres pero podías haber marcado cinco más y no lo has hecho porque has fallado en esto, en lo otro y en lo de más allá.”
El papel del entrenador no es ganar amigos. Tiene que hacer futbolistas y los niños tienen la capacidad de asimilación para corregir errores pero, claro, también son capaces de viciarse si nadie les dice lo que han hecho bien y lo que han hecho mal. Resumiendo, que no hay nada peor que consentir que los niños sigan el camino equivocado."
Si se aplican esas ideas al trading, se debe colegir que el operador, para realizar muy bien su trabajo, no debe contentarse simplemente con ganar dinero, sino que debe involucrarse en un proceso de aprendizaje continuo y mejora constante.
El trader debe ir limando y puliendo su operativa, analizando correctamente las operaciones efectuadas y corrigiendo sus posibles errores: ha de examinar si ha gestionado de manera apropiada el riesgo y el tamaño de la posición; ha de diferenciar cuánto se ha ganado y cuánto se podría haber ganado y, del mismo modo, cuánto se ha perdido y cuánto se podría haber perdido; ha de considerar si ajustó correctamente el momento de la entrada y del cierre de la operación; ha de preguntarse si ha sabido dejar correr largamente las ganancias y si ha cortado rápidamente las pérdidas, si ha hecho un buen seguimiento con el stop o si ha fijado o protegido adecuadamente los beneficios...
En conclusión, el trader en su proceso de convertirse en un mejor trader, ha de procurar descubrir, afinar y corregir todos los errores que se pueden producir a la hora de plantear, analizar, ejecutar y seguir el desarrollo de las operaciones. Como Cruyff y su influencia en el modelo de juego y en la cantera del Barcelona, se trata de sentar previamente unas buenas bases para poder recoger posteriormente unos grandes beneficios.
Y sirva el presente artículo como merecido homenaje para felicitar al F. C. Barcelona por su excelente temporada y su histórico triplete.
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