La vela dejada el viernes está a camino entre un doji y una peonza. Para que el lector se haga una idea más clara, en el gráfico del Dax de la entrada anterior, he marcado con una elipse morada una vela similar en una zona también de resistencia, que se resuelve en una formación de estrella vespertina.
Sin embargo, lo verdaderamente importante en este caso no es la vela en sí, sino la zona en que se ha producido. En el gráfico del futuro del Ibex se puede apreciar con mayor claridad cómo la zona donde apareció el hombre colgado no ha sido superada y puede haber originado una formación de doble techo y una posible ruptura falsa. El desafío que se le plantea al Ibex es sencillo, o supera los 9.000 puntos para dirigirse a los 9.700 con posible pausa en el rellano de los 9.200, o se va a buscar apoyo más abajo de cara a un nuevo intento de superación o a iniciar una corrección de todo el tramo alcista iniciado en marzo.
Las posibles operaciones también deberían ser sencillas:- Si se ven precios sostenidos inferiores a 8.850, habría que pensar en abrir posiciones vendedoras.
- Si se ven precios sostenidos superiores a 9.000, habría que pensar en abrir posiciones compradoras.
La operación 1 es más agresiva, puesto que para abrir cortos con mayor seguridad se debería esperar hasta que se perdieran los 8.300. Otra cosa es que se conceda un buen número de probabilidades a una posible figura de estrella vespertina y a la formación de doble techo; en ese caso interesaría, evidentemente, vender lo más cerca posible de la resistencia para que el stop de protección sea mucho menor. Esa opción podría quedar mínimamente desbaratada si se abre con hueco bajista, pero se podría condicionar el stop a que no se cerrara el hueco.
Lo mismo funcionaría para las posiciones compradoras planteadas; es decir, habría que comprar lo más cerca posible de la ruptura o condicionar la operación a que no se cierre un posible hueco de apertura al alza. No obstante, ahora mismo me parece mucho más probable la opción vendedora, de modo que incluso cabría la posibilidad de abrir dos posiciones, una con stop más ajustado y otra con un stop más amplio sobre los máximos del viernes. Se buscaría cerrar una en intradiario y dejar correr la otra con un stop dinámico, tratando de que los beneficios de la primera posición incluyeran un posible giro o pérdida en la segunda posición.
Desde luego, se tendrían más argumentos bajistas si se cierra la ventana bajista abierta sobre 8.770 y prosiguieran las bajadas. Ese nivel, de hecho, podría ser clave de cara a una variedad de bebé abadonado bajista.
La apertura de posiciones depende de cada cual, pero insisto una vez más en que siempre se ha de tener presente el riesgo que se asume. A modo de ejemplo, si se piensa en una operación de venta a 8.850, con stop en 9.000 y objetivo en 8.525, quizá habría que desechar la operación, ya que se arriesgarían 150 puntos para una ganancia de 325, lo que sólo podría interesar para una operativa intradiaria. En otro caso, habría que buscar un ratio recompensa-riesgo mejor. Si se trazara un segundo objetivo cercano a 8.380, con posible pérdida de 150 puntos y posible ganancia de 470 puntos, mejoraría el ratio hasta 3 a 1. Aunque éstas son cábalas que debe hacerse cada operador en función de su gestión del riesgo y de su curva de beneficios.