A la hora de hacer trading en el mercado, especialmente en aquellas operaciones de muy corto plazo o incluso intradia es vital tener en cuenta el concepto de liquidez.
La liquidez reflejará la facilidad o la dificultad que tendremos para cerrar una posición en un valor sin sufrir una pérdida cuantificable en un escenario en el que no haya existido una variación del precio.
La forma más clara y sencilla que tiene un inversor para medir la liquidez es observar las horquillas o spreads de los valores negociables o lo que es lo mismo el diferencial entre las posiciones de compra y las posiciones de venta. El spread debe ser siempre medido en términos porcentuales.
Este diferencial supone para el especulador un coste adicional impuesto por el mercado que tendrá que evaluar a la hora de tomar una posición; será un coste indirecto pero al final y al cabo será un coste.
Por ello, a la hora de hacer trading es conveniente intentar evitar activos que presenten un spread muy elevado, ya que operar en ellos implicará comenzar perdiendo un porcentaje que en algunos casos es demasiado suculento y que podría lastrar el resultado de nuestra operativa.
En este sentido es importante destacar que los futuros sobre índices pueden llegar a tener un spread de hasta 93 veces (como en el ejemplo que veremos a continuación) más pequeños en relación a muchos de los valores del mercado continuo, por lo que la operativa con futuros de índices es mucho más recomendable a la hora de reducir costes.
Nota: las horquillas de los diferentes valores en el mercado de contado, fluctuan constantemente, la tabla refleja las horquillas de estos valores en un mismo momento estático del tiempo para tpdos ellos
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