A pesar de los signos de recuperación más tranquilizadores en lo que va de 2012 en EE.UU, los mercados de activos son demasiado complacientes con respecto a la necesidad de un ajuste monetario adicional por parte de la Reserva Federal en la segunda mitad de este año.
En primer lugar tenemos la profundización de la crisis en la eurozona, que ya está penetrando a través de Asia y la reducción de la demanda de productos estadounidenses. Las Actas del FOMC más recientes han citado a Europa como uno de los principales riesgos para las perspectivas económicas de EE.UU.
En segundo lugar, la economía de EE.UU. puede verse afectada negativamente por la crisis fiscal se avecina. Una reducción automática en el gasto interno y de defensa está listo para ser implementado, lo que reducirá el gasto público por lo menos en 100 mil millones dólares el próximo año. La semana pasada el presidente de la Fed solicitó a los senadores considerar el potencial de este ajuste fiscal que podría empujar la economía de los EE.UU. a la recesión. Un gobernador de la Fed, Elizabeth Duke, afirmó recientemente que el impacto combinado sobre el crecimiento de estas medidas podría representar un 4% del PIB.
Este debate en torno a más estímulo de la Fed puede parecer un poco prematuro, dado el desempeño de la economía en los últimos trimestres. No hay duda de que en algunas partes de la economía se están haciendo mucho mejor las cosas de lo que han hecho años atrás. Ayer mismo, se informó que la construcción de viviendas aumentó en un 30% en el año finalizado en abril, aunque la actividad se mantiene muy por debajo del récord de 2006. Impulsado por el aumento de la producción automotriz, la producción industrial subió un 1,1% el mes pasado, el mayor aumento intermensual desde finales de 2010. En el mercado de trabajo, la tasa de desempleo cayó a 8,1% en abril, el más bajo desde hace más de tres años.
La operación twist se completa a finales del próximo mes con lo que los funcionarios de la fed aún tienen tiempo para mayores políticas. Recordemos que la Fed compró 2.3trln dólares de bonos y otros títulos (denominados comúnmente como QE1 y QE2), y se ha comprometido a mantener los tipos de préstamos bancarios overnight a cerca de cero hasta finales de 2014.
Como están las cosas es prematuro descartar más QE por parte de la Fed en los próximos meses.