En un momento en el que la Comunidad inversora global está completamente paralizada por la crisis de deuda europea y las potencialmente adversas consecuencias para la moneda única, no se ha prestado atención a la creciente presión sobre las principales divisas asiáticas. Particularmente destacable es el continuo colapso de la rupia india, que anoche cayó a un nuevo record contra el dólar. Desde el final de Julio, la rupia ha perdido más de un 20%; desde el último lunes más de un 4%.
Se supone que no debiera ser esto así. India es uno de los BRICs con un potencial de crecimiento masivo; incluso algunos han notado que India ofrece un mayor riesgo/beneficio que China. Sin embargo, hasta este momento, todo inversor offshore en dólares ha perdido un 35% en acciones indias. ¿Qué es lo que ha ido mal?
La aflicción de la India es compartida por la mayoría de sus vecinos asiáticos a día de hoy. Los inversores extranjeros, con una alta exposición al crecimiento global, han buscado economías como la india con high-beta. Al mismo tiempo, las condiciones domésticas se han tornado negativas. Para el año que finaliza, hasta octubre, la producción industrial ha caído un 5.1%, casi igualando el punto más bajo alcanzado a principios de 2009. Las posiciones fiscales del Gobierno se están viendo deterioradas rápidamente con la ralentización de la economía afectando los ingresos fiscales. Los altos precios del petróleo están causando estragos en la balanza- El déficit comercial de Octubre de casi 20bln es el más alto desde hace 17 años.
Aunque la rupia es ciertamente la más débil de las divisas asiáticas mayores, no está sola. China está envuelta en un pulso con los inversores extranjeros- éstos han intentado consistentemente sacar capitales fuera del país en las últimas semanas, con el yuan cotizando a su mínimo permitido en cada una de las últimas 10 sesiones de trading. El won coreano se encuentra también bajo fuertes presiones, abajo un 10% desde el final de julio. Con Europa en llamas y siendo Asia dependiente en cierto modo del capital europeo, no es de extrañar que los pesos pesados asiáticos estén sufriendo.