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Entrevista a José Trecet

Siguiendo el camino emprendido con la sección de entrevistas a expertos en el mundo de las finanzas y la inversión, hoy tengo el honor de presentaros a José Trecet.

Licenciado en periodismo, es experto en ahorro y fiscalidad. Cuenta con más de 15 años de experiencia dedicado a la comunicación de temas de economía, finanzas, fiscalidad, ahorro e inversión. Responsable de contenidos del blog Preahorro, del que recomiendo su lectura, es además columnista económico y financiero en Finect, Financial Red o Bussines Insider, entre otros.

En mi afán de aprender, y qué mejor manera que de la mano de los mejores, quería saber de primera mano, qué opina sobre invertir en ladrillo, la independencia financiera o la educación de los niños. Mejor os dejo con la entrevista.

¿Qué le dirías a alguien que quiere comenzar a invertir? ¿Cuál es tu estrategia de inversión?

Para invertir con éxito hacen falta dos cosas: una buena estrategia y tener la cabeza bien amueblada. Para la primera existen cursos y mucha información, es posible testarla con simuladores de bolsa y bases de datos.

La segunda es más complicada porque da igual lo mucho o poco que hayas leído sobre psicología del Trading o psicología de la inversión: hasta que no entras en el mercado y te estás jugando tu dinero de verdad, es difícil saber de qué pasta estás hecho. Algo en teoría tan lógico y fácil como dejar correr las ganancias y cortar las pérdidas puede convertirse en una tarea titánica para el inversor novel e incluso el experimentado si no cuenta con un buen plan.

Por eso mismo, mi primer consejo es contar con una estrategia de inversión (no invertir de oidas) y empezar con poco dinero. A partir de ahí, creo que los fondos de inversión son un vehículo mucho más adecuado para el inversor particular que las acciones y eso es lo que reflejo en mi propia cartera.

En este sentido mi estrategia de inversión es bastante sencilla: gestión pasiva con aportaciones periódicas para la mayor parte de la cartera combinada con fondos value para tratar de maximizar la rentabilidad e incluso se podría intercambiar por fondos de inversión en general (no solo value) para hacerla más universal.

Tras leer tu artículo “Cuánto necesitas para vivir de tus inversiones siendo realista“, ¿crees que la independencia financiera es alcanzable para el común de los mortales? ¿O quizás lo que conseguirá la mayoría será un complemento a su pensión?

La libertad financiera es un objetivo por el que merece la pena luchar y una gran meta que ponerse. Todo el mundo puede conseguir un mayor o menor grado de libertad financiera si la identificamos como contar con un colchón financiero que les permitirá afrontar imprevistos, superar malos momentos o, simplemente, emprender.

El problema viene cuando identificamos la libertad financiera con poder jubilarte a los 40 años sin volver a trabajar, algo que ni siquiera en el movimiento FIRE se contempla. Si esa es la definición de independencia financiera, entonces muy poca gente va a ser capaz de lograrla. Por el contrario, si la definimos como el número de años que podrías aguantar sin trabajar (ojo, esto no quiere decir sin recibir ingresos), en ese caso sí que se puede tener un mayor o menor grado de independencia financiera.

Dicho esto, la realidad es que la mayoría de personas lo que terminará es juntando una suma de dinero que les ayudará a tener una jubilación mejor o a adelantarla ligeramente. Las principales razones son un desfase entre salario e ingresos (el actual nivel salarial tiene mucho que ver) y malas o nulas estrategias de inversión.

Para mí, y muchos de mis lectores, el “preahorro” ha sido un descubrimiento, ¿crees que para las finanzas personales es más fácil aplicar sentido común que teorías complicadas? ¿Realmente crees que todo el mundo puede ahorrar?

La magia del preahorro es que es tan fácil y sencillo, que funciona. Eso es lo que nos ha enseñado la experiencia y lo que comprobamos día a día en Preahorro.com. Hay veces que lo más fácil es lo que funciona.

Para quien todavía no lo conozca, el preahorro consiste en lo que los americanos llaman pagarte a ti mismo el primero. En lugar de ahorrar a final de mes, hacerlo al principio con una transferencia automática desde la cuenta de uso diario a tu cuenta de ahorro. Así de fácil. Con un único movimiento, dar la orden de transferencia, ya estarás ahorrando todos los meses.

Hay otros métodos de ahorro, empezando por los famosos retos de ahorro o las distribuciones de ingresos tipo 50/30/20 que están bien pero que no son igual de efectivas porque requieren tiempo y esfuerzo. El preahorro elimina ese componente de esfuerzo y fuerza de voluntad, por eso funciona tan bien, mejor incluso que otras fórmulas más complejas y que pueden parecer más atractivas.

Además, elimina ese componente de que no puedes ahorrar porque no ganas suficiente dinero. Siempre hay casos concretos, pero en mi experiencia, casi todo el mundo puede ahorrar entre un 3% y un 5% de su salario con esta fórmula. Para un mileurista estamos hablando de entre 30 y 50 euros al mes, que dicho así no parece mucho, pero es infinitamente más que nada.

¿Qué opinas de abrir una cuenta de ahorro a los peques o una cartera? ¿Cartera a nombre de los padres o a nombre de los hijos?

Lo que hay que plantearse con el ahorro de los hijos es su objetivo ¿Para qué ahorras? ¿Cuál es el plazo de esa inversión? Si ahorras para la universidad o simplemente para darles un dinero cuando terminen los estudios, el horizonte temporal es a largo plazo ¿Es una cuenta corriente que apenas da interés el mejor vehículo? En absoluto. ¿Tienes ahí metidos tus ahorros para la jubilación? Lo dudo, y si es así, deberías revisar tu estrategia.

Las cuentas corrientes están bien porque son seguras, pero no dan rentabilidad y si inviertes y ahorras a largo plazo, ese debe ser el foco, por lo menos los primeros años. Yo no tengo cuentas de ahorro para mis hijos, tengo carteras de fondos y más concretamente fondos indexados. Además, ni siquiera están su nombre.

La razón es muy sencilla: no quiero que tengan acceso a ese dinero automáticamente al cumplir los 18 años. Prefiero que seamos su padre y su madre los que determinemos cuándo es el mejor momento para que haga uso de él. Confío en la labor que hacemos educándole y que cuando alcance la mayoría de edad sea consciente del valor del dinero, pero todavía confío más en que yo lo seré.

En este punto es fácil preguntarse por la cuestión fiscal. Hay dos razones para poner el ahorro a nombre de los hijos. El primero es la inercia (si abrimos una cuenta a su nombre, por qué no hacer lo mismo con la cartera de fondos). El segundo es el ahorro fiscal. Si está a su nombre, el niño sólo tendrá que tributar por las ganancias acumuladas, mientras que, si está al tuyo, tendrás que donárselo y pagar impuestos. Pues en realidad esas aportaciones que vas haciendo a lo largo de los años al fondo del niño cuando está a su nombre también deberían tributarse como donaciones, pero no suele hacerse y Hacienda tampoco tiene puesto ahí su foco.

En un artículo tuyo publicado recientemente “Cómo elegir un buen asesor financiero y no morir en el intento” señalas que el “bancario o vendedor no es un asesor financiero”, ¿Crees que en España se sigue invirtiendo tradicionalmente en depósitos? ¿Y en su defecto en ladrillo?

La propia Mifid II define claramente lo que es un asesor financiero independiente del que no lo es y bajo su criterio, quienes están en las oficinas y las sucursales  bancarias no lo son. Sólo hay que pasarse a preguntar por opciones para invertir tus ahorros y ahí saldrán las acciones del banco, fondos del banco o, todavía peor, planes de pensiones del banco con bajo rendimiento y altas comisiones. Una persona que sólo te ofrece su producto no te está asesorando, te está vendiendo.

E incluso si te ofrece producto de terceros, puede no ser un buen asesor si cobra retrocesiones o comisiones por colocar uno u otro producto. Y es que este tipo de incentivos perversos harán que sus recomendaciones no sean imparciales. De hecho, si las cobra no podrá decir que es independiente.

Frente a estas figuras están los asesores financieros independientes, que realizan un gran trabajo. El único inconveniente es que por operativa, necesitarás contar con cierto patrimonio (entre 10.000 y 50.000 euros normalmente). Otra alternativa son los ya mencionados roboadvisors como Indexa, que es donde yo tengo cuenta, y otros como FInizens, Popcoin o MyInvestor. Hasta ING se ha lanzado recientemente a por este mercado con las carteras NARANJA +.

El problema en España es que este tipo de inversión es casi ciencia-ficción para buena parte de la población por el riesgo que perciben. Por eso hoy en día hay quienes siguen invirtiendo en depósitos para planificar su jubilación. A esto se suma el tradicional apetito por el ladrillo. Un 80% de las familias españolas tiene casa en propiedad y cuando preguntas qué harían si tuvieran dinero para invertir, la mayoría señalará la compra de una vivienda en alquiler como principal opción.

Lo cierto es que comprar para alquilar puede ser muy rentable, pero también es muy arriesgado porque implica normalmente endeudarse y porque eliminas casi cualquier diversificación. Estás jugándotelo todo a la carta del alquiler.

¿Algún mentor o coach que haya influido en ti o te consideras autodidacta? 

Soy más autodidacta que alumno, aunque sí hay inversores y autores que han influido más que otros. Más allá de los grandes nombres, primero sería Antonio Espín, con quien aprendí las bases del análisis técnico trabajando en Intereconomía (como muchas personas, mi primer contacto con la inversión fue a través de la bolsa). También me marcaron Javier Alfayate, especialmente su segundo libro “La Bolsa Evidente”, donde aborda los ciclos de Kondratieff, así como su filosofía de inversión, que resumiría como seguir la tendencia en lugar de buscar los giros de mercado, y Ricardo González con su blog losmercadosfinancieros.es.

La inversión pasiva e indexada la descubrí, como muchos otros ahorradores, de la mano de Antonio Rico, que actualmente gestiona su propio fondo (Baelo Patrimonio). Su blog es de lectura obligada para entender en qué consiste la inversión pasiva. Otros autores que sigo ahora son Sergio Yuste en Gestionpasiva.com, Guillen en lahormigacapitalista y el foro MasDividendos

Además, hay estrategias de inversión con las que me siento más identificado que con otras. En Finect he tenido la suerte de conocer cómo invierten Marcos Álvarez y Joa quín Aranzábal, a los que recomiendo seguir, además de a Vicente Varó y Carlos Alosete.

Por último, si hablamos de ahorro, me gusta mucho el enfoque de Luis Pita con su apuesta por la frugalidad primero y por maximizar el esfuerzo al ahorrar por otra. Es decir, buscar las acciones de reducción de gastos que más impacto tienen con menos esfuerzo, tanto en tiempo como en trabajo.

Por último, si tuvieras que definir te con una palabra, ¿cual sería?

Lento, pero seguro. Tengo claras mis metas, pero no tengo prisa en alcanzarlas.

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