Configuración mental: ¿hay lugar para prosperar o ya podemos degradar?
La configuración mental juega un papel fundamental en todo lo que hacemos. Para mí, eso de la mentalidad de escasez o de abundancia empieza con la sensación de que ya se ha llegado a alguna parte vs la sensación de que todo está por delante, más allá de la edad y de los ingresos.
La configuración mental juega un papel fundamental en todo lo que hacemos: hablas con una persona y piensas que eres mejor que ella, o piensas que eres peor, eso va a marcar el rumbo de la conversación; no es lo mismo que vayas a presentar un proyecto de negocio convencido de que aceptarán tu propuesta o pensando que te van a decir que no; de la misma forma si estás buscando pareja y vas a una cita pensando que todos los hombres (o mujeres) son iguales, o si piensas que cada cabeza es un mundo, va a determinar mucho de cómo pase la velada y en qué resulte todo.
la sensación de que ya se ha llegado a alguna parte vs la sensación de que todo está por delante, más allá de la edad y de los ingresos
Pero, ¿cómo esto se manifiesta concretamente en las finanzas?
Para mí, eso de la mentalidad de escasez o abundancia o lo que llaman mentalidad “de rico” o “de pobre”, empieza con una simple sensación: la sensación de que ya se ha llegado a alguna parte vs la sensación de que todo está por delante, más allá de la edad y de los ingresos.
Cuando sientes que hay todavía mucho por hacer y mucho por alcanzar, tienes la capacidad de querer, desear, de planificar, de guardar para el futuro. Automáticamente te pones en la actitud de pensar en lo que hace falta para llegar al otro lado. En cambio, cuando te das por “llegado”, ahí no hay cabida para planes a futuro, ¿cierto? Por consiguiente, esto lleva al despilfarro, a vivir ahora, a querer todo para ya. No se trata sólo de eso, sin duda, pero a mi ver ese es el primer estado de las cosas.
También está, por ejemplo, la comprensión de que el tiempo es el recurso más valioso que poseemos. Me gusta cuando veo en redes sociales la afirmación de que el rico compra tiempo y el pobre objetos. Así es, con eso estoy completamente de acuerdo.
¿Cuánto dinero habría que acumular para poder tener la opción de dejar de ocuparse de generar ingresos?
Pero ¿qué es eso de comprar tiempo? ¿Cómo se puede comprar tiempo?
Pues, el tiempo que no tienes que vender por dinero, es tiempo que puedes ocupar en otras cosas: cuidado personal, aficiones, perfeccionar una habilidad, tiempo de calidad con la familia, meditación, desarrollo personal y profesional. Cualquier actividad cuya finalidad no sea ganar dinero.
Esa situación, la falta de tiempo, se vuelve aún más aguda cuando hablamos de una edad que supera los 60 años. Cierto que las fuerzas se hacen menos, cierto que el cansancio hace acto de presencia. No se trata de no hacer nada, sino de tener la posibilidad de escoger en qué ocupar el tiempo: poder hacer uso del tiempo como a uno le venga en gana, en vez de estar obligado a hacer algo para generar ingresos o estar sujeto a los hijos o aceptar la degradación del nivel de vida.
La cosa es tan banal como brutal: tienes dinero, puedes decidir qué hacer con tu tiempo; no tienes dinero, otro es el que decide, no tú. ¿Cuánto dinero habría que acumular para poder tener la opción de dejar de ocuparse de generar ingresos? Sin la habilidad de controlar el dinero, el dinero es como el agua: siempre encuentra un huequito por donde salir y se acaba, más temprano que tarde. ¿Cuánto dinero habría que tener para seguir llevando el mismo estilo de vida cómodo, una vez que la fuente de ingresos desaparezca? La fuente de ingresos puede desaparecer querámoslo o no: por enfermedad, accidente, edad avanzada, despido, quiebra del negocio, cambios en la ley, reducción de personal, pandemia, avances tecnológicos como la inteligencia artificial, etc, etc.
...son factores que alejan al ciudadano común de la mentalidad de abundancia
La configuración mental es lo que te hace desear tener más tiempo o tener más cosas. Qué tanto te dejas llevar por la corriente o qué tanto resistes.
Cierto que el fraude, la estafa, el circo geopolítico, los riesgos de mercado, la presión de los medios por que consumamos más ahora, la promoción agresiva de los bancos, son factores que alejan al ciudadano común de la mentalidad de abundancia y de la idea de crear su capital estratégico, hereditario, a largo plazo por medio de inversiones en bolsa.
¿No sabes cómo empezar a invertir? Aquí te dejo instrucciones detalladas de cómo dar el 1er paso.
Entonces, mientras una persona con mentalidad de escasez no sabe a dónde se le va el dinero, una con mentalidad de abundancia lleva control de sus ingresos y gastos: sabe exactamente cuánto gana, apenas recibe sus ingresos, lo primero que hace es apartar para sus inversiones del 10 al 20% y con el resto establece prioridades sin dejar de lado un fondo para darse gusticos y otro fondo para ayudar a los demás, bien sea haciendo obras de caridad o ayudando a los suyos.
Una persona con mentalidad de abundancia sabe que siempre hay cabida para crecer: el dinero ahorrado e invertido hoy es tranquilidad y prosperidad mañana. Pero no sólo mañana, sino hoy también, ya que la mentalidad que lo está llevando a ser libre mañana, lo lleva hoy a tener una vida ordenada, dirigir sus esfuerzos hacia un yo de hoy cada vez mejor: llevar un estilo de vida sano, pasar tiempo de calidad con su familia, leer, educarse sin cesar, escoger amigos que vean hacia el mismo sitio y así puedan impulsarse unos a otros hacia adelante.
¿Crees que tú controlas tu destino financiero o piensas que depende de la suerte o de otros?
Test: ¿Cuál es tu configuración mental para con el dinero?
Aquí tienes un test rápido de 7 preguntas para descubrir si tu mentalidad está más alineada con la riqueza o con la pobreza:
¿Sabes que tienes aún mucho por aprender y deseas crear un plan financiero robusto que te lleve a la tranquilidad financiera o crees ya estás bien y que no necesitas información sobre finanzas ni ahorrar ni invertir?
¿Ves los problemas como oportunidades para aprender o como obstáculos que te detienen?
¿Prefieres invertir en tu educación y crecimiento, o gastar solo en cosas que te den placer inmediato?
¿Crees que tú controlas tu destino financiero o piensas que depende de la suerte o de otros?
¿Te rodeas de personas exitosas que te inspiran o de personas que se quejan constantemente?
¿Tienes metas financieras claras y un plan para lograrlas, o simplemente esperas “a ver qué pasa”?
Cuando recibes dinero extra, ¿lo inviertes o lo gastas enseguida?
Si la mayoría de tus respuestas fueron las primeras opciones, ¡vas por buen camino, hacia una mentalidad de riqueza! Si fueron las segundas, podrías trabajar en cambiar algunos hábitos de pensamiento.
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