¿Qué será de este hombre y su familia dentro de unos años? Según nuestras experiencias como asesores patrimoniales no creo que vayan a ser más felices que hasta hoy. Serán manipulados, robados, estafados, adulados, y dilapidados en el más vasto sentido de la palabra. Serán pasto de todos los que les rodeen, formen parte de la familia o no. Odios cruzados que con su escasa formación posiblemente acaben trágicamente. Lo mejor que les podía haber sucedido era vender tierras cuyo valor no superase un par de millones de euros. Así habrían saboreado las mieles de la abundancia pero en pocos años todo habría vuelto a la "normalidad", a lo sumo algún inmueble residual y aprovechable por parte de los hijos.
Les deseo lo mejor en el futuro, pero paradójicamente no les va a resultar fácil su vida a partir de ahora a no ser que tan sólo les robe un honrado bufete de abogados que se compadezca de sus limitaciones y les aisle de su fortuna a cambio del "negocio" de su vida. Aterrizar en un family office, aunque fuera el peor de España, sería como si el bote de la primitiva les agraciara por segunda vez, pero lamentablemente las probabilidades son casi nulas (si no lo evitamos nosotros mismos...).
En cuanto a nuestro sistema económico, os diré que considero una aberración que a una familia agricultora se le conviertan, de la noche a la mañana sus tierras, que han servido para alimentar acomodadamente a sus antepasados, en semejante fortuna para la que nadie les ha preparado jamás. Quizás sea una aberración comparable a la que deberán sufrir los compradores de las viviendas que se construirán en estas tierras, con hipotecas que heredarán sus hijos si no son embargadas.
En el caso del agricultor me parece una creación de riqueza contra toda ley de la economía capitalista. Y en el de los compradores de esos pisos una creación de pobreza, curiosamente al mismo interés: Olivo mas uno.