Los resultados del test de estrés a la banca parece que le han sentado bien al Ibex-35 que repunta un 3,97% en la semana, hasta los 10.388,20 puntos, un 15,01% por debajo de su máximo anual. El menor mínimo intradía ha sido 9.804,90 puntos (martes) y el mayor máximo 10.417,30 puntos (viernes), mientras que el montante negociado por los inversores durante el periodo ha ascendido a 24.003 millones de euros en todo el mercado.
Todos los grandes valores del selectivo español se apuntan al carro alcista y terminan con un balance semanal positivo: Iberdrola, +4,76%; Banco Santander, +4,61%; BBVA, +4,57%; Repsol Ypf, +3,77% y Telefónica, +2,81%.
Las pérdidas del Ibex-35, en lo que llevamos de año, se contraen hasta quedar en un 13%.
Los principales índices europeos también finalizan la semana en verde: El EuroStoxx 50, +2,78%; el Dax 30 de Fráncfort, +2,09%; el Ftse 100 de Londres, +2,98% y el Cac 40 de París, +3,05%.
Entonces, ¿quiere todo esto decir que ya se han acabado los problemas y que todo va a ser jauja y los mercados van a subir como la espuma? Pues yo no lo tengo muy claro y me parece que Ben Bernanke y Jean-Claude Trichet, tampoco. El primero ha declarado esta semana: «
La recuperación va a ser lenta en EE.UU. y pasará algún tiempo antes de que se dejen de perder puestos de trabajo» y apostilló: «La Fed está preparada para tomar nuevas medidas si la economía o el mercado de trabajo empeoran». El segundo, más sibilino él, por un lado sostiene que en la UE ya no son necesarios más estímulos monetarios, pero otro, mantiene la barra libre para que las entidades financieras sigan pidiendo y obteniendo dinero del BCE.En fin, esperemos lo mejor pero preparémonos para lo peor. ¡¡¡Felices inversiones!!!.