El Ibex-35 no levanta cabeza. Ha perdido un 5,33% en la semana, dejando atrás el nivel de los 9.000 puntos y cerrando en 8.923,40 puntos, nuevo mínimo anual de cierre, un 25,26% por de bajo del máximo anual. El menor mínimo intradía ha sido 8.881,70 puntos (viernes) y el mayor máximo, 9.488,80 puntos (jueves), mientras que el volumen de contratación de los inversores, durante el periodo, se ha situado en 12.681 millones de euros en todo el mercado..
Todos los grandes valores del selectivo español, pero muy especialmente los dos grandes bancos, ofrecen un balance semanal negativo: Telefónica, -1,62%; Repsol Ypf, -3,48%; Iberdrola, -5,88%; Banco Santander, -10,12% y BBVA, -10,77%.
Las pérdidas del Ibex-35, en lo que va de año, se elevan ya al 25,26%.
El saldo semanal de los principales índices del Viejo Continente, aunque mucho mejor que el de nuestro Ibex, tampoco es bueno: El EuroStoxx 50, -2,31%; el Dax 30 de Fráncfort, -0,12%; el Ftse 100 de Londres, -1,20% y el Cac 40 de París, -1,69%.
Los mercados hacen oídos sordos al plan de ajuste del gobierno y las alertas vuelven a alcanzar cotas inéditas en la deuda soberana española, al borde ya de los 200 puntos básicos.
Que la bolsa va a salir de este mercado bajista es tan cierto como que no podía subir eternamente, aunque a algunos llegase a parecérselo. Las fases de los ciclos jamás se perpetúan y, aunque nos encontremos en uno de los momentos económicos más complicados de la historia, éste también acabará. Mientras tanto, los seguidores de la teoría de la opinión contraria, ventajistas que somos, esperamos pacientes el momento oportuno para empezar a tomar posiciones de nuevo en renta variable. Empezamos a afilarnos las garras, sin prisas, para dar caza, a precio de saldo, a las mejores piezas de la jungla del mercado.
¡¡¡Felices inversiones!!!